Ena ̶d̶e̶ morados

Prefacio

Afuera, el viento azotaba los ventanales del aeropuerto, impidiendo que los aviones despegaran. Las pantallas cambiaban de horario en horario, como un reloj que no avanzaba. La gente suspiraba, protestaba, se rendía. Y sin embargo, entre todo ese tiempo suspendido, dos personas que no buscaban nada, estaban a punto de encontrarlo todo.




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