Enamorada del millonario

Capítulo 26

¡Serenata, que lindo!,¡Tati Ven!, Asthon te trajo unos mariachis. Decía la señora llamando a su hija. 

La chica se asomó  al balcón y pudo ver a su novio vestido de traje ajustado y hasta un sombrero puesto.

—¡Tatiana amor!,asómate a la ventana que aquí está el hombre que te ama—Llamó Asthon a su novia.

—Patrón ¿Cuál canción quiere para comenzar?—Pregunta uno de los músicos.

—Una que llegue al alma.

Cantaban una balada tan linda; doña Clara suspiró de emoción y luego miro la cara de su hija que estaba empapada en llanto.

Tati  se secó la lagrimas y se maquillo para bajar.Asthon se despedía  de los mariachis. 

—Tengan chicos,gracias

—Asthon; ¡qué sorpresa! 

' hoy cumplimos un mes más de salir juntos mira te traje flores y tus chocolates favoritos.'

¡Aja!,pues gracias. 

¿No me merezco un besito?

El joven puso el piquito enrollado para que ella lo besara; la novia se puso a llorar y salió corriendo.

¡ A caray!, ¿qué carajos está pasando aquí?,a menos que mi novia se haya vuelto loca. 

Estaba hablando sólo cuando se acercó la mamá de Tatiana.

—Señora clara; ¿cómo está? 

—bien ; yo no sé  qué decirte; estuvo muy linda la serenata y los detalles que le trajiste a Tati; ella no se siente bien ; ya luego hablará contigo cuando esté más tranquila.

—Está bien ; no voy a presionarla suegra; ya ella misma me dirá que pasa y donde me perdí.

—Es lo mejor, créeme.

—La verdad es que no entiendo nada; hasta luego señora .

—Chao muchacho ,ve tranquilo ya luego se resolverá todo.

Asthon sonrió de mala gana y apenas se vio una mueca; la señora Clara lo veía irse triste.

— Pobre muchacho; el no se merece esto; ¡hay Tati!,que tormenta has desatado tenías que ser sincera con Gabriel desde el principio y no huir.

En ese momento llegó su esposo y le dijo—mujer ¿porque tan pensativa?

—Adrián, no por nada; sólo meditaba; ¿cómo te fue en el trabajo ?

--Ocupado todo el día, estoy muerto de cansancio.

—Debes tener hambre; te sirvo la comida para que vayas a dormir un poco.

¿La Tati no bajó a comer?

—No ; ella se sentía mal está durmiendo . vamos a dejarla que descanse

El señor Ruiz asintió con la cabeza dijo— entonces vamos a comer que se cierran los ojos.

En la casa de los Villanueva Gabriel apenas y compartía con su familia; el joven se refugió en su trabajo para no pensar mucho.

 Evadía a su hermano, trataba por todo los medios de hablar lo menos necesario con Asthon.

 Sentía culpa como aquel ladrón que toma lo que no es suyo; y es que el peso de su conciencia no lo dejaba ni dormir en paz.

Se encontraba gestionando todo, pronto se iría de viaje y dejaría esa horrible pesadilla atrás. 

Nunca olvidaría a Tatiana,sería bueno poner distancia de por medio,tal vez porque tal vez con el tiempo ella lo olvidaría y aprendería a amar a Asthon.

Todo este sacrificio al menos serviría para que su hermano menor fuera feliz.

— Ya en otro país tal vez conozca a alguien y me vuelva a enamorar,este trago amargo; va a pasar.--- Se Decía el joven así mismo.

Asthon llegó en silencio y se fue directo a su recamara; sólo Victoria y Mauricio compartían la mesa.¿son ideas mías o nuestros hijos  están raros? Le preguntó Victoria a su esposo.

'Están creciendo,ya son dos hombres hechos y derechos; nuestro Asthon ya piensa en casarse.'

 ¿Has pensado que estamos cerca de ser abuelos amor?

¡Oye sí!,pero vamos a ser unos abuelos jóvenes; tú serás la abuela más guapa que conozco amor.

—¿Qué  tal si aprovechamos y subimos a la habitación y nos consentimos un poco.--- Dijo Vicky.

Sí mi amor y nos damos cariño últimamente todo es trabajo me hace falta hacer el amor.

 Subieron y se amaron dulce y tierno  como dos novios que inician el juego del amor; a pesar de tener hijos ya grandes Victoria y Mauricio se amaban el uno al otro y los años no habían logrado sofocar las llamas de la pasión.

 —Te amo Mauricio.

—Yo te amo más vicky.

—Me gustaría que nos fuéramos a un crucero. 

 ¿Una segunda luna de miel?

—Me gustaría ir a Hawai mi vida.

—Tus deseos son órdenes, cuándo quieras lo hacemos.

—Soy feliz a tu lado amor; tú y mis hijos son lo mejor que me ha pasado.

 Ella retoza en el pecho de su marido.

¡Oh cielo!, cuanto te amo dijo Mauricio y la abrazo fuerte.

Entre estas dos almas el sentimiento es grande ni los años han logrado opacar el amor de estos dos seres.

—Mi princesa te llevo de paseo.

—¿A dónde Mauricio?

—Dónde tú elijas cariño.

—Eres lo más hermoso que tengo, nunca me canso de agradecer al cielo por tenerte junto a mi.

—El afortunado soy yo mi reina.




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