Enamorados por una noche

Capítulo 6: Un despertar diferente

La luz del sol entra por las rejillas de la persiana de mi habitación y me cuesta abrir los ojos por la molestia.
Cojo mi móvil de encima de la mesilla de noche a tientas , lo enciendo y veo que hora es. Las doce de la mañana. Me siento totalmente cansada , seguiría durmiendo hasta mañana , pero dudo que vuelva a poder volver a un sueño profundo. 

La cabeza me duele demasiado , siento como las sienes martillean con fuerza y el estómago me da vueltas causandome una sensación de nauseas continuas.
Sorprendentemente me acuerdo de casi todo , solo que tengo una resaca de caballo.

Brad nos trajo hasta casa y llegamos a la hora punta que tío Harol nos había marcado , así que se lo agradecí durante los veinte minutos de trayecto desde que salimos de la Avenida Carroll. Al principio no quise subir a su Seat blanco , pensaba que había bebido y que por eso se metió en problemas desde el principio de la fiesta , pero al parecer el problema no fue el alcohol , sino su hermano Phil. Le pilló fumándose un porro en el baño con otros dos chavales de diecisiete años.
Así mismo , se dio cuenta de que yo había bebido , porque no dejaba de hablar y porque me reía por la mínima cosa , aún así no le importó. Comparando el estado de Dean con el mío , era como si yo estuviera estupenda.

El show se presentó después , cuando tuvo que ayudarme a subir a Dean hasta su cuarto. Vomitó en las escaleras y terminó despertando a sus padres. 
Nos quedamos pálidos al ver la luz de su habitación encenderse y más aún , cuando llegaron al rellano y se quedaron paralizados al ver a su hijo casi tirado en el suelo. Ese fue el momento en el que Brad desapareció tan rápido como el humo y yo me fui directa a mi habitación , evitando escuchar la charla que tenía por delante , aunque supuse que no se esforzarían mucho en su estado.

Esta mañana , mis tíos han decidido irse al Parque Griffith , les encanta andar en sus días de descanso y respirar aire puro. Así que suben hasta la parte más alta del parque , donde descansan teniendo vistas al letrero de Hollywood. 
Si lo sé , es porque antes de quedarme dormida les escuché hablar en la habitación de Dean. 
Esto quiere decir , que estaremos solos hasta la hora de la comida.

Me incorporo y me levanto como puedo de la cama. Subo la persiana con los ojos todavía entrecerrados por el sol y voy directa al baño para darme una ducha. El pelo me huele a alcohol y a cigarro y es algo que no soporto. Además siento mi cuerpo pegajoso y ni si quiera me quité la ropa de ayer. Sigo teniendo la falda y el top que llevé a la fiesta y el maquillaje , aunque este está totalmente estropeado. 
Me miro al espejo y ahogo un grito de horror. Bajo mis pestañas hay manchas negras del rímel y la base de maquillaje ha desaparecido y ha pasado a estar en el recubrimiento de mi almohada. Otra cosa que odio...

Estoy a punto de meterme en la ducha cuando percibo unos gritos de la planta baja , la voz es irritable , no es otra que la de Dean.

—¡Que te jodan! —exclama. No puedo verle , pero seguro que la vena de su cuello se está hinchando en este momento.

Sin quitarme la ropa , ni el maquillaje estropeado de mi rostro , bajo descalza y lo más rápido que puedo por las escaleras , antes de que Dean se meta en líos una vez más después de lo de anoche.
Llego al hall y no veo a nadie , tan solo la espalda ancha de mi primo tapando mi visibilidad , además la puerta está entornada , así que solo consigo ver el color negro de una camiseta al otro lado.

—¿Quién es? —pregunto inclinandome sobre la punta de mis pies para lograr ver algo más.

Dallas se gira y me mira con rabia , sus ojos transmiten dureza y aprieta sus dientes con fuerza antes de hablar.

—Tu novio —dice dando un paso atrás alejándose de la puerta.

Por unos instantes no entiendo lo que acaba de decir , hasta que capto su ironía y me acuerdo de Dallas.
Tengo unas pintas espantosas y cualquiera que me viera correría asustado , pero aún así doy una zancada hacia la puerta y la abro con totalidad. En el otro lado está Dallas con la mirada fija en sus zapatos , hasta que la alza y pasa a fijarla en mí. Entreabre sus labios como si quisiera decir algo y después se echa a reír.
No se que hace aquí , ni tampoco lo que quiere , pero sea lo que sea no tiene mucho tiempo con la poca paciencia que tiene Dean.

—Vale. Sí. Riete. Sé que estoy ridícula , me acabo de levantar —aclaro por si no lo ha notado. —¿Qué quieres? —pregunto con la misma borderia con la que él actuó conmigo.

—Dijiste que querías hablar y aquí estoy —se limita a encojerse de hombros.

Las cejas se me disparan hacia arriba en modo de pregunta.
No esperaba que terminara aceptando hablar conmigo , no después de perder en el Beer Pong , y ni mucho menos esperaba que se presentara en casa.
Giro la cabeza lo suficiente como para mirar a Dean. Su cara está iluminada por el sol que entra desde fuera y veo perfectamente como niega con la cabeza desaprobando que acepte.
Vuelvo a mirar a Dallas que espera a que diga algo mientras muerde su labio inferior.

—Necesito unos minutos , pero pasa —me aparto de la entrada para que entre y cierro en cuanto lo hace.



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En el texto hay: adultojoven, adolescencia, drama

Editado: 22.10.2019

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