Una apuesta, llevándonos a sufrir las consecuencias de no medir las palabras estando enfurecidos, lastimándonos, terminando lo poco que habíamos conseguido.
Para Gregg Hamilton, enamorarse era clavarse otra espina en el corazón.
¿Para mí? Enamorarme era un sueño.
...
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.