1978
Iraia era una niña a la que siempre le habían apasionado las historias de terror. Desde muy pequeña se había sentido fascinada por los relatos oscuros y misteriosos. Aquellos que lograban ponerle los pelos de punta y causarle escalofríos. Su imaginación no tenía límites, cada noche soñaba con criaturas horripilantes con las que acababa entablando una bonita amistad. Por desgracia, su vida no era como la de los demás niños, ya que pocos años después padeció una enfermedad que no le permitiría volver a salir al exterior. Por todo el tiempo que disponía, tuvo la oportunidad de inventarse una y así distraerse con algo más allá de su realidad.
Editado: 11.05.2025