PASADO...
Isabel
- ¿Estas lista? - era la pregunta que últimamente es tan difícil de contestar en este punto de mi vida donde me encuentro. El rechazo de mi familia dejó heridas muy graves en mi corazón, dejándome sin ganas de luchar e ir detrás de ellos. Venir a Londres no fue fácil después de todo.
Al enterarme de los planes del tío Lucas trate de contactarme con ello, con mi familia para evitar perder el contacto y saber sobre mamá. El tío Lucas se ofreció voluntario a ser él quien fuera y hablara directamente con ellos, convencerlos que no fuera tan duro conmigo, me llene de esperanzas el día que él fue a casa de mi abuela, pero esas esperanzas fueron en vano. Según el tío Lucas mis padres no lo dejaron hablar, no quisieron saber de mi.
- ¿Tengo otra opción? - le pregunté a John desgastada.
- Sabes que no - su pregunta fue corta y precisa antes de irse.
Camine para encontrarme delante de un edificio gigante como una especie de castillo, que más bien es una cárcel para adolescente. Varias personas salían y entraban, muchos jóvenes iban acompañados de sus padres, con sus maletas en manos caminaban hasta adentro. Excepto yo, que me encontraba sola en medio de la enorme reja teniendo una lucha interna en si entrar o escapar.
- ¿Miedo de entrar al infierno y vivir con el diablo? - un chico alto con rasgos castaño, tenía unos preciosos ojos color miel que emanan una enorme tristeza en ellos. Se colocó a un lado de mi con su maleta en la mano, estaba solo como yo, y fue como conectar cada ángulo al ver la razón de su tristeza.
- No puedo tener miedo a vivir en el infierno si ya vivo en el... Solo observo mi nuevo reto ¿Y tú? - mentir se está volviendo como común en mi ultimamente que evite hacerlo.
- Pienso en como escapar el primer día de este lugar.
- ¿Por qué querías escapar tú? - lo miro de pies a cabeza para confirmar mi sospechas, con solo mirarlo puedo saber que es un niño de familia riquilla.
- La pregunta seria ¿Por que no querer escapar de aquí? - me levanté de hombros en señal de un ¿No sé? ¿tal vez?, su sonrisa ladina adorno sus ojos tristes y chispeantes. El avanzó sus paso dejándome sola y en el mismo lugar.
***
El ambiente de este lugar no me gustaba de nada, por eso estaba debajo de un gran árbol sentada sola en el césped dibujando en mi cuaderno o más bien mirando a lo lejos, no había logrado trazar nada desde que llegué aquí. Estaba cansada de estar encerrada y sola no me acostumbraba al lugar y a las reglas que implicaba estar aquí, pensaba en como tratar de sobrellevar todo esto. Mi cuaderno de dibujo estaba abierto en sobre mis piernas y el lápiz en mi boca mientras masticaba con mis dientes la punta del borrador, los colores pasaban por mis ojos mientras el sol bajaba por el horizonte tornado un anaranjado brillante con algo de azul celeste matizando a lo lejos, esponjosas nubes adornaban sus alrededores.
Una mes aquí y yo me había tomado por costumbre venir y ver caer la noche, era mi forma de escape para conectarme con las estrellas y salir de la realidad en la que vivía.
- ¿Pensando en como salir corriendo? - una sonrisa salió de mis labios al reconocer la voz de la persona que había llegando.
- No, ya he aprendido a rendirme.
- No pareces ser de las personas que se rinden tan fácilmente.
- Créeme cuando te digo que no soy lo que parece antes los ojos de los demás.
- Y ¿Quién eres entonces? Porque yo veo a una chica tratando de aprender a vivir su miseria, que en primer lugar no quería estar encerrada aquí y menos hablando con un extraño sobre su vida - se sentó junto a mi, mientras yo pensaba en sus palabras y en la fantástica percepción que tenía sobre las personas, porque sin conocerme o saber algo de mi, supo todo lo que pasaba con solo verme.
- Y tú ¿Quién eres? aparte de un extraño al que le gusta hablar con otra extraña sobre su vida.
- Creo que pregunten primero, pero veo que he contestado por ti, no importa. Mucho gusto hermosa soy Luke, el chico que ha pasado día y noche pensando en como liberar mi vida de todos los demonios que me persiguen.
- Un placer señor Chispita, soy Katherine la chica que quisiera tener el superpoder de devolver en el tiempo, y para evitar a ver bajando al infierno y ponerme a vivir con el diablo.
- Wow veo que somos víctimas de las jugadas del destino - su vista y la mía se encuentran por leves segundos - ¿Chispita? primera persona que me dice así, a ver ¿Por qué el mote?
- Tienes muchas pecas y unos ojos color miel tan hermoso que radian chispas en medio de tanta tristeza Luke.
- Mmm... Tristeza, sentimiento que lleva persiguiendo desde hace tiempo ¿Cómo es que lo supiste? - lo pensé pero no hay nada de ciencia en esto, la verdad es que con solo mirarlo a los ojos, él me mostraba su mundo.
- Se me hace fácil leerte con solo ver a través de ti, de tus ojos - volví mi vista a él para confirmar lo dicho, pose mis ojos en los suyos para poder ver lo que ellos decían pero que no se atrevía hablar, reflejaban todo su mundo en ello, un mundo donde reinaban sentimientos similares a los míos. Miedos, decepciones y tristeza eran los principales. Me daba curiosidad descubrir todo aquello, descubrir al chico que él escondía del mundo externo.
- Espero y no te de pena lo que reflejaban Trébol.
-¿Trébol? ¿Por qué ese apodo? - el se encoje de hombros riendo - no me da pena lo que veo me da más bien compasión.
- No lo veas así, no es lástima más bien es empatía... - antes de seguir explicando lo que en realidad siento, me interrumpe.
- No puedes sentir empatía si ni siquiera tener una idea o saber qué ha pasado en mi vida.
- No lo sé a ciencia cierta tal vez... pero si he pasado por muchas cosas y me lo imagino.