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7. Tú Verdad

NOA

 

Me encontraba en el mismo hotel, solo que esta vez cuando bajé de la habitación en la cual me hospedaba me encontré con la recepcionista. Ella me vio llorar, de un momento a otro y sin darme cuenta, la tenía frente a mí, y con cara de pena. Ella fue quien me abrazó y me reconfortó lo bastante como para que dejara de derramar más lágrimas.

- Me alegro de que ya estés mejor.- habló ella. Ella aparentaba tener más edad que yo, era hermosa y de seguro que podría tener a cualquiera bajo sus pies.

- Sí, ya estoy mejor. Y muchas gracias, enserio. Me has ayudado bastante, y creo que si no fuera por ti, no se que me hubiera ocurrido.- dije intentando mostrar una sonrisa, pero al parecer fallé y hice una mueca. Creo que lo notó, pero lo dejó pasar.

- ¿Cuantos años tienes?- pregunté a la chica de la cual aún no sabía su nombre.
-Oh, yo tengo 20 años. Mi papá trabaja aquí y pues... Le vine a ayudar.- Ella respondió contenta y orgullosa de lo que había decidido hacer con su vida.

Lo ves, acerté. Sabía que era mucho más mayor que yo.- Estuve pensando en mi cabeza, mientras me imaginaba a mi misma dando mini saltitos de alegría.

Ella me dijo su nombre. Al parecer había poca faena a si que estuvimos hablando horas y horas. Con ella me divertía tanto que ni siquiera me enteré cuando alguien se me acercó y me agarró de la mano.

Julia se detuvo, y miraba hacia delante con una expresión neutra. Cuando la vi a ella cambiar de postura y ponerse seria me giré. Y vi a la persona de la cual no quería volver a ver durante un tiempecito.

Mi cara cuando le vi cambió de repente.
Y con tal de defenderme, me puse a la defensiva.

-Que cojones quieres? Pirate de aquí, estaba muy bien hablando con mi nueva amiga hasta que viniste tú y lo arruinaste.- miré de reojo a Julia, quien estaba con una expresión de sorpresa.

Debería de haber sido por que la nombré mejor amiga.

- Noa, tenemos que hablar...- Drake soltó con una voz inaudible. A penas le pude oír, se le notaba arrepentido. Aún que él es muy polifacético, se le da bien cambiar de cara y dramatizar cuando a él le apetece.

-Creo que pierdes aquí tu tiempo.- solté.

Le observé de arriba a bajo y vestía igual que ayer.

Se quedo pensando unos minutos, y yo mientras me encontraba cruzada de brazos. Como si eso para mi hiciera de escudo y me protegiera de todos aquellos que querían hacerme daño.

Cuando ya reaccionó me tomó de las caderas y me subió hasta sus hombros, haciendo que yo fuera un saco de patatas.

Le golpeé para que me bajará. Él como un buen idiota que és, hizo oídos sordos.

Me bajó cuando él ya me había llevado a el cuarto de limpieza.

-Lo siento, ¿vale?. Soy un estupido, y si, iba borracho. Estaba enfado y no pensaba. Juro que me arrepiento de todo.- soltó nada más cerrar la puerta, para que nadie más nos escuchara.

- ¿¡Lo siento?!. Es que eres tonto? ¿Te picó una mosca o qué?. Que piensas, que porque me digas un lo siento ya todo esta perdonado o qué te pasa por esa cabecita hueca que tienes ahí dentro.-  Estaba verdaderamente enfadada, y gesticulaba con los brazos haciendo el gesto de llevarmelos a la cabeza dando golpes como para ver si había algo ahí dentro, dándole a entender que su cabeza estaba hueca.

Simplemente no podía perdonarlo. No hasta que me diera razones para confiar en él otra vez.

 

 

 

 

 

DRAKE

 

 

 

 

Ella era verdaderamente hermosa.

 

 

 

- Ehhhh, gilipollas aterrizando de Marte.-  Me quedé embobado, que mientras me hablaba , reaccione en cuanto movió sus manos cerca de mi cara para que me diera cuenta de que estaba hablando ella.

 

De pronto comenzó a sonar mi teléfono, y ya sabía quién era.

 

Como pude salí de el cuarto de limpieza y cerré tras ella la puerta, para que Noa no escuchara nada.

Salí y fui al patio, justo ahí había muchas plantas decorativas. Era como un patio trasero que daba justo dentro del recinto

 

 

 

 

*LLAMADA ENTRANTE DE BEBE JEFASO*

 

Sí lo admito, lo agregué así simplemente por que es muy pequeño de estatura, y su madre no para de ir tras de él preocupándose . A mi bebesito jefasooo le faltaría hasta el chupete. ¡¡ POR DIOSS.!!

-hola jefesito.

- Cállate estúpido. Necesito que os movais de allí. Aún os queda un largo viaje para que me la traigas, y más te vale no hacer nada que yo no te pida. O cavarás tu propia tumba.

Tragué duro.

- Hay uno que otro problemilla, pero bah, no hay nada que se me resista. Lo arreglaré y prenderemos el viaje lo antes posible.

- Encargué a unos de mis hombres que te trajeran un nuevo auto junto con armas. Mañana por la mañana lo encontrarás en el aparcamiento. A y una cosita más, no te encariñes con la niñata esa, porque no durará mucho con vida.

Y creo que por estas razones pienso detenidamente por qué cojones llegué a tener que trabajar con este tipo.

¡¡¡NO ME GUSTA QUE ME DEN ÓRDENES!!!

-Eyyy relaja, todo saldrá bien. Relajate con alguna mujer de esas que siempre tienes. Ah .. y acuerdate de mi trato contigo, espero que lo cumplas. O si no, la castaña de ojos verdes muere antes de que tú puedas verla en persona.

*FIN DE LA LLAMADA*
 

 

 

 

 

 

NOA

 

 



 

Drake recibió una llamada, justo cuando le estaba dando mi sermón, que llevaba horas preparándomelo para cuando fuera él a acercarse a mí. Uffff.

Cerró la puerta dejándome sola y medio a oscuras en la habitación de los mochos de limpieza y escobas.

 

-Oh no. Dime que eso que acabo de escuchar no es lo que pienso que es.- dije, sabiendo que estaba yo sola en una habitación.




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