Sonia salió de casa con un café en la mano , su taza azul rebalsaba el líquido negro mientras se movía rápido pero cuidadosamente .
Reía cada vez que las gotas de café caían rozando sus manos dejándolas melosas y con esa inmejorable fragancia a café , solo necesitaba un poco de aroma a tabaco para completar ese pequeño momento de perfección en el día en el que las otras preocupaciones desaparecian y todo se reducía a intentar no derramar el café bajo la lluvia de invierno en esa pequeña ciudad donde todos te conocen , donde son adictos al caos , donde saben tu nombre y fingen no conocerte , donde el drama varía de amigo a enemigo mientras te enojas e intentas disfrutar de cada risa e incluso de cada momento incomodo , como si nada tuviera sentido , todo parece tan importante y de un momento a otro todos aquellos hechos simplemente se fraccionan desprendiéndose como baldosas flojas , cada gran cosa se divide en partículas sin importancia que son cada vez más pequeñas .
En aquel lugar donde todo es como el humo de ese café , suave , espeso y cálido .
El día recién comenzaba y la tarde noche se asomaba con ese aroma a fiesta del cual solo deseaba escapar .
¿ Por qué tenían que ser tan insistentes?
Solo tenía un motivo para ir . Un motivo con nombre propio al que también odiaba como a nada más .
Cada vez que pensaba en ello su mente comenzaba a divagar yendo y viniendo de recuerdo en recuerdo a momentos que realmente deseaba olvidar .
Errores
Algunas veces se esmeraba tanto en recordar cosas absurdas para así asimilarlo y no sentirse avergonzada de ello . Aquello siempre era un plan fallido y no hacía más que aumentar la ansiedad que ya venía acumulando en la parte de cosas en las cuales no quería pensar .
Al final de tanto vaivén en su cabeza se tranquilizaba a sí misma con pensar en el estado de ebriedad que le provocaba actuar de esa manera y hacer cosas como esas . De todas maneras nunca era su culpa .
Así era como su tranquilidad y ese perfecto equilibrio alcanzado durante la mañana se terminaba ; pensando .
Invierno
Todo sucede en invierno . Grandes aventuras .Grandes amores . Grandes errores . La vida resumida en sus propios problemas . Uno no elige nacer .
Sonia pensaba que la única manera de acabar con los problemas era la muerte .
Lo había aprendido aquella vez en su niñez en la cual su pobre padre agonizando pedía a gritos seguir viviendo . Pero a ella le molestaba verlo de esa manera , si se moría ya no sentiría pena . Y eso era el fin de algo con lo que lidiar .
Durante la tarde Sonia llegó a su primera clase del día con los efectos del alcohol en su cabeza , entraba tambaleándose de un lado al otro disimuladamente . Sus zapatos con taco alineaban los pasos cada vez mejor sonando rítmicamente en los pasillos de la facultad . De reojo observaba a quienes pasaban para ver si al menos notaban su presencia , para su fortuna todos tendrían sus propios problemas en los que pensar .
Esa noche Sonia terminó con su última clase del día como siempre . Apurada y escapando , corriendo a contrarreloj con ganas de llegar a casa . Cada vez que pasaba por los pasillos notaba algo nuevo . Ese día no fue la excepción .
La puerta parecía una meta a la cual deseaba llegar pero cada vez se veía más lejos .
Afuera Clara esperaba por ella con una sonrisa y chocolates . Una sonrisa de la cual no quería ser causante . Una sonrisa de la cual era culpable . Por el momento con Clara las cosas eran tan divertidas , sin más no era y nunca sería suficiente . Para Sonia nada era suficiente . ¡Jamás ! Y eso era algo que odiaba pero no quería cambiarlo . No podría aunque quisiera .
Clara era estúpida . Todos le parecían estúpidos .
Clara le extendió la mano para sujetar la suya y los cuadernos de Sonia cayeron dejando caer con ellos una nota que se apresuró a alzar y guardar en el bolsillo pequeño de su bolso . Aún no sabía que podía ser , quizá una carta o una de las notas que se enviaba con sus compañeros de clases para pasar el rato sin prestar atención .
Entre charlas y risas olvidó algunos asuntos durante contados intervalos de tiempo . La noche se acercaba , ya era hora de volver a casa . Sonia tomó sus cosas y se despidió amablemente como siempre pero Clara insistió en ir a una fiesta a la cual Sonia indudablemente no quería asistir pero como de costumbre terminó cediendo.
Luego de conducir aproximadamente media hora por ruta hacia una zona rural, Sonia abrió la puerta del lado del acompañante y se sintió aliviada al saber que ya no tendría que buscar más temas de conversación por lo que quedaba de la noche
#4276 en Detective
#2272 en Novela negra
#4870 en Novela contemporánea
romance juvenil, misterio y crimen, suspenso y crimen sin resolver
Editado: 24.02.2018