En un universo alterno, la historia que conocemos de Dragon Ball es distinta, Goku fue quien, sin ayuda de nadie destruyó a Cell, sin tener que morir; Gohan nunca liberó todo su potencial; no se activó a 16, por lo demás todo se desarrolló igual.
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Por fin el mundo estaba tranquilo luego que el androide verde murió, los guerreros Z volvieron a sus vidas con sus seres queridos, menos Piccolo, que siguió entrenando.
La familia Son estaba feliz, pronto iban a tener un nuevo integrante, todo era mucho más normal para ellos, el hijo mayor estaba muy contento con su padre y su maestro a su lado, aunque el niño notó algunas actitudes y gestos extraños en el namek, pero no le dio mayor importancia.
El guerrero verde no se había dado cuenta de nada de lo que le pasaba, hasta que entendió que tenía algunas lagunas mentales, luego de una de esas encontró una piedra donde estaba escrito un signo de su idioma que significaba VOLVI, se puso muy nervioso, si no fue él, ni Dende ¿Quién pudo ser? Un día soñó que grababa el signo de Daimaku en una roca, cuando despertó y vio a su alrededor, en la cascada, como no había nada se tranquilizó.
Unos días después Goku fue a conversar con él por algo que había aparecido en una roca, cerca de la Capital del Oeste.
— ¿Sabes algo de esto? — le mostro una fotografía, era el signo que usaba en su pecho el Rey Piccolo.
— Nada.
— ¿Ni una vaga idea de quien pudo ser?
— Tal vez algún humano que quiso hacer una broma pesada.
— Debe ser... — le sonrió como siempre — cuando puedas anda a verme a casa, Gohan estará contento de que entrenemos entre todos.
Pero Piccolo prefería mantenerse alejado, ya que cada vez pasaban cosas más extrañas a su alrededor, y siempre tenían que ver con su padre. Por fin se decidió y un día fue a entrenar con Goku, luego de un rato apareció Vegeta, extraño, su mirada estaba perdida.
— ¿Qué te pasa? — quiso saber el guerrero de cabello como palmera.
El de clase baja no esperaba el ataque que recibió, por eso quedó estampado en una montaña.
— Maldito, te mataré.
— ¿Qué mosca te picó Vegeta? ¿Por qué me atacas?
— Todavía lo preguntas, eres quien destruyó a mi planeta y a mi raza, muere FREEZER — el príncipe estaba descontrolado, de una se convirtió en un super sayayin, los ataques continuaron contra Goku.
— Debo ayudarlo — pensó Piccolo, pero su cuerpo no le respondió, no podía moverse.
En eso llegó Gohan, ya su padre estaba en muy malas condiciones, no había querido usar todo su poder contra el de pelo en forma de flama.
— Papá — el niño fue a ayudarlo, pero recibió un golpe que lo dejo inconsciente.
— Tú... tú lo golpeaste... ahora entiendo... eres el responsable de est...
Goku no pudo terminar la frase, el príncipe lanzó su mayor ataque, con toda la energía que tenía, incluso la que necesitaba para vivir, lo mató. El padre de Trunks cayó, en el suelo su mirada se normalizó, miró el cuerpo de su ami-enemigo.
— ¿Qué pasó? ¿Por qué… está muerto? Fue… a Freezer a quien destruí… no a él.
— Gracias su majestad por quitar a este estorbo jajaja, eres un idiota, fue muy fácil lograr que hicieras el trabajo sucio por mí.
— Tu orquéstate todo... te mataré — nunca pensó que ese individuo hubiera organizar algo así.
— Adiós... mi príncipe — no le dio tiempo a nada más, uso todo su poder, destrozó la cabeza de Vegeta.
Unos minutos más tarde despertó Gohan, lo primero que vio fue a su padre y al príncipe sayayin, ambos sin vida.
—No puede ser... — miró a su alrededor — estaba tan nervioso cuando llegue que creí haber visto al Sr. Piccolo, debo usar las esferas el dragón para revivirlos.
Cuando llegó a la Corporación Cápsula, le contó a Bulma lo que vio.
— No puede ser, Vegeta no pudo hacer lo que dices, cuando entrenan tienen mucho cuidado, debe haber sido alguien más, un ser tan poderoso que fue capaz de matar a ambos.
— Solo estaban los dos, no he sentido ki de nadie extraño en la Tierra, quiero ir a buscar las esferas para revivirlos y que nos digan que pasó.
— Espera un poco... — se demoró bastante, cuando volvió la mujer venía con las manos vacías y angustiada — no está...
— ¿El radar?
— Sí, lo busque en todos lados.
Luego de un segundo el niño tuvo una idea.
— ¿Puedes construir otro?
— Sí, pero demore 6 meses, es muy complicado y los componentes son difícil de encontrar — ahogó una lágrima — trae a ambos, los pondremos en contenedores especiales a la espera que los podamos revivir.
Luego de ocuparse de los cuerpos, Gohan tuvo que darle la noticia a su madre, quien tenía a su nuevo hijo en una cuna, a su lado.
— Estas equivocado, mi Goku no puede haber muerto, no hace unas horas le dio un beso a Goten y salió riendo como siempre a entrenar — dijo seria.
— Mamá, yo vi los cuerpos, los lleve a la Corporación Cápsula para mantenerlos bien.
— ¿Cuándo los volverán a la vida?
— Es que... algo pasó... — no sabía cómo darle la noticia a su madre.
— ¿Qué ocurre? — Milk tenía un mal presentimiento.
— Ha Bulma le robaron el radar del dragón.
— NOOOOOOOO — el bebe despertó asustado, empezó a llorar — no podrán volver a la vida.
— Tranquila mamá, ella ya está construyendo otro.
— ¿Cuánto demorará?
— Seis meses — esperaba un grito, y muchos reclamos, pero la mujer conservó la calma.
— Está bien, solo hay que tener paciencia, pero cuando vuelvan a la vida Vegeta me va a tener que escuchar.
En ese momento llegó al lugar Piccolo.
— ¿Qué pasa? Trate de encontrar a tu padre y no pude, estuve en una meditación muy profunda desde ayer.
— Mi Goku... — Milk entre llanto contó lo que pasó.
— Tranquilo Gohan todo irá bien, estoy seguro — el namek sonrió de lado.