Enemigo Interior

Parte 3

Milk recordó que vio salir a Gohan desde la cocina, al darse vuelta vio a Piccolo a su lado, le iba a decir que su hijo mayor lo había ido a buscar, pero su mirada, su sonrisa era distinta, luego todo fue oscuridad hasta que escuchó que su hijo nombraba a Daimaku ¿Ahora que les ocurriría pensaba angustiada?

Cuando el namek llegó al edificio de la Corporación Cápsula, destruyó parte de las instalaciones, luego fue directamente con Bulma que estaba en su casa, quien supo lo que había pasado.

— ¡¡Qué te ocurre!! Por qué hiciste eso, idiota — luego de eso lo miró asustada, la forma de moverse y verla no era la que ella recordaba, ni cuando Piccolo estaba enojado se veía así.

— Cuidado humana, mi hijo era un débil si permitía que una basura como tú le hablará así. Desde ahora tú y tu tecnología estarán a mi disposición.

— Daimaku... eres el responsable de todo esto... eres un... — antes que terminara de hablar, el hombre de verde tenía a un pequeño de pelo lila en sus manos.

— Ama... — dijo el infante sin darse cuenta del peligro en que estaba.

— Si no haces lo que digo, aparte de no tener esposo, también te quedarás sin hijo.

— NO... haré lo que digas.

— Buena decisión — se dio vuelta para irse.

— Espera... ¡¡MI HIJO!!

— Irá conmigo, tranquila, lo cuidare bien, lo prometo — rió irónico.

— Trunk — el gritó angustioso de la madre se escuchó mucho rato después que el guerrero se había ido.

El namek apareció en las capitales de la Tierra, destruyó los edificios de los gobernantes, mientras el pequeño veía todo gritando contento por las explosiones. Volvió a la Corporación para poner en acción su plan para deshacerse del peligro que representaba el hijo de Vegeta, en esta línea de tiempo, y del joven que ha veces venía del futuro.

— Por fin, mi bebé — pero el gigante no se lo entregó.

— No puedo arriesgarme a que cuando crezca pueda volverse contra mí, por lo tanto...

— No lo mates, por favor, lo convenceré que no lo haga — gritó desesperada Bulma.

— No pienso matarlo ¿Qué tipo de ser crees que soy?

— ¿Entonces que harás?

— Quiero que prepares la máquina del tiempo, y lo mandes al universo alterno, de donde viene el joven trunks. Sino...

— La tendré lista lo antes posible.

— Vendremos en una semana. Debe estar lista para entonces.

— Hijo... no...

Se llevó al bebé a la casa de la viuda de Goku, y lo puso con Milk y Goten.

— Ahora Gohan, ven conmigo.

— No quiero.

— Entonces — apretó su mano y la jaula de nuevo volvió a achicarse, los prisioneros gritaron aterrados.

— No lo hagas... está bien, haré lo que quieras... lo que sea... pero no los lastimes.

— Eso quería escuchar, ven — se lo llevó a la habitación de Milk, riendo maliciosamente.

A la semana Piccolo volvió a donde Bulma, que no había dormido para tener la máquina a tiempo.

— Que bien que hiciste lo que te pedí, para que veas que no soy tan despiadado, tienes una hora para que tu hijo se despida de sus abuelitos jajaja.

Durante ese periodo de tiempo, la madre escribió una carta para el Trunks adolescente, donde le explicaba todo y le pedía buscar el combustible y volver a un pasado donde todavía ese dictador no se revelaba, la escondió en la ropa del infante.

Cuando volvieron madre e hijo, aparte de Piccolo, estaba uno de los científicos más brillantes de la Corporación, con cara complicada.

— ¿Qué haces aquí Charles?

— Yo... solo... es que...

— ¿Está todo listo? — intervino el hombre verde.

— Sí, te amo hijo — abrazo el pequeño, lo subió a la nave.

— Ama... 

Cuando la maquina desapareció, el científico cayó de rodillas, pidiéndole perdón a la mujer.

— ¿Le pusiste una bomba a la máquina mientras yo no estaba? — Bulma gritó angustiada.

— JAJAJA no soy tan despiadado para hacer algo así, este humano instaló...

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En el futuro, Trunks y Mai estaban fuera de los restos de la Corporación, viendo los avances de la reconstrucción de la ciudad.

— Va lento, pero lo lograremos, estoy segura.

— Yo también.

En eso apareció una máquina del tiempo frente a ellos, donde estaba el pequeño Trunks.

— ¿Qué pudo pasar para que lo mandarán solo? — meditó el joven al verlo llegar así.

— Algo muy grave, mira — la morena le paso la misiva.

— No puedo creer esto. DEBO VOLVER PARA DESTRUIR SUS PLANES.

En ese momento, un zumbido que salía desde la nave empezó a volverse más fuerte, un minuto después una onda se extendió por toda la Tierra, las maquinarias se destruyeron. No quedó nada de tecnología.

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— Si ya no tienen maquinarías no podrán...

— No les será tan fácil reconstruirán su mundo, no podrán arreglar la máquina del tiempo, y si lo hiciera por un milagro, hace tiempo pedí a las esferas que nadie de cualquier futuro pueda venir a esta línea temporal.

— Eres un...

— Que soy... — unos soldados con la insignia de Daimaku en su pecho, trajeron a los padres de Bulma, encañonados, al ver eso la mujer del pelo azul se quedó callada — bien, desde ahora trabajarás para mí.

Diez años más tarde ya no quedaban grupos de resistencia contra el dictador de la Tierra, que ahora tenía un palacio inmenso, donde vivía con sus "invitados", los prisioneros que le ayudaban a tener a sus objetivos controlados.

Desde su trono controlaba todo el mundo, a veces destruía una cuidad por aburrimiento, u organizaba caserías humanas, solo para no aburrirse. 

Gohan, ya adulto, estaba sentado junto al sillón, con un collar de cuero negro en el cuello, y un pantalón a juego.

— Ven — le dijo Piccolo, el otro tenía los ojos sin vida, solo obedecía para mantener a resguardo a su familia.



#4456 en Fanfic

En el texto hay: desilusion, engano, muerte

Editado: 03.03.2021

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