Narra Lavinia.
Toda la cena ha sido en silencio, menos por mi gente que gracias a su alegría la cena ha estado genial. Algunos de mis ciudadanos han querido entablar conversación con los clanes, pero empezaron a ver gente parecida a sus clanes. Vampiros con vampiros, lobos con lobos y brujos con brujos. Se que es difícil para ellos convivir con otras razas, pero nosotras debemos abrir más la mente, a raíz de lo que he visto, mañana he decidido hacer clases de combates, que combatan entre ellos pero también que aprendan a vivir entre ellos. Yo también voy a participar, quiero divertirme un rato demostrando lo que soy capaz de hacer.
Mis hijos están jugando con otros niños de las manadas de lobos, se que ellos los huelen y los sienten igual por ser de su misma especie. Me doy cuenta que los niños son únicos ya que no tienen ningún prejuicio unos con otros, les da igual de qué raza sean son solo niños.
Veo como Ethan observa a los niños con una sonrisa en la boca, me gustaria que fuera y les dijera “papá está aquí”, pero no pienso permitir el daño que me hicieron a mi a ellos.
-Bailamos?- Me dice Jason de repente apareciendo en mi campo de visión.
-Por supuesto!- Digo con alegría.
La música empezó a sonar y la gente empezó a bailar y disfrutar, este momento fue genial. Bailábamos entre todos como en la edad media, riendo y disfrutando. Todos los clanes que vinieron nos veían impresionados por la gran convivencia que teníamos.
Amo a mi gente, su alegría y su amor por los demás es único.
Siento una mirada en mi espalda que me mira fijamente, noto su energía como se acerca a mí sigilosamente. Decido darme la vuelta para encontrarme con sus ojos y que todos mis sentimientos choques entre sí, el odio y el amor a la vez.
-Bailas conmigo.- Me dice extendiendo su mano.
Lo pensé por un momento y decidí lo que era mejor para todos.- Si.- Dije con confianza.
Cuando toque su mano un choque de electricidad nos hizo separarnos de repente, la conexión seguía hay aunque no me gustara. Me volvió a coger y colocó otra mano en mi cintura acercándome fuertemente hacia él. Empezamos a bailar, nos complementamos absolutamente bien, esto era lo que debería haber pasado desde el momento que me encontré como su luna.
-Bailas muy bien Lavinia.- Me dijo Ethan con sus ojos brillando.
-Gracias.- Dije secamente.
-Lavinia necesito más tarde hablar contigo.
-Para qué, para perder mi tiempo más de lo necesario. Sabes mis respuestas Ethan, crees que tengo motivación para también darle mi apreciado tiempo.- Le dije secamente aguantándome las ganas de llorar.
-Se que no he hecho bien las cosas, pero me gustaría estar un tiempo a solas contigo para poder conversar de toda esta situación macabra que el destino nos hace jugar.
-El destino no hizo que jugamos en un tablero con trampas y acertijos, el destino decidio darte a alguien para apreciarlo y amarlo, que esté a tu lado, donde tu lo unico que hiciste fue despreciarla y envenenar su amor con odio.- Dije con rabia.- Quieres hablar perfecto, cuando todo el mundo se retire nos veremos aquí a la media noche, escucharé todas tus excusas, tus personajes y súplicas, pero no creas que yo abriré mis brazos perdonando los errores que un lobo estupido hizo porque prefería antes lo que dijeran los demás.
Me solté de su agarre, camine hacia mi asiento, lo deje solo en medio de la pista de baile mientras la mayoría de las manadas mi clavaban dagas con los ojos, estoy harta de esta situación, quiero las cosas bien en mi reino y así no voy a conseguir nada, solamente tristeza y que se destruyan unas a otras.
PAM!!
Di con mi mano fuertemente en la mesa, todos fijaron su mirada en mi persona.
-No voy a pedir un lo siento por mi comportamientos si es lo que piensa la mayoría en esta sala, pero a mi persona pide el respeto que se me merece.- Dije fríamente a todos en la sala.- Sacar a los niños de aquí y llevarlos a sus aposentos.- Dije a la nana refiriéndome a mis hijos y mis sobrinos.- Es hora de hablar seriamente, no creáis.- Mi sonrisa diabólica apareció sin darme cuenta.
La gente de mi pueblo salió de la sala sabiendo que ellos no tenían nada que ver en ese juego que me llevaba con la gente de fuera, ahora solo éramos mi familia y esas cucarachas llamadas seres sobrenaturales.
-Que quiere hablar una persona como tu?.- Dijo el padre de Ethan con despreció.- Quieres hacerte la importante cuando no eres nada para nosotros, por dios quieres nuestra fidelidad cuando nunca hiciste nada por nosotros. Después de siglos proclaman al nuevo heredero y eres tu una débil mujer.
-Querido callate.- Le dijo la madre de Ethan.
-Papa…- La hermana de Ethan cogió el brazo de su padre para que se sentara.
-El tiene razón.- Soltó Vanessa con desprecio.- Supuestamente esa iba a ser la luna de nuestra manada, crees posible que ella pueda ser poderosa para llevar la manada a su auténtico poder, por dios, digas lo que digas siempre seras una basura.
Ethan miraba la situación sin saber qué hacer, si enfrentarse a los suyos por mi, o enfrentarse a mi por los suyos.
-Puedo matarla.- Soltó mi hermana en voz alta sorprendiendo a toda la sala.- Kendall, ¿puedo matarla?- Volvió a repetir la pregunta hacia mi cuñado.
-Danae tranquilizate.- Dice Kendall.
-Que me tranquilice cuando solo saben soltar mierda por su boca sobre mi hermana, enserio. Tu despreciable sanguijuela.- Señala a Vanessa con odio al momento cambiando sus ojos.- Te matare, con tu piel de lobo me harás un abrigo y beberé tu sangre en luna llena para maldecirte en toda la eternidad.
Sabía que Dánae era capaz de hacer eso y mucho más, Vanessa empezó a mirarla con miedo.