-¿DÓNDE ESTÁ?¿DÓNDE LO HABÉIS LLEVADO?- Digo entrando muy apurada, no puede ser posible que se vaya así sin más sin recibir cuentas de mi parte.- No se puede ir sin solucionar conmigo varias cosas.
Estoy demasiado alterada, no puede ser posible que así de la nada se este muriendo sin haber solucionado las cosas ni conmigo ni con sus hijos, estoy demasiado ofendida, acaba de conocer a sus hijos, intenta tener una relación buena con ellos y ahora a decidido a si de la nada largarse al otro mundo, se que podre verlo ya que vendrá a mi mundo para pasar su juicio y mis hijos podrán verlo también, pero la verdad es mejor estar vivo que muerto. Cuando mueres no puedes salir del inframundo si no es convirtiéndose en un ser despreciable con ganas de venganza o un demonio sin limitaciones, alimentándose de sangre, sentimientos o la propia carne.
-Cariño tranquilízate- Dice mi madre tocándome los brazos.
-No puedo llevarme con él.
-¿Qué vas hacer cuando lo veas Lavi? No se merece nada que venga de ti ni tu maldita compasión. Si se muere es mucho mejor, estará en el inframundo pagando todos los males que ha cometido y entre tú y yo sabemos que es verdad.- Dice mi hermano bastante enfadado.
-Ese no es tu problema es el mío, no te metas donde nadie te ha llamado.
-Relájate, no os faltéis al respeto, somos familia y a la familia hay que valorarla.- Dice mi hermana.- Sabes que no estoy de acuerdo en que le des algo de compasión en ese sentido estoy con él, pero tampoco estoy de acuerdo en que te metas en la vida personal de ella, ya que nadie se mete en la tuya.- Nos dice a los dos señalandolos.
-Pero es que es cierto, ahora él está hablando con nuestro padre, crees que él tendrá compasión con él, espero que termine de arrancarle la poca vida que le queda, no se merece vivir.- Mis puños empiezan apretarse con rabia, mi hermano nunca fue tan cruel conmigo.
-BASTA!- Me doy la vuelta rápidamente viendo a Luca en la puerta bastante enfadado.- No me puedo creer que tu.- Lo señala.- Seas tan cruel con Lavi.
-Mira ya llego el que permite que su mujer vea a otro y le ponga los cuernos.
-No te pases, tenerle un respeto a tu hermana, por que debería ser celoso cuando ella decidió estar a mi lado para la eternidad, me da igual ese licántropo pero si me importan los sentimientos de ella y mis hijos, que por lo que veo tu como hermano no lo haces.
-Siempre me importo mi hermana pequeña, no pongas palabras en mi boca que yo no he dicho, ella es una de las personas más importantes en mi vida, pero a veces las puñeteras verdades duelen y ella debe aguantarse con lo que venga después y lo sabes.
Empiezan una pelea entre todos sobre mi persona, mi madre intenta hacerlos callar, me siento unida sentimentalmente de parte de mis hermanos, nunca pensé que pensaran que yo podría fallarle a Luca, después del dolor que pasado creen que soy capaz de darle la espalda a todos con lo que me ayudaron en su dia a superar las adversidades. Me parece injusto cuando lo e dado todo por ellos, mis lágrimas comienzan a bajar por mis ojos, no lo puedo parar, estoy en mi límite, necesitaba explotar con todo lo que he guardado por años y ya lo hice.
Veo como mi padre baja por las grandes escaleras mirando la escena, pero gira la cabeza rápidamente y se encuentra a mi, en un rincón sin que mis lágrimas dejen de salir por mis ojos. Veo su mirada de cuando yo era pequeña y hacía lo mismo cada vez que no podía más con todo el peso de mis hombros, quiero llegar a un profundo sueño y no saber nada mi hombros pesan mucho es demasiada responsabilidad.
-SE ACABÓ ESTA MALDITA DISCUSIÓN!- Dice mi padre con una voz potente.- COMO SE ATREVEN HACERLE DAÑO CON SUS PALABRAS A MI PEQUEÑA HIJA.- Ve a mis hermanos y al resto de personas con rabia.- SOBRE TODO A FALTARLE EL RESPETO A MI ESPOSA.
-Amor tranquilizate.- Dice mi madre llegando a él.- Ya todo acabo estate tranquilo.
-Enserio me estas diciendo que ya todo acabo y porque hace menos de un segundo estabais todos enzarzados en una pelea y ati no te hacían ni caso.- Me señala a mi asombrando a todos.- O por ejemplo explicarme porque ella está en ese maldito rincón llorando como cuando era pequeña.
-Papá yo…..- Mi hermano empieza hablar con cara de arrepentimiento.
-....nosotros no queríamos dañarla.- Dice terminando la frase mi hermana.
-A no querían dañarla, pues no se notaba cuando lo único que hacen es criticar sus malditas decisiones.- Los miro mal.- Os recuerdo que ella tiene mucho más peso en sus hombros que vosotros. Vosotros negasteis el trono, siendo los mayores por derecho nos pertenece y le pasasteis la mierda a ella que lo aceptó sin resignación. Os recuerdo que vuestra hermana a una corta edad se tuvo que hacer reina del inframundo sin rechistar porque ese es su destino. Os recuerdo que sufrió los peores abusos a manos de ese maldito lobo, pero aun asi le echéis las culpas de todo lo que pasa. Ser soberanos no es fácil, ya que tienes que fijarte en cada paso que das, ya que puedes ser atacado por la minima, asi que no hableis sin saber una maldita mierda.
Mi padre está bastante enfadado, cuando se enfada da mucho miedo. Desde pequeña me defendió lo más que pudo, antes de despertar mi poder. Después el solo queria que fueramos felices, pero los cargos hacia mi vinieron todos de uno en uno y me tuve que hacer responsable de todas las cosas en los dos mundos. Al principio decía que no podría, pero eso me dio confianza para seguir adelante.
-Mi pequeña mariposa, estás mejor, papá siempre te protegerá.- Dice dándome un abrazo.- Aunque hayas crecido, sigues siendo mi pequeña de acuerdo. Ese lobo te está esperando, deberías arreglar cuentas con él.
-¿Por qué no se ha curado?- Pregunto dudosa, ya que me resulta extraño que no se haya regenerado.
-Veneno y plata líquida.