-Me parece que el lobito es un cobarde.- Oigo como Luca habla detrás de mi.- Como puede ser posible que te enfrentabas a mi por el amor de ella y de tus hijos, tiras la toalla sin luchar al menos por las criaturas que engendraste, eres demasiado patético para mi gusto.
-Luca basta no estamos en un momento adecuado para tus bromas.- Lo miro con enfado.
-Puede ser que para ti te parezca una broma, pero para mi no, él sabe que se puede salvar gracias a ti y aun quiere tirar la toalla como un cobarde, eso es lo que le quieres enseñar a tus hijos.- Se acerca a él y lo mira a los ojos.- Puedes decidir lo que quieras pero piensa al menos en ellos, yo puedo ser como su padre pero debes pasar tiempo con ellos, te prometo enseñarte su personalidad y jovis, no te dejare que toques a Lavinia eso está claro pero nunca te quitaria los derechos que tienes con tus hijos al fin de cuentas. Los reinos deben pertenecer a los dos.
Nunca hubiera pensado que mi propia pareja fuera a ser la que le pusiera un par a este asunto en vez de ser Ethan, de apoyarlo sabiendo que le tiene un odio que no podrá quitarse nunca, esto es algo no muy normal, pero estoy orgullosa de su comportamiento. Quiere ayudarlo a darse cuenta que puede seguir su vida adelante para vivir su vida con ellas aunque sea, encontrar una nueva pareja que la diosa luna ponga en su camino, es hora de que cortemos barreras y pueda rehacer su vida como él quiere hacerla.
-Gracias por lo que estás haciendo por mi Luca pero piensa que no quiero seguir siendo así, me merezco este castigo más que nadie, nunca fui bueno para nada y cuando me creí el mejor de todos cae en picado como si fuera un muerto.- Sus ojos se humedecen.- No creo ni que mis hijos perdonaran todos mis malditos pecados, como puedo seguir viviendo así.
-Eso crees en serio.- Lo miró enfadado.- Retira esa maldita mierda desde ya, ellos te perdonaron desde el momento en que abriste su corazón.
Me canse necesito convencerlo antes de que su sistema colapse porque sino me encargaré yo misma de castigarlo en el inframundo.
-Se acabó, yo decido que no es tu hora de morir, debes sobrevivir por los tuyos te guste o no o solo quieres ver tristeza en sus corazones, es hora de que seas maduro y te enfrentes a tus errores en la vida y arreglarlos lo mejor posible pero en esta vida no en la anterior.- Estoy decidida.
-Lavinia no es bueno que gastes tus poderes por mí. No valgo la pena y lo sabes.
-Yo decidiré si vale la pena o no así que aguanta hasta el momento indicado de volver a la vida más fuerte y con mucho más espíritu que antes.
Me levanto de donde estoy y me dirijo hacia Luca.
-Abisa a todo el mundo, debemos organizar el ritual antes de que llegue su último respiro, no permitiré que muera aunque tenga que revertir toda su sangre antes de que el veneno llegue a su corazón, necesito la ayuda de mi madre y hermana, sin la magia de las tres no podremos sanar completamente.- Cojo su mano y le doy un buen apretón.- Gracias amor por todo lo que haces por nosotros, te debo demasiadas cosas a este paso.- Le doy un beso con una promesa de amor puro.
Salgo afuera para dirigirme hacia el gran salón para poder hablar con mi madre y hermana, se que una de ellas me costó convencerla pero debo de hacer todo lo posible para convencerla. Aunque pueda arrepentirme luego, pero esto lo hago por mis hijos, soy una maldita diosa y tengo que saber hacer las cosas bien antes de hacer algo que pueda arrepentirme el día de mañana.
Bajo las escaleras rápidamente oyendo el alboroto en el salón, oigo cómo se están peleando entre ellos otra vez. Entró en el gran salón y veo como mi padre está sentado en el trono con las manos tapando su rostro, cuando hace eso sé que está frustrado con la situación y no sabe a qué bando tirar, siempre a tenido este tipo de problemas cuando hay conflictos de familia, pero es hora de que estas tonterías se acaben y poner el punto sobre la i. Desde muy pequeña siempre me llevaba a todas las reuniones para solucionar conflictos, ya que por lo que normalmente dice mi padre, yo siempre fui una hija justa con el pueblo, creo que eso también influye bastante a la hora de ponerse como heredera al trono. Tuve que empezar a gobernar un reino sin tener ni idea de nada, pero la verdad hasta ahora se me ha dado bastante bien, ahora me toca ser soberana de dos reinos, doble de gente, doble de trabajo, doble de problemas, excelente.
Todos sienten mi presencia y es cuando el silencio llega a todo el gran salón, todos me miran para saber que tipo de respuesta va salir de mis labios, qué decisión he tomado o como en algunas caras se le, dar la noticia de si Ethan ha muerto ya y ha dejado de existir en este mundo.
-No ha muerto y no lo voy a dejar morir.- Es lo primero que sale por mi boca.- He decidido salvarlo aunque él no esté dispuesto a que lo salven.
-Pero tú estás tonta.- Me dice mi hermana, que parece que se le van a salir los ojos en algún instante.- Vas a salvar a esa persona que lo único que ha hecho es arruinar tu vida.
-Basta Danae, esta es mi propia decisión y de mi interes, puede haber sido un capullo conmigo pero por una vez en tu santísima vida piensa en tus sobrinos.- La miro a los ojos.- No lo hago ni por él ni por mi, lo hago por ellos, solo por ellos, por esa razón os pido a madre y ati que me ayudéis hacer el ritual de limpieza.
-¡¿Cómo?! Pero tu estas loca, enserio piensas que te voy ayudar en este maldito error, cres que no pienso en mis sobrinos a la hora de decidir toda esta historia, es por ellos que decido que ese maldito chucho se pudra en el infierno pagando sus pecados al lado de esa zorra que tenía como Luna.- Aprieta los dientes enfurecida.
-Creo que te estas pasando.- Salta mi hermano.- Es ella quien tiene la última decisión, no tu y quieres hacerla cambiar tu opinión porque no te gusta. Eres la reina de los lobos, pero no cumples como tal tu papel, supuestamente tienes que protegerlos no matarlos o dejarlos morir.- Se que tocó la fibra sensible de mi hermana, pero aunque no le guste él tiene algo de razón.