“El Tribunal Del Santo Oficio” o también llamado “La Inquisición Española” surge en España, fue una institución fundada en 1478 por los Reyes Católicos para mantener la ortodoxia católica en sus reinos. Fue un tribunal eclesiástico sometido a la autoridad de Estado, circunstancia que la diferencia de la Inquisición creada en el siglo XIII contra los Valdenses y los Cátaros.
En España el papa renuncia a despojar de la jurisdicción de los obispos la misión de defender la fe y reprimir las herejías, para confiársela exclusivamente al favor del poder civil. Así lo manifiesta la bula fundacional “Exegit sincerae devotionis” fechada el 1 de noviembre de 1478, donde el papa Sixto IV autorizaba a Fernando de Aragón y a Isabel de Castilla el nombrar inquisidores.
Estos fueron los encargados de investigar a los conversos en judíos y de perseguirlos, junto con sus cómplices; para este fin se estableció que los inquisidores dispusieran, para la defensa de la fe católica, de:
1. La jurisdicción.
2. Los poderes.
3. La autoridad.
Que antes correspondían, exclusivamente, a los obispos. De esta manera, es como surge la institución, “El Tribunal Del Santo Oficio”, que más adelante sería trasladada a América.