Un ejemplo puede ser Job con la Integridad Espiritual.
Varón recto y perfecto, temeroso de Dios y apartado del mal.
En Job 2:3 podemos ver que aun cuando:
1. Le robaron las asnas y los bueyes.
2. El fuego consumió las ovejas y a sus pastores junto con ellas.
3. Los caldeos le robaron los camellos.
Y la que más debió de haberle dolido:
4. La muerte de sus hijos.
Él retuvo su integridad, y como en Job 1:22 dice—: "En todo esto no peco Job ni atribuyo a Dios despropósito alguno."
Su integridad lo hizo permanecer en justicia y caminar con rectitud delante de Dios.