1. El Hábito de la Lectura.
Cuando hablamos de “Hábito Lector” incluimos dos aspectos:
1. Leer de forma repetitiva, hasta que una simple acción se vuelva una fuerte costumbre.
2. Hay todo un conjunto de destrezas y habilidades involucradas en el solo acto de leer que se desarrollan de forma interactiva y progresiva.
Es aquí donde sobresale la dicotomía* de: “La VOLUNTAD frente la OBLIGATORIEDAD.”
¿Por qué? Es muy simple, si leemos por voluntad es porque nos gusta y queremos, mientras que si lo hacemos por obligatoriedad resulta algo forzado carente de entusiasmo.
Hoy en día leer es parte de nuestra vida diaria y un medio muy importante para mantenernos informados en lo que respecta al acontecer diario, así como para poder comunicarnos.
Día con día, son más los periódicos, revistas, novelas, listas electrónicas de distribución, blogs y foros virtuales de discusión que se encargan de poner más a la mano una extensa variedad de literatura. Por tanto la capacidad lectora se convierte en una herramienta valiosa para mantener ese ritmo creciente, en el proceso fortalecemos el intelecto.
Un hábito tiene que cultivarse, principalmente se desarrolla en casa y durante los primeros seis años de vida d forma más intensa. Es por ello que la lectura se considera un hábito.
Obviamente un niño no sabe leer antes de los seis, algunos apenas y entienden. Necesitamos comprender que leer significa ir más allá de descifrar un puñado de letras de manera preestablecida. Leer es asociar símbolos, interpretar el mensaje en las imágenes.
Los niños son capaces de darle atención a las ilustraciones y si se les orienta en cuanto al significado de lo que ven (una equis igual a falso, una determinada cruz igual a una religión en específico, y así un largo etcétera) serán capaces de entender lo que ven sin necesidad de saber leer.
Como ya dije un hábito se forma de poco en poco y el de leer no es la excepción. Puede ir formando parte de la rutina diaria siendo la transición entre el juego y la hora del descanso.
El momento de la lectura es un tiempo en el que se puede aprovechar a interactuar con la familia atreves de un libro de cuentos, por ejemplo. También se convierte en una excelente herramienta para compartir con los hijos/as si eres padre o madre.
Cabe destacar, para que sea un contacto genuino de estimulación imaginativa y de formación del hábito, el foco de toda la atención del padre este en el niño/a y en el libro. Si como padres somos capaces de asociar el tiempo de lectura con la formación de vínculos afectivos y el fortalecimiento de los ya existentes el hábito tendrá una fuerte carga emocional positiva.
Si lo logramos, no solo estaríamos formando recuerdos que durarán toda la vida sino también estaríamos volviendo la práctica un hábito fuerte y duradero.
Desde un punto individual:
Desde un punto de vista colectivo:
Sin embargo, hacerse del hábito de la lectura no es sencillo pues requiere de tres recursos invaluables que son en la mayoría de casos precarios:
En esencia no importan las excusas, paso a paso y con toda nuestra fuerza de voluntad podemos cultivar un hábito de lectura que beneficiará a nosotros mismos porque aprenderemos infinidad de cosas. Leyendo te encontrarás con historias inimaginables, además mejorarás tu ortografía, tus conocimientos y tu léxico, porque aprenderás a ser más crítico y a querer saber más.
*Dicotomía: División de un concepto o una materia teórica en dos aspectos, especialmente cuando son opuestos o están muy diferenciados entre sí, es decir, un concepto que tiene distintos significados.