1. Leer supone un esfuerzo intelectual: Necesitamos estar concentrados en lo que leemos para lograr entender y hay momentos en los que nuestro ánimo no está dispuesto para fijar la atención en el puñado de letras apiñadas frente a nuestros ojos .
2. Aburrimiento: Leer no solo es una aventura de felicidad, si lo que nos disponemos a leer no logra cautivar de todo nuestro interés indudablemente nos aburriremos o nos resultara tedioso.
3. Altas expectativas desilusionadas: Algunos lectores tienden a consultar previamente opiniones de críticos literarios para elegir su próxima lectura. En ocasiones esos críticos pueden llegar a ser los mismos amigos de un determinado círculo social; entonces una mala gramática, pésima ortografía, e incluso una sinopsis mal redactada o portada mal hecha puede llegar a afectar enormemente la calidad de una pieza literaria. En consecuencia, como escritores perderíamos lectores potenciales.
4. Abarrotamiento de libros: Tenemos la dicha de vivir en la era en la que más libros se publican y su distribución es masificada. Esto es bueno, sin embargo, a algunas personas se les dificulta escoger entre toda esa amplia variedad.
Les quisiera dejar una forma de escoger su próxima lectura, son libres de usarla a su conveniencia. Para aquellos que se lo preguntan, sí, es lo que yo hago.
Primero escojo cinco libros, veo qué portada y título me llama más la atención, luego leo la sinopsis y si me convence pues leo el libro. Si no lo hace entonces busco otro libro pero guardo el que no quise leer de primero pues no se sabe el momento en el que me interese leerlo.
5. Detalles y narrativa: En este punto los escritores juegan un papel vital. Podemos escribir de temas súper interesantes pero si nuestra narrativa es vacía y los talles simples o llegamos a cometer el gravísimo error de dejar cabos sueltos, el texto puede tornarse desde lo tedioso, pasando por lo desgastante hasta estancarse en lo aburrido.
6. Comodidad: Por lo general se prefiere ver una película o parecido en lugar de leer un libro, esto por la falta del hábito de la lectura. Una película siempre será más fácil de ver pero un libro siempre será más exquisito de apreciar.