Capítulo 13

Todos aplauden, ríen, saltan y gritan cuando anuncian la llegada de Savanna y Mike, pero yo apenas puedo pestañear, al menos no estoy meciéndome en posición fetal. Suspiros y otra clase de sonidos se escuchan cuando el imbécil de Mike hace acto de presencia y le sonríe a las chicas. La primera en reaccionar es la Barbie pelirroja, no me sorprende para nada. Mack por otra parte, se encuentra calentando en una esquina del salón con Zack, haciendo estiramientos. Ellas dos son las únicas chicas de nuestra ciudad que clasificaron para esta ronda.

Contengo la respiración cuando veo entrar a Savanna a la estancia. Está hermosa, con una alta cola de caballo, shorts deportivos de un amarillo pastel y una camiseta ajustada blanca. Sus zapatos también son blancos, su ropa contrasta con su perfecta piel bronceada. Ella saluda a todos con un gesto con la mano y lanza un beso al aire. Un silbido de morbo se escucha y juro que cuando sepa quien fue, le romperé la cara.

Recorre con su mirada el lugar hasta que sus ojos se posan en mí. En sus facciones se asoma una hermosa sonrisa y de nuevo alza su mano para saludar.

«¿Es a mí?»

Giro mi cabeza a todas partes para cerciorarme de que me estoy haciendo películas, pero mi sorpresa me rebasa al darme cuenta de que estoy algo alejado del tumulto de personas, así que no hay nadie más que yo en este preciso lugar, en este exacto momento. La vuelvo a mirar, anonadado, y ella se ríe. Creo que ha notado que estuve buscando algún indicio de que se dirigiera a alguien más, pero no. Fue para mí. Por impulso, sólo sonrío. Siento calor en mi rostro, seguro ya parezco un tomate. Tonto, tonto, ¡tonto!

Ella da unos pasos a mi dirección. No lo creo, por Dios, ¡no lo creo! ¡Viene hacia acá! Y... De pronto ya no viene hacia acá. La burbuja entre nosotros se rompe y todo vuelve a ser parte de una ilusión mía. La mano de Mike Brand se posa en su brazo, la gira sutilmente para hacerla quedar frente a él y ella se sorprende. El tipo se acerca y le da un beso en la mejilla, entonces la estrecha entre sus brazos y casi todos exclaman con ternura observando la escena que para mí es como parte de una película de terror. Me lleva el demonio.

A mí siempre me lleva el demonio de paseo.

—Y así —Doy un brinco de la impresión cuando escucho la voz de Zack justo a mi lado—, es como el amor de tu vida te deja en la fanzone. —Siento una fuerte palmada de su parte en mi hombro.

—¿En qué momento...

—Vimos...

—¡Ah! —chillo y doy otro brinco cuando me interrumpe otra voz. Entonces descubro a Mack a mi otro lado, quien impacta su palma contra mi otro hombro.

Había olvidado que estaban junto a mí.

—Como decía —continúa ella, viéndome con una expresión de fastidio—. Vimos que el biscocho con músculos de Mike Brand tomó, besó y abrazó a tu adorada Savanna frente a tus ojos.

—Y entonces... —inquiero incompletamente para que ellos terminen por mí.

—¿Y entonces? Amigo, el sonido que hizo tu corazón al romperse se escuchó al otro lado del salón.

—Deja el show, que no hay tarima Zack.

—Primero —dice levantando un dedo de su mano—: hay una tarima del tamaño de mi casa al otro lado de esta sede. Segundo: mírale el lado bueno, Thiaguito.

—¿Cuál?

—No lo sé, pero algo bueno ha de haber.

Muy gracioso.

—¡Bien chicos! La dinámica es la siguiente —anuncia la voz del idiota de Mike, observo a los camarógrafos entrar al salón y ubicarse en la esquina donde se ubica una de las puertas—. Pondremos algo de música, ustedes tendrán que mostrar sus mejores pasos. Entonces, sacaremos a dos de ustedes, luego Savanna y yo bailaremos y ustedes deberán seguir nuestros pasos, volveremos a eliminar a dos personas y finalmente, montaremos una coreografía en la que ustedes participarán y los mejores quedarán, según nuestro criterio. Tres canciones en total para las tres fases. Tomen lugares por favor. —Todos nos ubicamos en el centro a una distancia prudencial para no perjudicar al otro —. ¿Listos? —Me posiciono recto.

Hace un rato hice la pena, no me inspiraba esa música y no me dejé llevar. Fue muy... ¿forzado? Yo me entiendo. Pero yo solo sé una cosa: cinco serán eliminados hoy y yo no quiero ser uno de ellos.

Yo no seré uno de ellos.

—Música. —Ya es hora. Inhalo, exhalo. Tip Toe de Jason Derulo comienza a sonar—. ¡Comiencen! —Y es todo lo que hizo falta por decir para iniciar.

Los movimientos que hago con mi cuerpo salen solos y me sorprende ver que no estoy haciéndolo tan mal como esperaba. Nada tan extravagante ni exagerado, pero tampoco tan chapado e incoherente como hace un rato. La música sigue sonando y cada paso continúa fluyendo por su cuenta. La música se apodera de mí. Me doy la libertad de observar a mis compañeros y vaya, cuanto nivel. Bueno, no el de todos. ¡No me quejo más nunca!

—¡Fuera música! —grita Mike y de inmediato el sonido se ausenta—. Tú, el de lentes, quedas fuera. ¿Savanna?

Sin anestesia, genial.

Savanna va al fondo y se acerca a una chica de pelo rubio. Recarga su peso de una pierna a otra.

—¿Cuál es tu nombre?

—Kiara.

—Kiara, lo siento, pero estás fuera. 
La chica comienza a llorar y a gritar como desquiciada. Entonces va corriendo a la salida del salón y la sigue el chico de lentes con la cabeza gacha. Todos observamos la escena con pesar y se instala un silencio pesado en el salón.

Ay, que dolor...

—Bien. —La voz de Mike resuena y llama la atención—. Ahora seguirán nuestros pasos, traten de hacerlo lo mejor que puedan. Savanna, acércate por favor. —Ella camina hacia el frente, hasta quedar aproximadamente a unos cuatro metros de Mike y mira hacia nosotros.

—Chicas, por favor, detrás de mí. Chicos, vayan detrás de Mike. Mucha suerte.

Voy hacia el otro lado del salón, donde el resto de los hombres se ubica cuidando sus distancias, yo procuro lo mismo y mientras tanto, las mujeres se van hacia su lado. Una vez todos listos, Savanna vuelve a hablar.