Entre alas de una abuela

La decisión

A todos alguna vez les preguntan qué va a ser de grande. Pero Mariluna fue la excepción. De niña, un día llega a casa y le comenta  sus padres que su maestra les había hablado sobre la carrera que había estudiado. Lo que no sabía, era que un simple cuento casi le marcaría el resto de su vida.

Pasaron 10 años, y lo que una vez fuera esa pequeña niña, está a seis meses de terminar la secundaria. Durante el último año escolar, se había encariñado con una materia: periodismo. Ella quería estudiar esa carrera.

Eran las eran las 10:50. Toca el timbre para entrar al salón. Mientras los alumnos se sientan, ingresa la preceptora.

  • Chicos, aca les dejo esta nota para que sus padres la firmen. Mañana habrá una exposición de carreras terciarias y universitarias en el salón de usos múltiples de la municipalidad.

Mariluna por fuera mostraba seriedad, pero por dentro se desbordaba de alegría. Vendrían universidades e institutos terciarios de todo el país. En su ciudad había varias ofertas académicas, pero ella quería estudiar periodismo y no se encontraba entre las opciones.

         Una hora pasó. Toca el cambio de turnos. Sale el grupo de la mañana y da paso al de la tarde. En 30 minutos Mari, como así la llama la familia cariñosamente, llega a casa con la nota en la mano.

  • Mami, me tenes que firmar esta nota. Mañana vamos a ir a una exposición de carreras universitarias y terciarias
  • ¿y vos para que quieres ir si sabes que vas a estudiar maestra de grado? – pregunta la madre como si estuviera retándola por alguna macana que se mandó.
  • ¿y a vos quien te dijo que yo iba a dedicarme a eso? – le responde la joven con un tono de voz alto
  • Primero en principal no me grites que estoy al lado tuyo – no alcanza a seguir hablando la mamá, que obtiene una respuesta de su hija.
  • Mira quien habla, se queja el muerto del degollado – Mariluna se ríe.
  • Volviendo al tema, vos misma dijiste de chica que ibas a dedicarte a eso.
  • Yo jamás dije eso. Que lo hayas soñado vos, es otra cosa.
  • A ver ustedes dos si se callan la boca, se dejan de rezongar y comen ahí calladas la boca – se mete el padre en la conversación.
  • Otro muerto que se queja. Me tratas de maleducada a mí, cuando vos te metes en conversaciones ajenas y callas a todo el mundo. Si yo hago eso, me cagas a palo.
  • Cállate y sentate. Sos una inútil inservible.

Esas palabras ofendieron a Mariluna. Por dentro quiere llorar, pero no puede. Tiene miedo por las consecuencias que le puede traer. Mientras tanto, la madre toma una lapicera y firma la nota.

Llega el día de la exposición. Parte del grupo se había puesto de acuerdo para faltar y no les habían dicho a todos. Solo eran tres. La preceptora entra al salón.

  • chicas, entreguen las notas firmadas y espérenme abajo en la puerta.

Minutos después, salen las tres alumnas acompañadas por la preceptora. Ya en el Salón de Usos Múltiples, empezaron a recorrer uno por uno los stands preguntando por las carreras que cada una quería estudiar. De todas las universidades, solo dos ofrecían la carrera de periodismo: una en Buenos Aires y otra en Córdoba. Ambas se encuentran lejos de su casa. Mientras que una está a 300 kilómetros, la otra está a 800 kilómetros.

Las horas se pasan rápido. En un abrir y cerrar de ojos, las chicas ya estaban camino a sus respectivas casas. En el trayecto, Marcela, mamá de Mariluna, alcanza a su hija y de pasada van juntas lo que queda del recorrido.

  • ¿Cómo te fue hija?
  • Bien mami. Mira, aca encontré lo que quiero estudiar. Quiero estudiar en esta universidad porque es la que más cerca está.
  • No, hija. ¿Para qué te molestaste en preguntar si vos ya sabes que vas a ser maestra igual que tu tía, tu abuela, la hermana de ella y su madre? Aparte yo ya te fui a anotar. Ya está todo listo y decidido. Solo falta el título de secundario.
  • ¡Mama! ¿Cómo que ya me anotaste? Si lo que quiero estudiar es periodismo.
  • Si vos queres estudiar esa carrera, primero estudia para maestra, trabaja y después estudia lo que vos quieras. Aparte, después del ACV que sufriste, ni loca te dejo ir tan lejos. A ver si te agarra otro. ¿yo que hago? Al menos si te agarra aca, te tenemos con nosotros.
  • A mi hermana le agarro dos infartos hace dos añosy cuando se fue a estudiar a Buenos Aires a vos no te importó.
  • Pero eso es diferente
  • La enfermedad es diferente. La situación es la misma.
  • Bueno, falta mucho para que termines la escuela.
  • Me quedan seis meses. Pero las inscripciones a las carreras cierran el mes que viene.
  • Bueno, eso lo veremos. ¿fuiste a buscar el traje a la modista?
  • ¿en qué momento queres que vaya a buscar el traje si no te dejan ni acercarte a la puerta? Teniendo los porteros a menos de medio metro en su cocinita. Voy a la tarde.
  • Aprovecha hoy, que mañana es la presentación, es feriado y no va a haber negocio que encuentres abierto.




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