Entre amor, dudas y traición

Capítulo 6: Amor y deseo.

Julian despertó con Valeria en el pensamiento. Desde muchos días atrás, ella se había convertido en su primer pensamiento del día, como el sol que se asoma por el este para iluminar este mundo en cada amanecer, y ese sábado no fue la excepción, y más aún, después de aquella velada romántica que culminó magistralmente, con el ansiado beso. Ese día, lo primero que hizo fue tomar el móvil y como si de una especie de ritual matutino se tratara, redactó el habitual mensaje de buenos días, pensando al mismo tiempo en invitarla al estadio donde se celebraría el encuentro de sóftbol en el que participaría junto a sus compañeros, aunque finalmente se arrepintió ante la idea de planear algo más emocionante para esa noche. La mañana inició de maravillas, y la comunicación con Valeria resultó muy afectiva, entendiendo que todo continuaba del mismo modo en que lo había dejado la noche anterior. Luego de tomar un desayuno rápido, se alistó para asistir al juego.

Al llegar al estadio se encontró con todos sus compañeros y amigos, incluyendo a Roberto; con quiénes se jugó algunas bromas a las que ya se había acostumbrado, y que servían para reforzar la confianza y camaradería del grupo, en un ritual de amistad que solo ellos entendían. Ese día, todos asistieron en compañía de algún invitado para verlos jugar, animar y hacer barra. Algunos fueron con amigos más cercanos y otros con algún familiar, a diferencia de Julián, quién llegó solo al estadio y no invitó a nadie. Sin embargo, Roberto se le adelantó aquella mañana y sin previamente consultar, invitó a un par de amigas que ambos conocían, tomando a Julián por sorpresa.

—¡Ven Julián, aún falta algo de tiempo para jugar! Hablemos un rato con Mariana y con la tuya. —dijo Roberto en tono sarcástico.

—¿Con quién? ¿Con Valeria? — respondió Julián, pensando en esta última, como si ella fuera la luz que iluminaba su día.

—¿Valeria? No vale, con Alexandra. Ella está en las gradas con Mariana. —respondió Roberto.

—¿Alexandra? —contestó Julián, con la incertidumbre de un conflicto que estaba próximo y que hubiera preferido evitar.

—Claro, no olvides que ella y Mariana son amigas. —respondió Roberto.

—No vale ¿Cómo crees? Me da pena verla a la cara. —dijo Julián, tratando de ubicarla con la vista para asegurarse de que ella no lo estuviera observando, como si fuese un pequeño roedor, tratando de mantenerse lejos de los ojos del depredador.

—¡Ja ja ja! —carcajeo Roberto— ¿Ahora le tienes miedo? —pregunto burlonamente, como si se riera de un cazador que teme a la piel del tigre después de haberlo matado.

—No es eso, lo que pasa es que… —trato de decir Julián, pero fue interrumpido por Roberto.

—¡Vamos! Necesito tu ayuda —dijo Roberto, obligando a Julián a hacerle compañía.

Alexandra asistió al juego para complacer a Mariana. No compartían juntas, desde la noche en que conocieron a Julián y a Roberto. Llevaba su negra cabellera recogida en una trenza y usaba lentes oscuros para el sol, además, vestía con una blusa corta de tirantes y unos leggins ajustados que llamaban la atención, y que al no dejar sus atributos a la imaginación, funcionaban como un potente imán para atraer las miradas de algunos hombres. Distraer su mente, mientras disfrutaba un poco de aquel juego, era lo único que deseaba esa mañana, pero jamás pensó en que se encontraría con Julián. Eso no era parte de sus planes y mucho menos, después de estar consciente de que él ya se relacionado con Valeria, por lo que aquel encuentro inevitable, terminaría resultando algo incómodo, pero no por ello estaba dispuesta a permitir que la situación la arropará y trataria de andar un paso adelante, como aquel bailarín que se encuentra preparado para ajustarse a cualquier cambio de ritmo en la música.

—¡Alexandra! —exclamó Roberto para llamar su atención—¡Voltea para que alegres tu día! —dijo luego, logrando que ella al volver la mirada se encontrará sorpresivamente con la de Julián.

—¡Ju-Julian! —exclamó Alexandra sorprendida— ¡Hola! ¿Cómo estás? —dijo luego, tratando de disimular alegría cuando en realidad era un sentimiento distinto el que había generado la presencia de Julián.

—¡Hola Alexandra! es un gusto saludarte —costestó Julián con pena en sus palabras, ante lo imprudente que había resultado Roberto.

Julián fue traicionado por su subconsciente cuando, sin pensar, sus ojos se movieron automáticamente para escanear el cuerpo de Alexandra de arriba abajo. Fue sorprendido cuando notó que ella se percató de esa mirada, por lo que rápidamente trató de disimular la situación.

¡Hola Mariana! es un gusto verte también. —saludó a Mariana, tratando de evitar que ella también notara lo avergonzado que se sentía.

—¡Holaaaa Julián! —contestó Mariana— ¡Me da gusto verte otra vez! —dijo con cariño— Aunque espero me disculpes, pero necesito hablar un momento con Roberto —dijo después, tomando su mano con la intención de irse con él a otro lugar—. Los dejaremos solos un rato, aprovechen para ponerse al día, pero no se vayan a ir juntos, aún falta el juego y también muchas horas para amanecer. —agregó con picardía, haciendo referencia a la noche en que ellos se conocieron, para finalmente retirarse de allí junto a Roberto.

Aquella situación premeditada para dejar a solas a Julián y Alexandra, terminó por convertirse para ellos, en una guerra de dime, que yo te diré.

—¿Quizás debí probar un poco más, antes de que te fueras detrás de Valeria? —dijo Alexandra con malicia, y como una loba que mira a un tierno corderito, observó de arriba abajo a Julián, devolviendo la misma mirada que él le había hecho instantes atrás.

¿Pensé que eran buenas amigas? —respondió Julián, tratando de poner freno al vendaval de ironías que le estaba por venir.

—¡Y lo somos Julián! No dudes de ello… sino, ¿porque crees que mentí para favorecerte? —dijo Alexandra con arrogancia, como una perra rabiosa que estaba por mostrar sus dientes.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.