entre cada mirada y cada café.

Capitulo 10 .

Cuando abrí mis ojos él estaba a mi lado, se encontraba profundamente dormido no puedo negar que por un breve momento pensé que estaba soñando,  me quede observándolo por un tiempo y cada vez me daba cuenta que cada vez me gustaba más y que cada día me enamoraba más de él.

 

***

Marcos, por fin despertó. Me dio un cálido beso en los labios, dándome así los buenos día lo note mucho más abierto hacia a mí, sentí que muchos de sus miedos habían desaparecido y eso me daba una paz increíble.

—Buenos días —le dije devolviéndole el beso

 

— ¿tienes hambre? ¿Quieres que te prepare algo? — Pregunto

 

— ¡Ah también cocinas!—le dije de manera divertida

 

El solo me acaricio el cabello y se levantó inmediatamente de la cama, estaba totalmente desnudo así que pude apreciarlo más de cerca, marcos cogió solo su ropa interior y fue hasta la cocina; abrió la nevera para empezar así a hacer el desayuno, tomo unos huevos, preparo un poco de café en la cafetera al verlo tan atento, comencé a ayudarlo.

Por unos segundos pensé que parecíamos una pareja de recién casados de verdad no me pude contener y comencé a reírme a carcajadas.

 

— ¿De qué te ríes?— pregunta el curioso

 

—Parecemos una pareja de casados—lo miro con una expresión, de picardía

 

—No digas eso, aunque suene bonito eso no podrá ser posible—Dijo cambiando su expresión drásticamente. No entendía, el porqué de sus palabras, si el mismo me dijo que quería estar a mi lado siempre, aunque podía entenderlo nuestra diferencia de edad algún día se haría notar y eso de alguna manera seria un impedimento a la hora de formalizar nuestra relación.

 

— ¿Es por nuestra diferencia de edad? ¿Verdad?— Pregunte

 

—no te voy a mentir ese es el motivo, no quiero que sufras en un futuro. Dijo terminando de freír los huevos y sirviendo el desayuno de los dos. — ¡Por favor siéntate!—Dijo en un tono de voz dulce.

 

No me quedo otra opción que sentarme y quedarme en silencio; tomamos el desayuno y tomamos ese delicioso café con poca azúcar que de verdad me encantaba, el me miraba con esa mirada tierna que tanto me gustaba, me sentía feliz de desayunar con él por la mañana, pero; algo me inquietaba un poco no entendía del todo su comentario, me dolieron sus palabras como una daga en mi pecho, me sentía enamorada de él, aunque dudaba de que el sintiese ese mismo sentimiento por mí.

 

— ¿Te gusto?—Pregunto marcos sonriéndome

—si me ha gustado, veo que eres un excelente cocinero

 

—me siento feliz de que sea así, y de que seas feliz

 

 

***

Pase toda la mañana junto a él, ya era hora de irme a casa, me sentía feliz por lo sucedido en la noche anterior, me di un buen baño, me vestí rápidamente. Marcos, mientras tanto fumaba su cigarro mirando fijamente a la ventana, me acerque a él y lo abrace por detrás el solo me dio un beso en la frente que me hizo sentir como una niña.

 

—Me voy— le Susurre al oído

 

—No quisiera que te fueras—Dijo en un tono melancólico

 

— ¿Te pasa algo?—le pregunte mirándolo a los ojos

 

—No me pasa nada preciosa, solo quiero que me prometas que te vas a cuidar.

 

—Te lo prometo, cuidare siempre de mi misma.

 

De un momento a otro sentí que él se estaba despidiendo de mí, se me arrugo el corazón por primera vez, aunque despabile ese pensamiento de mi mente, me dije a mi misma que me podría estar imaginando cosas.

Marcos, me llevo en su auto en todo el camino no dijo ni una palabra, y esto de alguna manera me desconcertaba, el en ocasiones podría parecer un hombre misterioso  cosa que causaba mucha intriga desde el momento en que lo conocí por primera vez.

 

Tomamos veinte minutos en llegar, ya nos encontrábamos en la puerta de mi casa.

 

—Gracias, por traerme a mi casa— Dije con una sonrisa

 

— ¡Te amo!— Dijo mirándome con una mirada penetrante

 

— ¿Qué dijiste?— le conteste tartamudeando

 

—Dije que te amo

 

—Yo también, te amo— dije dándole un fuerte abrazo

 

Ese abrazo me hizo sentir especial y única, él me dijo que me amaba por primera vez, me amaba como yo a él, marcos sentía lo mismo por mi estaba que saltaba de alegría.

Yo lo abrace aún más fuerte quería que nunca se apartara de mi lado, en ese abrazo sentí amor pero sentía una incertidumbre que no me podía explicar a mí misma.

 

Sentí la sensación que no vería a marcos por mucho tiempo ¿Por qué esta clase de sentimiento invadía mi interior?



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En el texto hay: adultojoven, un amor imposible, amor

Editado: 16.04.2019

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