Los temas económicos no habían sido nunca el plato principal de su familia antes, realmente tenían la estabilidad económica suficiente como para ser clase media sin problemas. Y así fue hasta que los padres de André le dijeron que tenían problemas económicos y le dieron a escoger entre quedarse a vivir con sus tíos y cursar su último año de Preparatoria en la ciudad de Sacarac, o volver con ellos a Todd Maddison a vivir en casa de su abuela.
André, a pesar de que no se llevaba mal con sus tíos, no tenía problema en regresar al lugar donde paso su infancia; ya no era un niño pequeño, se creía capaz de cursar su último año en la misma escuela después de todo, o eso era lo que le había dicho a sus padres para tranquilizarlos.
A días de haberse instalado en la ciudad que lo vió nacer, sin percatarse, iba notando muy rápido los cambios de los últimos 10 años en la casa de su abuela, y también de si mismo viendo las fotos de la sala: se había echado un estirón desde la última vez que había ido y su cabello ya no lo tenía al ras como se lo pedían en primaria; también notaba otros cambios que no eran visibles como el agravo de su voz y el cambio de actitud.
Una muestra bastante clara de esto último es tomar una pequeña ventaja académica revisando los planes de estudio de sus profesores de una forma muy descarada para tener una idea general de los próximos temas, y aunque no fuera el más aplicado en general esto le proporcionó tener el primer trimestre de notas muy buenas. Con solo eso sería popular sino fuera porque entre clases huia a cualquier otro sitio en dónde no hubiera estudiantes y/o gente en general. Y aún así, solo por los elogios de los profesores se volvió una celebridad sin reflectores, sus grupos de estudios lo conocían por ser el más aplicado, pero él solo quería pasar su último año y no volver a pisar la escuela. Con franqueza, quería seguir dedicando su tiempo a los hobbies que compartia con sus amistades en Sacarac, pero en Todd Maddison sentía que era más tedioso dado que no había muchas zonas publicas dedicadas a la recreación, y no estaban sus amistades para pasar el rato haciendo cualquier cosa. Se tenía que conformar con mensajes de texto y llamadas.
Y a pesar de su cinismo, nunca faltaba alguien a quien le pareciera atractivo, porque lo era: mandíbula marcada, mirada afilada enmarcada por unas cejas pobladas, y esa sonrisa coqueta que le daba al aire sin darse cuenta cuando pensaba en cualquier tema de su interés. La percepción de las chicas con respecto a él estaba errada, ya sea porque pensaban que era raro, intrigante o solo que creían era capaz de hacerles pasar la nota de manera fácil, pero se les caía el velo cuando él se negaba a ayudarles tajantemente. Esto solo hizo que fuera víctima de cotilleos tanto femeninos, como masculinos, pero ser antiparabolico era parte de su personalidad.
Todo tomó un giro inesperado cuando una persona en particular se acercó a pedirle ayuda, diciendo que su entrenador lo había recomendado para pedirle ayuda sobre unas materias en las que no había logrado concentrarse por estar más pendiente de ser el líder del equipo de Béisbol. Y está persona era nada más y anda menos que el líder de los bully que lo acosaba cuando eran niños.
Parecía que éste no lo había reconocido, y un solo pensamiento pasó por su mente cuando escucho las peticiones que le hacía, y casi no dudó en volverse el abogado del diablo consigo mismo:
—Claro que te puedo ayudar, Étan. Cuenta conmigo, pasaras esas materias si o sí.
Y pensar que creí haber madurado—dice para sus adentros antes de iniciar con la regresión académica de Étan.
•|♥♥♥|•
Primer capítulo, primera vez que publicó aquí desde hace cinco años KAJAJDKA apoyen para seguir escribiendo. Si les gusta, claro está
Besos en la cola 💋💋
Atte: Nath
#296 en Joven Adulto
#1175 en Novela contemporánea
escolar secundaria preparatoria, boyslove chicoxchico hotgay, béisbol desarollo personal y traumas
Editado: 29.12.2025