Entre Goles y Corazones ( kevin alvarez )

Capítulo 14: La Fuerza Interior

Después de la conversación con Kevin y de encontrar un nuevo equilibrio en el equipo, algo dentro de mí comenzó a transformarse. A pesar del dolor que me había dejado la separación, había algo liberador en la decisión que tomé. De alguna manera, me sentía más fuerte, como si finalmente hubiera dejado atrás una carga que no me correspondía. Pero el verdadero reto ahora era seguir adelante con mi vida, tanto en el campo como fuera de él.

Un nuevo desafío

El día siguiente al entrenamiento, estábamos a punto de enfrentarnos a Tigres, uno de los equipos más difíciles de la liga. Sabía que este partido sería crucial, no solo para el equipo, sino para mí personalmente. La derrota podría significar un golpe muy duro en nuestra lucha por el campeonato, y no podía permitirme fallar.

Cuando llegué al vestuario, la sensación era de concentración total. Ninguna de nosotras quería que el esfuerzo de todo el torneo se desvaneciera. El ambiente estaba cargado de energía positiva, pero también de tensión. Sabíamos lo que nos jugábamos.

-Hoy tenemos que estar al 100% -dijo nuestro entrenador mientras nos observaba, como siempre, con mirada firme y confiada-. Tigres es un equipo que no perdona, así que no podemos darnos el lujo de cometer errores. Confío en que todas saldremos a dar lo mejor.

Su voz resonó en mis oídos mientras mi corazón latía con fuerza. Sentí que, por primera vez en mucho tiempo, la presión era algo que podía manejar. No solo por el equipo, sino por mí misma. Había encontrado mi propósito de nuevo: salir al campo y dejarlo todo, sin que nada me distrajera.

El calentamiento

Antes de salir al campo, el calentamiento fue intenso. Corrí, realicé estiramientos y trabajé en mis tiros. Mientras hacía todo esto, me sumergí completamente en el momento, tratando de bloquear cualquier pensamiento que pudiera interrumpir mi concentración. A veces, el mejor remedio para las emociones es simplemente sumergirse en la acción, y el fútbol siempre había sido ese refugio para mí.

Daniela se acercó mientras estábamos alineadas para hacer unos toques rápidos entre las compañeras.

-¿Cómo estás? -me preguntó con una sonrisa, como siempre preocupada por mi bienestar.

-Estoy bien. Mejor que nunca -respondí, sin poder evitar sonreír. Sentía una fuerza renovada. Ya no pensaba en lo que había dejado atrás; solo me concentraba en lo que tenía enfrente.

El partido

El pitido del árbitro marcó el comienzo del partido, y el estadio se llenó de una vibrante energía. Tigres no era un equipo fácil, pero nosotras no éramos novatas. Desde el primer minuto, las dos escuadras se enfrentaron con intensidad. Las jugadoras de Tigres eran rápidas y técnicas, pero nosotros teníamos algo más: la unidad.

Cada pase, cada movimiento, cada gol, se sentían como parte de un esfuerzo colectivo. En el minuto 22, Daniela hizo un pase filtrado hacia mí. Sin pensarlo demasiado, corrí hacia el balón, me lo adelanté a la defensa y, con un toque preciso, disparé al arco. El balón se estrelló contra la red, y el estadio explotó en aplausos. Había marcado el primer gol.

La alegría de mi equipo fue indescriptible, pero sabía que no podíamos relajarnos. Tigres no se rendiría tan fácilmente.

La reacción de Tigres

Poco después de nuestro gol, Tigres intensificó su presión. En el minuto 37, una jugadora rival, Valeria, lanzó un potente disparo que casi logra colarse en nuestra portería. Sin embargo, nuestra portera, Valentina, hizo una atajada impresionante. La defensa de nuestra portera fue crucial para mantenernos arriba en el marcador, y eso nos dio el impulso necesario para seguir luchando.

El partido continuó siendo un verdadero combate de fuerzas. Cada minuto parecía más largo que el anterior, pero las chicas seguían empujándose unas a otras para mantener la ventaja. Durante la segunda mitad, el entrenador nos instó a ser más agresivas en el ataque y a defender con todo lo que teníamos.

En el minuto 68, una jugada colectiva culminó en un pase perfecto de Laura hacia mí. Esta vez, con más calma, me adelanté con el balón y, desde el borde del área, lancé un disparo curvado que se coló en la esquina superior. ¡Gol! El segundo de la noche.

Aquel gol fue un respiro para todas. Ahora, con dos goles arriba, sentíamos que podíamos controlar el partido, aunque sabíamos que Tigres aún tenía la capacidad de darnos la sorpresa. Pero, como nunca antes, estábamos decididas a mantener nuestra ventaja y salir con la victoria.

El triunfo y la celebración

Cuando el árbitro pitó el final, el resultado fue claro: ganamos 2-0. Las jugadoras se abrazaron en el campo, celebrando no solo la victoria, sino también el esfuerzo conjunto que nos había llevado hasta allí. Aunque mi corazón estaba lleno de felicidad por el equipo, también había una sensación de alivio dentro de mí. Habíamos demostrado que no solo éramos capaces de enfrentar a los mejores, sino que lo habíamos hecho juntas.

Esa noche, la celebración en el vestuario fue increíble. Nos abrazamos, nos reímos, y compartimos la satisfacción de haber hecho todo lo posible para conseguir la victoria. Mientras las demás celebraban, me aparté por un momento, sentada en el banco, mirando a mis compañeras. Algo dentro de mí había cambiado definitivamente. Ya no tenía miedo al futuro. Había encontrado la fuerza dentro de mí para seguir adelante, independientemente de lo que la vida me trajera.

Un mensaje inesperado

Esa noche, cuando llegué a mi departamento, me senté en el sofá para relajarme. El teléfono vibró con una notificación de mensaje. Era de Kevin.

"Valeria, espero que todo esté yendo bien con el equipo. Solo quería que supieras que, aunque no hablamos mucho, siempre te deseo lo mejor. Estás haciendo un gran trabajo. No lo olvides."

Una sonrisa se dibujó en mi rostro. No podía negar que sus palabras tenían un significado. Habíamos cerrado un capítulo importante en nuestras vidas, pero había algo bonito en su apoyo, aunque ahora nuestro camino fuera diferente. Sentí paz. A veces, las despedidas son lo más difícil, pero también lo más necesario para seguir adelante.



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En el texto hay: amor, futbol, america

Editado: 07.02.2025

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