Entre los Brazos del Lobo

Capítulo VII

Arleth no podía creer lo que sus ojos veían, su mejor amiga se iba a ir lejos. Alguien la había elegido, un sollozo escapo de su boca y escucho como Naomi gritaba mientras el hombre trataba de tranquilizarla. Arleth miró como se llevaban a Naomi y Arleth veía la escena con lágrimas en los ojos.

—¡Arleth!—fue lo último que escuchó de su mejor amiga antes de que desapareciera de su vista por completo. El corazón de Arleth bombeaba demasiado rápido y ella pensaba que se le iba a salir de su pecho. El resto del día Arleth no era consciente de lo que pasaba a su alrededor.

Dominik no podía dejar de ver a su compañera, y se había quedado boquiabierto cuando una señorita fue elegida por un Delta y no había dejado de llorar hasta que salieron de la casa principal. Pero gracias a la señorita que fue elegida supo el nombre de su compañera.

Arleth.

Una sonrisa se formó en su cara pero inmediatamente se desvaneció al ver a su compañera triste con la mirada en la puerta por donde salió aquella jovencita. Dominik apretó sus manos hasta volverlas puños y miró con enfado al hombre que estaba con ella.

—Cálmate estas llamando la atención— Dominik miró a su hermano mayor y levanto una ceja—. Si quieres puedes irte, no te preocupes—el menor asintió con la cabeza y se levantó de su lugar haciendo demasiado ruido. Todas las miradas fueron a él, pero Dominik simplemente se fijó en si Arleth lo estaba viendo. Y al confirmar que si lo estaba viendo, salió de la sala con una pequeña sonrisa.

No supo cuánto tiempo paso hasta que su hermano mayor entro por la puerta con cara de cansancio.

—¿Qué tal?—André negó con la cabeza y se tiro a lado de el en la cama.

—Muchos consiguieron compañeras, pero varios regresaron como llegaron—Dominik suspiro y cerró sus ojos. Él no quería pensar en nada, simplemente quería descansar. Pero se le haría imposible porque era el aniversario de la muerte de su madre.







 

—Cariño ven a vestirte—la risa de André inundo el lugar, los pasos de los dos se escuchaban por todo el lugar. La mujer suspiro y miró su hijo correr desnudo por todo el lugar, algunos guerreros reían ante la escena mientras la mujer dejaba de correr.

—¡Atrápame mami!—la mujer negó con la cabeza y vio a su marido atrapar al desnudo André, toco su abdomen y sonrió. Pronto abría otro integrante en la familia y no podía esperar para tenerlo en sus manos.

—¿Estas desobedeciendo a mami?—André negó con la cabeza y miró con una sonrisa a su padre. El hombre se acercó a ella con su hijo en manos y beso rápidamente sus labios—. Feliz cumpleaños—una sonrisa se formó en sus labios.

André miró a su madre e hizo un puchero, la mujer agarro a su hijo y beso su cabeza.

—Pronto tendrás que aprender a obedecer si quieres cuidar a tu hermano—miró a su esposo que la miraba con una ceja alzada.

—¿Qué dijiste?—una sonrisa se formó en la cara del Rey.

—Lo que escuchaste cariño, pronto tendremos otro pequeño o pequeña corriendo por aquí.




 

André miró a su hermano menor y suspiro, nunca olvidaría cuando su madre le dijo que iba a tener otro hermanito. Dominik no sabía que su padre estaba muy emocionado por su llegada pero todo se arruino por la misma familia que estaba en ese día de la tradición. Sabía que sus primos eran muy diferentes a sus padres y sabía que ellos nunca harían guerra como habían hecho sus tíos.

André suspiro y decidió dormir. El día de mañana tendría que hablar con todos sus familiares que estaban presentes para el día de la tradición.




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