Entre sábanas de seda negras

Capítulo 1

Olivia

Observo fijamente esos orbes celestes, notando mi reflejo en ellos y confirmando, una vez más, que jamás me cansaré de mirar los ojos del hombre que amo.

—Te amo, Olivia. Te amo con todo mi ser —susurra con una delicadeza que derrite por completo mi corazón.

—Te amo mucho más, Santiago —respondo mientras acaricio con ternura su rostro—. Eres el amor de mi vida. Eres mi todo, Santi…

—Ya basta de tanto amor, ¡algunas seguimos solteras! Tengan piedad.

Esbozo una sonrisa y miro a mis mejores amigas, especialmente a Kassandra.

—Lo siento —digo, sacándole la lengua.

Reímos.

—Déjalos ser felices, Kass —pide Jesse, sentándose.

Deslizo la mirada hacia mi mejor amiga.

—¿Por qué tardaste tanto en el baño? Ya va a terminar el receso.

—Ando mal del estómago —confiesa con un toque de aburrimiento.

—¿Y si vamos a la enfermería?

—No es necesario, solo es un malestar pasajero.

—Bueno... pero si te sigues sintiendo mal, me avisas.

Jesse asiente a mi petición.

Suelto un suspiro y vuelvo a fijar mis ojos en mi novio. Él pellizca suavemente mi mejilla, robándome una sonrisa de oreja a oreja.

—Es hora de volver al salón, bebés —anuncia Kass, poniéndose de pie.

De inmediato me levanto, notando cómo Santiago mueve ligeramente mi silla.

—Gracias, amor.

—No hay de qué, vida mía.

Feliz, sostengo su mano, y juntos, en compañía de mis amigas, salimos de la cafetería.

Al llegar al aula, tomo asiento junto a Santiago, mientras Kass y Jesse permanecen de pie.

—Definitivamente, Oratoria es una materia que no debería existir —suelta Jesse.

—Concuerdo —resopla Kass.

Niego con una sonrisa.

—Lo siento...

Miro a la persona que acaba de rozar mi hombro.

—No te preo...

—¡¿Es que acaso no sabes caminar bien?! —interrumpe Jesse—. Ahora entiendo por qué tenemos clases de Oratoria... porque existe gente tan torpe como tú.

—¡Ya basta, Jessica!

La miro con desaprobación.

—¡Ja! —exclama, cruzándose de brazos.

Exhalo, ligeramente aturdida.

—Disculpa a mi amiga —digo a la chica nueva—. No te preocupes por lo que pasó, solo fue un pequeño roce.

Ella asiente.

—Juliana, ¿verdad?

Como presidenta del curso conozco a todos mis compañeros, y aunque no he tenido oportunidad de hablar con ella, sé quién es.

—Sí.

—Es bueno que hayas “chocado” conmigo. Creo que soy la primera persona con la que hablas desde que llegaste... bueno, los profesores no cuentan.

Noto una ligera sonrisa en su rostro.

—Si necesitas ayuda con cualquier cosa, no dudes en buscarme, ¿de acuerdo?

—Lo tendré en cuenta —responde, y rápidamente se dirige a su asiento.

—Es muy tierna —aseguro, mirando a mi novio y a mis amigas—. ¿Me equivoco?

—Lo es —reafirma Santiago, mientras ellas guardan silencio.

—Buenos días, chicos.

Dirijo la mirada hacia la maestra, quien, con una sonrisa, espera que todos tomen asiento para iniciar la clase.

***

Admiro la hermosa vista del paisaje que forma parte de mi cita. Este momento no podría ser más perfecto.

—Falta un mes para nuestro quinto aniversario —dice Santiago.

Giro hacia él y me encuentro con esa sonrisa habitual que tanto me encanta.

—Lo sé. Esa fecha está grabada en mi mente como el mejor día de mi vida.

—Pensaba que podríamos viajar, pero con los exámenes será imposible. ¿Qué te parece si lo hacemos después de graduarnos?

Con un puchero camino hacia él y rodeo su cuello, acariciando su sedoso cabello.

—A mí... —acorto la distancia entre nosotros— me parece una idea increíble —declaro, sellando mi respuesta con un beso.

Mis labios se adueñan de los suyos en un beso suave y firme. Mis manos se aferran a su cuerpo, buscando más cercanía. Después de todo, estamos completamente solos.

Como si leyera mis pensamientos, Santiago me atrae más hacia él, mientras su lengua, suave y decidida, busca la mía, invitándola a una danza que acepto sin dudar. Intensifico el ritmo, convirtiéndolo en un intercambio húmedo y profundo.

—Olivia... —jadea mi nombre, pero aun así no me detengo—. Olivia...

El beso se rompe cuando me aparta con suavidad. Confundida y con la respiración agitada, lo miro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.