Érase una vez una chica y su gato naranja

Parte 5: Lo que sucedió en la feria

Llegar a casa y ver a Weasley correr hacia ella contento de verla.

—Siento que tengas que pasar tiempo solo, pero ya llegué, ¿qué has hecho?

Vio que había estado mordiendo la alfombra.

—Mamá se pondrá como loca.

Fueron al jardín y él corrió a su rueda y ella se sentó a contemplar como las hortensias comenzaban a tomar cuerpo.

—Así debe ser —su móvil sonó— ¿Diga?

—Hola, ¿quieres venir a realizar la tarea junto a nosotras?

Era Tess, sintió emoción y dijo que sí, vio a Weasley dando vueltas y suspiró.

—¿Podrían venir a mi casa?

—Preguntaré.

¿A quién?

—Sí, claro.

—Genial, prepararé emparedados y sodas para todas.

Sería una tarde de chicas, preparó emparedados de atún y mayonesa, con lechuga y otros de jamón y queso. Al oler el jamón, Weasley se volvió loco, literalmente saltó sobre los emparedados.

—No, no hagas eso.

Le dio una rebanada de jamón que él comenzó a devorar con fiereza, Salma revisó la nevera, tenía suficiente jugo y escuchó un ruido y al voltear Weasley batallaba con la funda de jamón en el piso.

—¡Weasley deja eso!

Lo correteó y él se subía por todos lados con una agilidad envidiable, tuvo que guardar los emparedados en el horno hasta la hora de que llegaran sus amigas.

Al poco rato llegaron y Karla miraba todo con curiosidad.

—¡Qué bueno que llegaron! Bienvenidas a mi casa.

Tess vio a Weasley lamiéndose la mano caprichosamente.

—¡Es un gato!

—Sí, se llama Weasley y es el gato de la suerte.

Karla hizo un gesto desagradable.

—¿Qué es eso del gato de la suerte?

—Desde que Weasley llegó a mi vida, todo cambió, hasta mi suerte.

Tess lo acariciaba y él se ponía en modo coqueto y Karla comentó:

—A mí me gustan los perros, principalmente los de raza brava, tengo dos, Zeus y Nikita.

Tess comentó con mucho cariño.

—Es hermoso, en verdad toda una novedad para ti que odias los seres vivos.

Karla entonces preguntó:

—¿Qué es eso de odiar los seres vivos?

Tess le explicó:

—Salma odiaba las mascotas, porque decía que se podían morir.

—Pero eso es tonto, todos mueren en algún momento.

—Era lo que pensaba en ese momento —le respondió Salma.

Entonces Karla viendo al gato meterse en la rueda y comenzar a correr dentro de ella, le comentó.

—¿Entonces ahora no piensas así?

—No, Weasley me ha ayudado mucho en ese tema.

Su móvil sonó y vio el número de Gabriel.

—¡Dios mío!

Se apartó para contestar:

—¡Hola, Gabriel!

—Hola, quería saber si deseas asistir a una feria de exhibición de mascotas.

—¿Es en serio? Nunca he ido a una.

Tess la miraba sorprendida y Karla con curiosidad al ver su rubor en las mejillas se preguntaba quién podía ser, la escuchó decir.

—Este sábado, genial, claro.

Cerró toda emocionada y cuando vio a sus amigas, Tess preguntó:

—¿Y quién es Gabriel?

—Un amigo.

Karla miraba al gato tan divertido y pensó que sus perros lo devorarían de una sola y sonrió. Entonces preguntó:

—¿Gabriel es tu novio?

—No, es un amigo, me invitó a una feria de mascotas.

Tess dijo emocionada.

—Suena genial.

—Sí, no puedo ni imaginar que me invite, Weasley es el gato de la suerte.

No podía creer que tuviera una cita, bueno, no era una cita, ¿o sí? La sola idea la ponía como un tomate, le llegó las promociones del evento y estaba muy emocionada al respecto.

2

Karla estaba pensativa, esa chica se creía la gran cosa solo por tener un gato, “gato de la suerte”, no existía tal cosa, llamó a Tess.

—¿Vas a ir a ponerte el piercing?

Tess dudó, la idea la alteraba, era como cruzar la línea y fue sincera.

—No quiero hacerlo.

—Oh, vamos, eres mejor que el miedo.

—Es que no quiero, me da miedo eso de las agujas y los huecos.

—Comprendo —no le agradaban las negativas—, te cuento cómo me fue.




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