Eres Mi Sueño©

CAPÍTULO 28

Caleb no duró mucho en Londres como imaginé haría. Sólo permaneció dos días y después regresó a Jacksonville, según él, por causa del trabajo. Me hubiera gustado que se quedara mucho más tiempo, pero lo entiendo. De igual modo, le agradecí el haberse tomado el tiempo para visitarme, y al menos durar ese período conmigo.

Aunque sinceramente, debo admitir que hubiera dado lo que sea por mantenerlo al menos un poco más de tiempo a mi lado. Con todo lo que me acabo de enterar, necesito a mi hermano conmigo. Pero lo entiendo, hay que mantener el perfil bajo. Caleb, prácticamente, tan solo esperó a que asimilara lo de Dou y después me abandonó, como el buen hermano que es. Según dijo, Douglas no sabe que me encuentro en Londres, y es por esa razón que se ha mantenido mandando las cartas a casa en Jacksonville. Indudablemente, eso me ha ayudado un poco a mantener la calma, aunque sin duda alguna, el miedo de que se entere de todo, me puede y me consume.

Por otro lado, la cosas con la escuela van bien. Trabajos por aquí, tareas por allá, horas sin dormir. Estrés tras estrés. Los profesores nos han estado explotando, y cuánto más el profesor Dunne que, tal parece, está obsesionado con el trabajo extremo y en abundancia. Ahora entiendo porque nadie lo escoge. No puedo esperar a que el período de vacaciones llegue. Siento como si tarde o temprano fuese a caer desmayada en cualquier momento.

Creo que hasta mis ojos revelan las pocas horas de descanso que he tenido.

Resoplo mentalmente.

«Tienes que conseguir el control de tu cuerpo, Elizabeth. Dou ni siquiera sabe que estás aquí en otro país. Para tus paranoias, mujer.»

Tienes razón, no dejaré que Dou aun estando a miles de kilómetros de distancia, se mantenga controlando ni mis pensamientos ni mis emociones. Soy una Elizabeth mejorada.

«Bueno. Tampoco te emociones tanto, eh, que no eres un androide.»

Ruedo mis ojos.

—Hey, Elizabeth —grito cuando siento abruptamente que alguien sacude mi hombro y me saca de mi ensimismamiento—. Tranquilízate, mujer. En qué planeta andas, estás totalmente distraída.

Dios mío, creo que terminaré con un paro cardiaco a mi corta edad si sigo teniendo esta clase de impresiones.

Fulmino a Dave con la mirada. Siempre tiene que ser el que está involucrado en mis ataques.

—Jesús, Dave. Siempre quieres sacar mi corazón de su lugar— trabajo en mi respiración y vuelvo a meter aire a mis pobres pulmones. Espero que no haya ninguna enfermedad por causa de sacar el aire de sopetón.

—Bueno, no es mi culpa que últimamente andes así de distraída.

Niego. Él nunca es el culpable. Típico.

Nota mental: Ahorcar a Dave cuando tenga oportunidad.

—De todos modos, nunca dices nada importante, Dave, acéptalo— es por eso que Dani es mi favorita secretamente, siempre está defendiéndome de Dave y sus ataques.

Él tan solo se encoge de hombros, restándole importancia al asunto.

—Si no iba al tanto de nuestra conversación, entonces eso quiere decir que está tan despistada, que tampoco ha notado a su novio parado en el aparcamiento de la escuela. Solo digo.

Y tan solo la palabra “novio” saliendo de los labios de Dave es tan potente, que puede con mis pensamientos y me vuelve de una cachetada al presente.

Oh, no. Joey.

Mi amado ojos bonitos.

Lo busco con mi mirada por todo el estacionamiento, y en un instante lo noto. Está apoyado en el capó de su auto. Tan guapo como siempre. Pero esta vez debo admitir que esos pantalones de mezclilla negros y esa camiseta blanca, lo hacen lucir mejor que nunca. Claro, y todo eso, sin contar su cabello ligeramente despeinado. Ufff, caliente, caliente.

Ya hasta la boca se me hizo agua con tan solo verlo de lejos.

Es toda una delicia.

«Exagerada

—Lo ves, Dave. Ya hasta la perdimos. Gracias por ser el causante.

—Auch—imagino que acaba de recibir uno de los famosos golpes de la morena—. Algún día te devolveré todos esos golpes, Dani. Juro que me quedaré sin neuronas antes de los 25 si continúas golpeándome de esa manera. 

Retiro mi mirada del chico guapo del tesla y la enfoco en Dave.

Su comentario hace que tense totalmente mi cuerpo. Pero casi de inmediato me recompongo. No quiero que nadie note mi pequeño desliz de cinco segundos.

Definitivamente tengo que sacar de mi cabeza lo que dijo Caleb. Está afectándome a un gran nivel.



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En el texto hay: pasado, amorymusica, londres

Editado: 27.07.2018

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