Dante: en verdad quieres que te vuelve a explicar que eres mía. Solamente que nunca cambiaré mi decisión de casarme contigo y como siempre no sé cómo expresarme.
Mariana: debes de entender que nunca entrare a tu casa sin antes haberme casado y encontraré una manera de cubrirme lo que me hiciste, pero primero necesitas saber qué es lo que quieres, porque si estuvieras enamorado de mí no tendrías ninguna duda de irme contigo, aunque eso vaya en contra de mis principios.
Dante: lo que me molesta es no tenerte a mi lado como yo quiero. Ahora lo único que necesito hacer es respetarte, ya que quiero que seas mía.
Mariana: necesitas definir nuevamente tus sentimientos cuando vuelvas a hablar conmigo y pienso que sería mejor volver a vernos hasta el día de nuestra boda.
Dante: eso jamás pasará. Porque saldremos todos los días y esa es la única manera en que pueden surgir mis verdaderos sentimientos por ti.
Mariana: si quieres hacer todo esto necesitas llevarme a mi casa y en verdad espero que todos estén dormidos. Estoy segura que si ven así pensaran otra cosa completamente diferente.
Dante: esas se llaman demostraciones de amor y no tienen por qué decirte nada. Pero si eso llegara a pasar quiero que me lo digas para poder aclarar las cosas con ellos.
Mariana: si lo haces eso sería peor. Además, nadie se tiene que enterar y ya que terminamos nuestra cita llegó el momento de subirnos a tu auto.
Dante: me gusta el carácter que me estas demostrando en defender lo que piensas y así quiero que sea siempre. Jamás esperé que mi mujer fuera así.
Mariana: seguramente pensaste que siempre te daría la razón en todo. Nada más que así no pasaran las cosas y todavía estás a tiempo para tomar la decisión correcta.
Dante: otra vez estás intentando en romper nuestro compromiso. Debes de entender que nunca escaparas de mí, solo que en tu vida con el único hombre que te casaras será conmigo.
Mariana: eres él único que me lo ha pedido. Acaso piensas que existe otro hombre en mi vida, pero si el existiera nunca te hubiera aceptado como mi esposo.
Dante: no quiero saber que tienes a otra persona cerca de ti. Porque si me entero sentirás lo que es tener un hombre celoso a tu lado.
Mariana: el único que está cerca de mí es el hijo del jardinero y sobre todo él me regala una flor todos los días, ya que sabe que me gustan mucho. Solamente que lo hace sin ninguna mala intención y él no está interesado en mí.
Dante: ahora ya no puedes recibirlas. Él tiene que saber su lugar y a partir de mañana recibirás un hermoso ramo de flores y por último necesito saber que sentimientos sientes por él.
Mariana: acaso estás celoso. Además, él y yo tenemos la misma edad y es una persona agradable, eso no significa que esté enamorada de él.
Dante: no te quiero cerca de él. Estoy seguro de que él te ama y nadie puede intentar enamorarte, nada más que no soporto sentir celos.