Capítulo Once

𝕎𝕚𝕝𝕝𝕚𝕒𝕞𝕤

Mi hermana Araceli había convocado a mis amigos a una reunión urgente en mi mansión; era hora de enfrentar el futuro que se cernía sobre mí como una tormenta inminente.

John fue el primero en llegar, a pesar de que apenas hace unas horas estuvo aquí ayudándome, siempre el más puntual, seguido de Michell, su hermano, los dos de forma de ser tan diferentes pero tan leales a mí. Serkan, con su sabiduría silenciosa está pendiente a nuestro llamado como nuestro asistente. Aubery, con su espíritu libre, y Sahún, cuya lealtad nunca había flaqueado, completaron el círculo.

Todos estaban allí, preocupados pero resueltos a apoyarme.

—Amigos—Comencé a hablar —ya saben que mis padres me están presionando para que acepte un matrimonio por conveniencia con Daina Otaku. Acaban de avisarles a Ari que mañana llegan de Francia a anunciar el compromiso.

En ese momento veo que Araceli se sienta en el escritorio y empieza con su elegante alocución.

—¿Y qué es lo que acabas de hacer ahí afuera, Bill? Papá, está encima de ti para que aceptes el matrimonio con Daina y tú te pones a pedir ser novio de mano mojada con esta chica.

—Ari, ella es sospechosa del atentado de Bill —Sahún inmediatamente me justificó. —Además, se habia estado haciendo pasar por su novia.

—También es la amante de Caesar Ours —Serkan añadió a lo dicho por Sahún.

—Yo seguiré insistiendo que están haciendo las cosas mal —John hace ver su posición ante la situación.

—¿Y qué vas a hacer, amigo? Tus padres vienen mañana para el lunes a primera hora anunciar tu compromiso con la hija mayor del imperio Otaku —Michel hizo ver su preocupación por el tema del compromiso.

—Yo no me voy a casar con nadie. Mi única mujer y esposa es y será Sandra. Papá sabe eso, nunca me volveré a enamorar y mucho menos casar —Esa es y será mi posición ante este tema.

El silencio se apoderó de la habitación mientras cada uno procesaba mis palabras. Sabían de mi amor por Sandra, cómo su pérdida había dejado un vacío imposible de llenar.

Araceli, con su mirada comprensiva, fue la primera en hablar.

—Bill, mereces ser feliz, y Sandra habría querido eso para ti —dijo suavemente —Pero un matrimonio sin amor no es la respuesta.

—Hermano, nunca digas nunca. Algún día llegará la mujer que te hará olvidar todas esas promesas —Aubery y su sabiduría hablando.

Asentí, agradecido por su apoyo.

—Quiero que entiendan —continué —que le he pedido a mi enfermera personal Elizabeth que sea mi novia mientras investigo su posible conexión con el atentado que me dejó en esta silla, y su relación con Caesar Ours, el principal sospechoso. Pero no es un noviazgo real, ya saben mi posición al respecto.

Serkan frunció el ceño, su instinto protector brillando en sus ojos.

—Es peligroso, Williams. ¿Estás seguro de que es la decisión correcta? —Preguntó preocupado.

—Es un riesgo calculado —respondí —Necesito saber la verdad, y ella es la clave.

—Bill, esto es delicado. Por eso los llamé urgente. Y sabiendo que te tienes que casar, te pones de novio con la muchacha esta. —Araceli en su preocupación pide el apoyo de nuestros amigos.

—Jamás me casaré, si estás tan preocupada ¿porque no te casas tú? Le voy a proponer a nuestro padre que te cases con Lyon, ese es otro acuerdo que se puede hacer —Vi que mira disimuladamente a Aubery.

—¡No! —interrumpe Aubery intempestivamente y todos lo miran fijamente —¿Por qué sometes a tu hermana a lo que tú no quieres hacer?

Todos sabemos la historia de amor y desamor de Araceli y Aubery, por eso no decimos nada. Ellos algún día tienen que dar su brazo a torcer y darse una nueva oportunidad. El amor está ahí, pero el orgullo es un mal consejero.

La conversación se prolongó durante horas, cada uno ofreciendo su perspectiva y consejo.

Aubery sugirió un plan para desviar la atención de mis padres, mientras que Michell sugirió buscar aliados dentro del imperio Otaku. Serkan nos recordó la importancia de la discreción, y John, siempre el optimista, aseguró que encontraríamos una solución que honrara mi felicidad y mi deber.

El más radical en todo este tema es Sahún, insiste en investigar a las amigas de Elizabeth y no perder de vista los movimientos de Ours y la misma Elizabeth.

John fue el más reacio a aceptar este plan, al final, acordamos un curso de acción. No sería fácil, pero con el apoyo de mis amigos y la astucia de Araceli, estaba decidido a forjar mi propio destino, uno que no estuviera dictado por las expectativas de otros.

Tenia dos grandes problemas encima. Descubrir el culpable de mi atentado y zafarme de un matrimonio por conveniencia. Es un destino incierto, pero debo de buscar una solución inmediata. El tiempo apremia y es lo que menos tengo... Tiempo y paciencia.

Pasamos al comedor y Cenamos juntos. Elizabeth se encargó, como desde hace una semana, de mis alimentos. Debo reconocer que cocina delicioso, pero inmediatamente sirvió la cena, se fue a su habitación argumentando que tenía jaqueca. Pero yo la noté rara, algo nerviosa.

—Les pido disculpas no poder acompañarlos, pero no me siento bien —Se excusó.

—¿Estás bien linda? —Hago creer que estoy preocupado.

—Me duele la cabeza, ya me tomé dos analgésicos y me voy a recostar. Mañana nos vemos —Salió hasta su habitación sin más.

—Que relación más extraña la de ustedes —Serkan qué está a mi lado, dijo en voz baja.

—Obvio, esa mujer esconde algo —Añadió Sahún, también en voz baja.

Terminamos de cenar sin añadir nada más y mis amigos se despidieron, quedando únicamente con mi hermana, y una vez más, contemplando el camino que teníamos por delante. La lucha sería ardua, pero no estaba solo. Y eso, en sí mismo, era una victoria.

—Bill, ¿y si Elizabeth es inocente?

—Es una probabilidad. Por eso es que la estamos investigando —Le explico.

—Siento que Sahún y tu estan cometiendo una equivocación con esta chica —Araceli esta preocupada de que cometamos un error.