Esclavas

¿Donde está mi Ropa?

 

Lorena desorientada y totalmente desnuda se levanta, entra al baño en busca de una bata de baño y no encontró, sale de la habitación y se asoma por el pasillo, no ve a nadie, regresa a la habitación y busca algo de ropa que ponerse, abre el armario y no hay nada.

 

En las gavetas no hay ropa.  ¿Por qué no hay ropa aquí?. Escucha un ruido en la puerta y entra Carlos, trae una bandeja con el desayuno, Lorena toma una almohada y se cubre con ella. ¿Dónde está mi ropa?, ¿Por qué estoy desnuda?. Le pregunta malhumorada.

 

Carlos sonríe  Te vomitaste toda y te bañe, tu ropa la lavaron, pero envié a traer ropa para ti espero sea de tu agrado, te traje el desayuno.  Lorena tapándose con la almohada, está sonrojada.  No hay nada que ya no haya visto. Le dice sonriendo dejando la bandeja en una mesita de noche.

 

 ¿Qué pasó anoche?. Nada por qué estabas ebria. Ella baja la cara avergonzada. ¡Vete!, no quiero que me veas desnuda. Pero si ya te vi toda… y te bañe te puse jabón por todo tu cuerpo incluyendo tus partes íntimas y pareció agradarte.

 

Lorena le lanza la almohada quedando a la vista todo su hermoso cuerpo, trata de taparse apenada, Carlos la observa,  sus ojos grises se oscurecen, se acerca la toma entre sus brazos, levanta la hermosa cara ruborizada y le planta un beso.

 

Lorena lucha por soltarse de esos brazos que la aprisionan, pero Carlos la mantiene entre sus brazos y ella siente cómo se enciende su pasión varonil que la roza con su potencia. ¿Hoy sí podemos hacer lo que no hicimos anoche?. Por favor suéltame y trae mi ropa.  Ruega ella.

 

El móvil suena y Carlos lo atiende de mala gana. Ya voy. Sale de la habitación dejándola nerviosa. ¡Que susto!. Se dice arrancando la sabana de la cama y se hace un vestido anudado en la parte superior, baja por las escaleras y ve a una mucama.  Búscame mi ropa, por favor.

 

Le pediré permiso al Sr. para traerla. Dice y se marcha rápido, Lorena camina por los amplios salones y escucha voces, se acerca y se asoma tímidamente Carlos la ve y le dice ven siéntate a mi lado, se levanta la toma de la mano y la sienta a su lado.

 

Hay un hombre y dos mujeres mostrando ropa de marca. Ese vestido me gusta, ¿que talla es?. pregunta Carlos, la mujer indica la talla. Si, es su talla. Lorena lo mira y él sonríe mostrando sus blancos y bellos dientes. Toda la ropa es exclusiva y en la talla que ordenó, señor. Le hace saber la dama.

 

Póngala elegante para un almuerzo de negocios. Ordena Carlos, el hombre y las dos mujeres se apresuran a cumplir la orden. Tú no. Dice señalando al hombre. Las mujeres la arrastran prácticamente hasta la habitación que indico Carlos y empiezan su labor, le muestran un surtido de ropa íntima de marca y ella escoge un conjunto negro, se lo pone y le queda perfecto.

 

La quieren vestir con un vestido rojo, pero ella se niega y elige un vestido azul oscuro que le entalla a la perfección, calza unos zapatos tacón aguja, color negro. La maquillan ligeramente, ya que Lorena así lo exigió,  peinan su largo cabello castaño claro con reflejos dorados, Lorena mira su figura reflejada en el espejo, está muy elegante y le gusta lo que ve.

 

En la habitación una gran cantidad de ropa exclusiva es colocada en el armario y las gavetas se ponen repletas de ropa íntima, ropa de dormir, y muchas cosas femeninas que cualquier mujer desea. Una colección de zapatos es colocada en un estante que rota al presionar un botón de un control remoto mostrando hileras de zapatos.

 

Carteras y bolsos que hacen juego, todo es ordenado por varios empleados incluyendo el hombre que llegó con las damas trayendo la ropa. La gran cama es vestida con una sábana negra de satén y las cortinas son reemplazadas por unas más femeninas.

 

Las mujeres salen de la habitación y Carlos entra. ¡Guaoo, que belleza!!. Expresando su admiración. No te he dicho que iría contigo y tampoco me consultaste. Le dice ella con rabia. Por favor Lorena, ven conmigo  a la reunión_ Ruega Carlos. Mi madre me dijo que si me presentaba solo al almuerzo con los inversionistas me iba a desheredar, por favor, siiii.

 

Lorena lo mira,  es un hombre muy guapo su cabello lacio negro y abundante está peinado hacia atrás pero cabellos rebeldes salen y saltan sobre su frente, sus ojos grises sonríen junto con sus hileras de dientes perfectamente alineados, con un cuerpo esbelto, alto y musculoso producto de varias horas de entrenamiento diario.

 

Ella quiere decir que no, pero no puede y acepta ir con él. Deje mi auto en la tienda de autos... ¿entregaste el auto que probamos?. pregunta preocupada. No te preocupes todo está bajo control. Hasta yo. Dice ella con ironía.

 

Carlos se ve muy elegante con un traje negro y camisa blanca con un moño negro. Al caminar juntos por el gran salón del hotel de lujo, todos voltean a verlos, hacen una pareja bellísima. Él toma su mano y la coloca en su brazo.



#740 en Novela contemporánea
#197 en Otros
#197 en Acción

En el texto hay: accion, aventura, naugragio

Editado: 30.12.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.