Esclavas

Esclava Sexual

 

En una casa de campo está Inés una de las chicas que estaba secuestrada junto con Lorena y que fue vendida. Ha sido atada a una soga que pende del techo ha sido violada repetidas veces por ese gordo pervertido, escucha ruidos en la puerta y tiembla de miedo. Entra un hombre, la desata y la alimenta.

 

 El jefe no quiere que mueras invirtió mucho dinero en ti, come!. Inés come toda la comida, tiene que juntar fuerzas para escapar, ya tiene una semana en esta casa donde ha sido violada todos los días, quemada, pellizcada con tenazas, le han dado latigazos, golpeada de todas las formas. Está desnuda y tiembla. Tengo frío donde está mi ropa. Ven tienes que bañarte, el jefe viene a jugar contigo.

 

La lleva al baño, Inés abre la ducha y mira la pequeña ventana, intenta salir por ella pero no puede, vuelve a intentar y está vez lo logra, corre por el campo y llega a una carretera, camina por el monte alto a la orilla de la vía, viene un carro, quiere salir a pedir ayuda pero tiene miedo.

 

Cuando ve pasar el auto frente a ella ve el gordo pervertido que la tiene prisionera, se graba en su mente la placa del auto, viene un camión destartalado, sale de su escondite y hace señas con los brazos, el camión sigue de largo, Inés casi se echa a llorar... cuando ve que el camión viene en reversa, corre hasta llegar a él.

 

  Ayuda por favor me tenían secuestrada. ¡suba!.  Vamos rápido que vienen por mí!. Dice subiendo de prisa, está golpeada, tiene moretones por todas partes, quemaduras y las manos con marcas de haber estado atada, el hombre de avanzada edad se quita la camisa y se la da, Inés se viste con ella.

  Vamos directo a la policía. Ella asiente con la cabeza, casi saliendo de la carretera rural se acerca un auto a gran velocidad. ¡Son ellos!. Inés los ve a través del vidrio. ¡Acuéstate en el piso! No se deje ver.

 

El anciano se alegra al ver a una patrulla de policía, pero el auto que los seguía ha pasado adelante y le hace señas y se encuentran y hablan amistosamente, el camión sigue su ruta.   ¡Qué susto!. Los dos autos se devuelven, como buscando por los matorrales, de la patrulla sale el policía con un perro, el anciano observa por el espejo retrovisor.

 

  Toma nota en la libreta que está en la guantera por favor. Ella anota el número de placa que el anciano le dicta y aprovecha para anotar el que guardó en su mente. Andan varios kilómetros y llegando a la ciudad encuentran dos patrullas de policía, las ignoran porque piensan que son cómplices de los malos.

 

  ¿A dónde iremos si la policía está implicada en esto?. Pregunta el anciano. No sé. Mucho gusto señorita me llamo Juan. Soy Inés, gracias por ayudarme, Dios lo puso en mi camino. Vamos a llevarte al hospital, estás muy golpeada. Van al hospital principal de la ciudad. Los médicos la examinan tomando muestras de fluidos, y ella es colocada en observación.

 

En emergencia se hace un revuelo, los periodistas cazadores de noticias sensacionales, entrevistan a Inés, la noticia le da la vuelta al mundo, la policía interviene tomando el caso. Inés no confía en la policía y se guarda la información que tiene de los secuestradores y traficantes de chicas.

 

  Lorena y Carlos están viendo TV y ven la noticia  Es la chica que estaba secuestrada junto conmigo!. Grita Lorena. Mi linda, Vamos al hospital. Si vamos. Salen rápido de la mansión y llegan al hospital. La policía quiere saber quienes son y los interroga. Es mi amiga. Los dejan pasar. Hola, ¿estás bien?. Se abrazan e Inés llora. No llores, ya estás a salvo. No estoy a salvo, la policía está involucrada en los secuestros, quien puede ayudarme.

 

  Te ayudaremos, no te preocupes, a quien llamamos para que vengan por ti. No tengo a nadie en esta ciudad, soy estudiante de medicina aquí y vivía en la residencia universitaria, el anciano que me ayudó a escapar me ofreció su casa, pero no quiero ir allí porque vive cerca de donde me tenían prisionera.

 

 ¿Que te hicieron esos salvajes?, Mira cómo estás toda golpeada. Inés les cuenta el tormento que vivió siendo esclava sexual de un pervertido. Lloran juntas y Carlos las mira muy preocupado, no le gusta ver llorar a su novia.

 

  Te ofrecemos alojamiento y protección, no te vamos a dejar sola en esto y lucharemos porque se haga justicia. Le dice Lorena. ¿Y tú cómo lograste escapar?. Mi novio me rescató, ¡mi amor!, conoce a mi amiga en tristes circunstancias, pero me consoló y trato de ayudarme. Mucho Gusto, soy Carlos Santeliz. La cara de Lorena ha cambiado está pensando en algo terrible.

 

  Atada con esposas a la cama Lorena grita y se retuerce. No hagas eso te esposarán las piernas y si no dejas de gritar te pondrán un trapo en la boca o te inyectan sedantes, cálmate por favor.  Le dice Inés para ayudarla pero Lorena estaba presa del pánico y no oía de razones, Lorena tiembla y Carlos que ha notado su cambio, la abraza. Calma, mi amor, no tengas miedo, estoy aquí.



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En el texto hay: accion, aventura, naugragio

Editado: 30.12.2023

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