24 de Septiembre de 2021.
23:18 p.m.
¿No les pasa que viven de contradicciones?
Yo sí.
Tengo sueños que quisiera cumplir, una vida futura que quisiera disfrutar, con el mismo ímpetu de desear extinguirme, morir.
Escribir, te salva o te termina de matar. Ver que tan jodida estás plasmado en algún lugar duele.
Siento que estoy perdiendo la maldita cabeza a momentos. Mi jodida mente. La tan necesitada cordura. La siento deslizándose fuera de mi lentamente tras noches de insomnio, noches dónde mis pensamientos dejan ir su lado racional y la locura sobreviene. Dónde mis decisiones y comportamientos se encuentran atraídos hacía el dolor, el sufrimiento y el descenso. La muerte.
Joder.
Esta noche me está envenenando la melancolía, mi pecho clama expulsar el llanto, pero no deseo ahogarme con mi densa humedad; resisto como siempre, imaginando abrazos de seres sin rostro.
Como quisiera hacer de mi horrendo rostro una fotografía artística que refleje la desgracia humana de sentirse un nadie en el mundo.
Hoy fue un día terrible. La tristeza me ha dejado vacía por horas. En un puto estupor. Y claramente tendré un insomnio que me joderá más la cabeza con los pensamientos rumiantes y agresivos que me asaltarán.
Es frustrante y cansador no tener una estabilidad emocional, ni una puta constancia respecto a como amaneceré el siguiente día y que emociones y sentimientos me bombardearán. Es la peor incertidumbre de mi vida. ¿Estaré feliz? ¿Estaré enojada? ¿Estaré triste? ¿Tendré ganas de salir a pasear? ¿O no podré levantarme de la cama? ¿Reiré, sonreiré, lloraré, o tendré una crisis? ¿Querré suicidarme?
Y los demás dicen: tranquila, tú puedes, tienes la valentía suficiente para salir de esto. Esfuérzate. Estarás mejor mañana. Depende de tu actitud.
Y yo río. Porque jodidamente no. Esto no se combate con puto valor, ni coraje, ni actitud positiva, ni ninguna de esas mierdas
Los trastornos mentales son enfermedades. No hay que minimizar una situación desagradable que jamás se ha vivido porque nunca se sabe cómo fue el sufrimiento de quien sí la tuvo que pasar.
Afecciones.
Mi cabeza es la que está mal, no mi maldita fuerza de voluntad o lo que sea.
¿Quién en su sano juicio querría sufrir?
No es una elección.
Es un desastre.
Son las 23:29 p.m. y siento que ya no soporto otro día más. No puedo más. No quiero ver el jodido sol naciendo por la mañana iluminando todo a su maldito paso, mientras yo continuo pudriéndome bajo las mantas en mi cuarto.
Estoy harta.
Hoy también le dije a mi psicólogo que ya sabía como quería suicidarme, pero que no lo haría. El se alertó, y yo no entendía porqué. Le expliqué que simplemente saber cómo lo haría me calmaba, saber que siempre tendría una solución en mis manos ante cualquier circunstancia, pero era solo un plan hipotético.
Me dijo que respecto al suicidio, hay una serie de distintos niveles que uno va pasando, desde el simple pensamiento fugaz de estrés tipo "ay estoy chato quiero morir", casi en joda, a el acto en sí mismo, matarse, y que yo estaba en el penúltimo nivel.
Eso me sorprendió bastante. Para mí no era la gran cosa el tener planeado mi muerte. Me decía a mi misma que jamás llegaría a ese punto, pero mi psicólogo me hizo ver que cuando uno pasa por las crisis de angustia como yo, el pensamiento racional se va a la mierda, entonces esta planeación tan lejana pasaría a ser mi primera opción de escape.
Me di cuenta que estoy peor de lo que pensaba, que necesito más ayuda. Más contención. Y eso me da miedo, aceptar su ayuda. No sé como lidiar con esto.
Quiero estar mejor, pero me hace sentir tremendamente vulnerable. No quiero que me falle. Y no quiero fallar.
Necesito dormir. Necesito dormir, joder. No quiero seguir pensando. No quiero, no quiero, en verdad no quiero. Necesito descansar, por favor. ¿Qué más tengo que hacer? Soy adicta a las pastillas, simplemente por el hecho de que me gusta tragarlas, pero ya no me hacen efecto. No me hacen ninguna mierda. ¡¿Qué tengo que hacer?!
Quiero dormir. Sólo un poco. Un poco, un poco.
Y esto simplemente está empezando, me queda el resto de esta jodida noche de mierda.
Es tremendamente agotador estar en este vaivén de emociones, sensaciones y sentimientos. A veces río, sonrío y me divierto, pero por alguna maldita razón estoy deprimida casi todo el tiempo. ¿Por qué? Tengo una buena vida, buenos amigos, y al parecer no es suficiente. Me pregunto qué pecado estaré pagando como para sufrir de este modo.
¿Es una falla en mi cerebro que me hace así? Las drogas ya no me sirven, sólo me vuelven adicta. ¿Me han pasado cosas traumáticas? Quien sabe, la represión es una maravilla mental. Sólo necesito expresarme, liberar un poco la pesadez que siento en el pecho y el nudo que aprieta mi garganta. No quiero asfixiarme. No aún.