Ethan
Hay cosas que el destino hace por joder, como lo que Megan dijo hace unos momentos en la mesa de la cafetería.
Me molesta y me hace hervir de rabia pensar que el imbecil ese estará cerca de ella, solo porque es un bruto eso no le da derecho a justamente emparejarse en un proyecto con Meg.
Mentalmente suspiro y hago ejercicios de respiración para calmarme y no hacer una locura.
***
Después de salir como alma que lleva el diablo de la cafetería me fui a hacer lo único que me calma en momentos así.
Monte mi camioneta negra y me fui al gimnasio a hacer unas rondas en las pesas y con el saco de boxeo, cuando llegue salude a la recepcionista y me quite mi camisa a medida que entraba a la zona de pesas, me puse mi gorra y comencé con las pesas mas pequeñas.
A medida que iba calentando mi cuerpo y mi mente se estaban relajando, lo se extraño pero así soy yo por eso ando así de musculoso e intimidante. Hay personas que se calma con música, lectura o comida yo me calmo con ejercicios.
Puse mi iPod a reproducir el YouTube la canción de Drake "hotline bling" y comencé a cantar a voz alta.
Estaba tan empedernido en mi mente que no me había dado cuenta de que tenía público y cuando termine de cantar y hacer estupideces mientras levantaba pesas de manos, escuche un jadeo muy femenino.
Al voltear vi que Megan me estaba mirando con sus hermoso ojos azules cristalinos que si no me equivoco estaban más brillantes que de costumbre.
-Tienes una voz que me encanta- Había dicho con una voz demasiado suave que hizo que mi cuerpo por completo erizarse.
-¿Cuánto de las canciones escuchaste?- Le pregunte con una voz muy ronca para mi parecer, pero ella ni se inmutó. Me acerqué a ella después de dejar las pesas en su lugar y me senté a su lado en el banquillo.
-Lo suficiente para decirte que... Me encanta tu voz- Lo dijo todo en un medio susurro medio suspiro y sus ojitos brillaron más.
Como era de acostumbrarse me quede embobado viendo esos hermosos obres azules hielo que casi me derrito de lo dulce que es.
-Gracias Meggi cuando quieras te canto, por mí no habrá ningún problema- Le dije, y como era de esperarse se sonrojó tanto que casi se confunde su cara con su cabello rojo fuego.
-Me encantaría que me cantarás claro si quieres y no hay ningún problema- Ella dijo con su cabeza hacia abajo. Eso era adorable ella era muy tímida, para ser una chica de 21años era demasiado tímida, inocente, dulce eso fue lo que más me enamoro de ella.
-Y... ¿qué haces aquí?- Le preguntó porque ella no viene mucho para acá a no ser que venga con mi hermana a hacer ejercicio pero del resto no viene.
Y no es que le haga mucha falta hacerlos, es de ese tipo de personas que comen mucho y engordan poco.
Ella pensó su respuesta y con un suspiro de derrota hablo.
-Te fuiste de la cafetería muy molesto y no quería que te pasara algo malo o que cometieras un acto vandálico e indebido y me sentiría muy culpable de ser así.- Respondió con su cabeza un poquito inclinada hacia la derecha, un gesto muy lindo de su parte, siempre hacía eso cuando estaba incomoda o no quería decir algo malo. Me acerqué y le pase la mano por la mejilla.
-Lamento haberte hecho sentir mal Meggi, pero no me gusta tu nuevo compañero de proyecto y no quiero que él te lastime solo porque no puede superar que sea mejor que el en fútbol- Dije con un suspiro bajo.
Ella se movió un poco más cerca de mi, así nuestros cuerpos estarían a solo centímetros de estar pegado. Y dijo con voz suave.
-A mí tampoco me gusta pero el profesor lo eligió y no puedo hacer nada porque el profesor quiere que lo ayude a mejorar en esa materia así que lo puedo dejarlo mal, sé que ustedes no se llevan bien desde hace mucho tiempo, pero te prometo que si él hace algo indebido o me lastima te diré- Me dijo y levanto la mano en señal de juramento y con una sonrisa de lo más hermosa. Y no me pude resistir y la bese en los labios era tan adorable que no pude resistirme a la tentación de probar sus dulces labios otra vez así que lo hice. Por un momento ella se quedó inmóvil y pensé que estaba incomoda hace que me iba alejando lentamente, me miró con los ojos como platos y puso sus pequeñas manos a los lados de mi cara y me acerco a sus labios y me besó.
Esta vez sí fue un beso. Primero fue dulce y delicado, pero cuando moví mis manos a su pequeña cintura soltó un adorable gemido yo aproveche para meter mi lengua y obtener una probada de su sabor. Era exquisita sabía a fresas con crema, mi sabor favorito. Empezamos una guerra de lenguas y nos tuvimos que separar por falta de aire en nuestros pulmones, cuando nos separamos ella tenía los ojos cerrados con su boca hinchada y roja de la presión que ejerció mi boca en la suya lo que hizo que me dieron ganas de besarla de nuevo, pero ella me detuvo con sus palabras.
-El mejor juramento de la vida- Lo dijo con esa sonrisa característica de ella. Y así como así me enamore un poquito más de ella como si eso fue posible.
Feliz 2019 bebeees. Espero les guste el capitulo. Tarde pero seguro. Las quiero.
Betsy.
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Editado: 15.08.2019