Esto no es un drama coreano

32. Happy Birthday

 

Al llegar a la casa ya casi es la hora del almuerzo, por lo que Tae Hyuk, después de esconder los obsequios de Andrea, se apresura a cocinar. Luego del almuerzo, ella se va a cuidar a su paciente por unas horas, lo que le deja a él la tarde libre para preparar la cena con calma.

Sin embargo, Andrea regresa pronto y lo encuentra en medio de sus preparativos.

—¿Qué es todo esto? —le pregunta usando el traductor al tiempo que entra a la cocina.

Tae Hyuk le hace señas para que le acerque el teléfono y pueda traducir sin que tenga que dejar de preparar una especie de masa.

—Tu cena. Feliz cumpleaños —le responde y sigue con lo suyo.

Nota con claridad que ella se le queda viendo, como si esperara algo más que ese frío saludo, pero al ver que solo será eso, se vuelve a mirar todos los platillos que Tae Hyuk ya ha preparado.

Poco antes de las ocho llegan Sofía y Karen, que ahora viven juntas, y más tarde aparece Erick con una torta. Todos lo saludan con naturalidad, menos Karen, que solo le dirige un "hola". Recién entonces Tae Hyuk se acuerda de que ellos dos se separaron hacen unas semanas.

Luego de la cena, todos se acomodan en los sillones y conversan un rato, bebiendo vino y halagando las Andy's Cook que Sofía ha robado de la cocina para consternación de Tae Hyuk. Ese era otro de los obsequios para Andrea.

Sofía parece especialmente entusiasmada con las que representan a los diablillos felinos y con los de carne y hueso, que se escapan de su suite para ir a socializar con los invitados.

A pesar de que Tae Hyuk no entiende ni la mitad de todo lo que se dice en esa reunión, no se siente excluido. Le basta con que Andrea se vuelve a mirarlo y le sonría para que todo aquello parezca de los más agradable. Si embargo, luego de leer un mensaje que le dibuja una enorme sonrisa, sus amigas empiezan a hacerle preguntas y de entre la respuesta de ella distingue con claridad, varias veces, la palabra "Ale".

¿Ese idiota le escribió?

—Ale, Ale, Ale, ¿acaso está cantando la canción de Ricky Martin?

Tae Hyuk se da cuenta de que pensó en voz alta al ver que todos se le quedan viendo como si esperaran que traduzca pues habló en coreano. Para salir del paso, les ofrece “¿más vino?” hablando en español y se levanta a traer otra botella sin esperar respuesta.

Poco después, Sofía insiste en que pongan música con lo que bailan todos menos Karen, pues no quiere acercarse ni a él ni a Erick. En un arrebato, Sofía la saca a bailar, jalan a Andrea y las tres, desinhibidas por la bebida, se dedican a cantar y bailar como si estuvieran solas.

Luego de un par de horas, cantan el "feliz cumpleaños" y poco después todos se van dejando a Andrea y Tae Hyuk a solas, por fin.

—Gracias por todo. La cena estuvo genial —le dice Andrea en la voz del traductor.

Wait here —responde Tae Hyuk y va a traer sus obsequios.

Ella, sorprendida, se los recibe. Son dos bolsas de regalo.

Happy Birthday.

Andrea lo mira sonriendo de oreja a oreja al oírlo, luego estira los brazos a los lados, y le dice algo en español. Tae Hyuk demora en reaccionar por lo que ella lo apura repitiendo la palabra en coreano que significa “rápido”. Sonriendo encantado por su atrevimiento (si estuviera del todo sobria no le pediría un abrazo y menos de esa manera), le rodea el cuerpo estrechándola contra su pecho.

Happy Birthday —vuelve a decirle, pero esta vez susurrando contra su cabello.

Ella se acurruca entre sus brazos de tal modo que le provoca quedarse así por el resto de la noche, o de la vida, sin embargo, es ella misma quien se separa, curiosa por ver lo que contienen las bolsas: un vestido y un par de zapatos a juego.

—Son muy bonitos, gracias... pero, ¿cómo supiste mis tallas? —pregunta ella a través de su traductor.

—Lo calculé —responde él ayudándose también del teléfono—. Pensaba que podrías usarlos hoy, cuando fuéramos a ese malecón que te gusta tanto, pero la cena se alargó más de lo que pensé. Será mejor que vayamos mañana…

—¡No! ¡Todavía es temprano! ¡Vamos ahora!

—Estás ebria, será mejor que descanses.

—¡No estoy ebria! ¡Estoy perfectamente! ¡Mira!

Para demostrar su punto, Andrea deja las cosas en la mesa e intenta hacer el cuatro, pero solo aguanta un par de segundos.

Tomorrow —le dice Kim sosteniéndole el rostro con las manos.

Ella hace un puchero que casi lo vence y lo pone a diez a centímetros de plantarle un beso en los labios, pero logra desviarse a tiempo y se lo termina dando en punta de la nariz. Para su sorpresa, Andrea reacciona dándole un palmazo en el hombro y murmurándole algo en español. Tae Hyuk se aleja con la excusa de coger el teléfono.

—Soy bueno calculando tallas, pero, por si acaso, mídete el vestido y los zapatos. Si no te quedan podemos cambiarlos —le dice.

Ella vuelve a responder en español mirándolo fijamente, luego se le acerca con un curioso ademán decidido. Tae Hyuk sabe que no será capaz de contenerse una segunda vez, de modo que huye a su cuarto despidiéndose con un "buenas noches" en inglés.

Ya a solas, se deja caer en la cama con una sensación de impotencia empezando a hormiguearle en el cuerpo. Hay tanto que quisiera hacer con ella...

Al volver el rostro hacia su mesa de noche, ve el boleto y se incorpora de un salto. ¿Cómo pudo ser tan descuidado? Sabe que Andrea no entraría a husmear en su habitación, pero bastaría con que se asomara para verlo. Tae Hyuk toma el boleto. De repente le sorprende que un trozo de papel tenga tanto poder; no se trata solo del medio para trasladarse de un lugar a otro sino de la posibilidad de cambiar por completo una vida.

—Se supone que esto es lo correcto...

Una frase en español le hiela la sangre. Al levantar la mirada encuentra a Andrea observándolo atenta desde la puerta, poniendo especial atención en el papel que él tiene entre las manos: su boleto de regreso a Corea.




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