CAPITULO 7
ISABELLA
Tengo ojeras, estoy cansada, frustrada, me encuentro en poción fetal en mi oficina, llevo una semana tratando de estudiar la demanda del señor Antonio pero es más complicado de lo que pensaba, ya que hay un conflicto de intereses entre los hijos y nietos de la familia Scott, justo con una División judicial de una casa heredada, pero sobre todo con que el señor Antonio es muy conservador y me quiere fuera del caso
Recuerdo
Me encuentro terminado de preparar para recibir al señor Antonio para verme para hablar sobre su demanda y el cambio de testamento, al poco tiempo que tengo todo listo él llega, no muy feliz, su pelo es blanco con una que otra arruga y apoyándose de un bastón pero sigue siendo un hombre realmente guapo a pesar de su edad
-señor Antonio me da mucho gusto volver a verlo-el me mira de arriba a abajo
-¿y tú quién eres? – había olvidado que el señor Antonio no me ve desde que tenía 17 años
-señor Antonio son Isabella rubios – sus ojos se iluminan y me muestra una gran sonrisa
-Isabella no te reconocí- me vuelve a mirar de arriba a abajo pero esta vez con orgullo-te has convertido en una gran mujer – asiento con una gran sonrisa - ¿dime que estás haciendo aquí?
-señor Antonio me gradué de abogada y llevare su caso- su sonrisa desaparece automáticamente de su cara
-¿es en serio?- asiento totalmente confundida- me disculpo Isabella pero no te creo capaz de llevar mi caso además si ofender pero que puedes saber una mujer que no tiene familia sobre casos familiares –me mira mal y yo me muerdo la lengua para no responder y mantener la sonrisa
-le aseguro señor Antonio que soy capaz de llevar su caso- el me mira con duda- no necesito tener una familia para que eso pase
-me rehusó a que alguien si familia atienda mi caso de seguro ni siguieras podrás llegar a un acuerdo- respiro profundo
-¿por qué no me prueba y vera?- el parece pensarlo un poco para después mirarme con una gran sonrisa
-bien si logras llegara un acuerdo sin llegar a juicio me disculpare contigo y te recomendare con todos mis conocidos- una gran sonrisa aparece en mi cara – pero si no llegas a un acuerdo buscare a alguien que tenga una familia para atender mi caso – asiento y le doy la mano- tiene una semana pequeña Isabella espero que no me falle
- vera que no señor Antonio
Fin del recuerdo
Que estupidez cometí al hacer esa apuesta, creí que llegaría a un acuerdo con la familia del señor Antonio por ser conocida de ellos, mas mis conocimientos como abogada sería fácil, pero resulta que me equivoque
Al reunirme con algunos de los hijos del señor Antonio todos se niegan a llegar a un acuerdo refutando que es absurdo lo que está pasando, y el más complicado de esto es el principal causa de la demanda es Adam
Por ser el primer hijo del primogénito del señor Antonio le corresponde ser el próximo cabella de familia pero por la presente demanda que tiene el y su ex esposa, su abuelo le quiere quitar todo, he tratado de hablar con Adam para llegar a un acuerdo pero esta tan ocupado en su propio caso que por el hecho de trabajar en la misma firma no ha servido de nada
Hoy llegara el señor Antonio para ver mi progreso pero no tengo nada, pareciera que todos se hubieran puesto de acuerdo para no estar de acuerdo, me levanto frustrada de mi asiento y salgo de mi oficina
-Emilie - ella me mira con una sonrisa- voy a salir a comer algo volveré en un rato- ella asiente y yo me dirijo para el ascensor
Llego a recepción y salgo por la puerta principal, a una cuadra de distancia se encuentra una cafetería muy famosa, entro y decido en pedir un café y una pizza
Soy de esas personas que pueden comer todo lo que quiera y jamás engordan, lo que me facilita mucho a mí ya que nunca me ha importado cuantas calorías como, a veces hago ejercicio pero es más por gusto que por bajar de peso
Una vez que termino de comer decido que ya me he relajado lo sufriente para poder volver a la oficina y buscar una manera de que el señor Antonio me dé más tiempo, sé que será muy difícil pero la fe es lo último que se pierde, cuando estoy entrando veo que la recepcionista está discutiendo con una niña que quiere soltarse de su agarre, rápidamente me acerco a ellas
-¿qué está pasando aquí?-miro a la recepcionista que más bien parece que una prostituta que una recepcionista
-señora rubios esta niña quiso entrar a robar
-cállate no soy una ladrona- veo a la niña con lágrimas en los ojos
-señora rubios eso dicen todos-dice ella pero mi mirada va al brazo que ella está tomando, se está poniendo rojo de la fuerza – señora rubios ayúdeme a sacarla por favor – veo a la niña y su ropa esta limpia, tiene el mismo uniforme que yo usaba cuando estaba estudiando en primaria, no pareciera que viniera a robar ¿tal vez tenga familia aquí?
-pues yo creo que le estas lastimando el brazo así que la sueltas ahora- ella me mira con los ojos abiertos – al menos le preguntaste a que viene aquí, no se te ocurrió que podía ser hija de alguien- ella se queda muda sin decir nada y yo la miro mal para arrodillarme para estar a la altura de la niña – hola pequeña- ella deja de llorar por un momento y fija su mirada en mi- ¿has venido a buscar al alguien?- ella mira a la recepcionista que solo la mira con desprecio y después a mí con duda pero al final asiente - ¿puedes decirme a quién?- después de pensar un poco habla
-vengo a buscar a mi padre
-¿puedes decirme el nombre de tu padre?- ella asiente
Editado: 27.03.2024