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Capítulo 24
ADAM
La luz del sol se cuela por la ventana y pega directamente a los ojos, me empiezo a mover para acomodarme en la cama, pero al extender mi mano por la cama noto un vacío en ella, abro los ojos para verificar si estoy solo y así es, suelto un gran suspiro, debí esperar esto
Ella estaba borracha y no sabía lo que hacía, tenía que haberme negado pero la felicidad me invadió, soy realmente un estúpido, cuando estaba a punto de levantarme de la cama, la puerta de la habitación es abierta dejándome sorprendido por lo que veían mis ojos, Isabella se encontraba usando mi camisa tratar de tapar su cuerpo, junto tenía una bandeja con comida
- Buenos días- ella se termina de acercar a la cama para poner la bandeja al lado de ella - quise prepararte el desayuno- todavía no he caído en cuenta y solo puedo pestañar barias veces- ¿estás bien?- me doy una fuerte cachetada asustando a Isabella- Adam que rayos te pasa
- No estoy soñando- ella me mira como si estuviera loco- en verdad estas aquí- no aguanto más y me lanzo para darle un gran beso lleno de intensidad y deseo para nuevamente hacerla mía sin dudar – realmente no es un sueño – ella se ríe por lo bajo
- Realmente eres un tonto – la tomo de la cintura para acercarla a mí y darle un beso en la cabeza
- Quiero quedarme así contigo para siempre – la apretó más a mi sintiendo una enorme felicidad- te quiero Isabella – ella no dice nada y solo se aferra a mi cuerpo sin decir nada
Después de lo de anoche y el tenerla aquí a mi lado, todo se ha vuelto más claro, cada día que paso a su lado me convenzo más de que Isabella es la persona que quiero y esperare al momento en la que ella se sienta convencida de mi amor por ella, en ese momento el teléfono de Isabella suena y ella se estira para tomarlo
- Hola… que – lo que sea que le dijo la otra persona al teléfono, basto para hacerla levantar de la cama y haberla asustado un poco – entiendo – ella voltea a verme- si vamos de regreso – suelto un gran suspiro justo eran las palabras que no quería escuchar – tenemos que regresar – gruño por lo bajo sin ánimos de moverme, ella se acomoda en la cama – si regresamos ahora, podemos empezar la mudanza a tu casa – la miro fijamente con los ojos abiertos
- ¿en serio?- ella asiente
- Ahora que estamos casados lo mejor es que empecemos a vivir justos, así tu hija podrá adaptarse más a mí- me lanzo a los brazos de Isabella para darle muchos besos en la cara cosa que la hace sonreír- sabes que me estoy enamorando de ti – ella acomoda su cabello
- Empezare a hacer las maletas – me da un beso- puedes apartar los boletos de avión – yo solo asiento- gracias- se levanta de la cama para ir a bañarse y cambiarse,
Después de que salir decido hacer lo mismo, para después estar listos nos fuimos al aeropuerto y en menos de 8 horas ya nos encontrábamos en sanfrancisco, al día siguiente fuimos a la oficina
- Vaya si es el recién casado – le sonrió – por lo visto te fue muy bien en la luna de miel- asiento
- Le dije a Isabella que la quería, dimo un gran paso en nuestra relación
- En verdad te felicito
- Puedes llamarme a Nicolás quiero hablar con el – ella niega
- El todavía no ha llegado- asiento con la cabeza de seguro anoche se fue de fiesta
- Puedes decirle que venga a mi oficina cuando llegue- ella asiente
Entro a mi oficina para comenzar a trabajar pero alguna razón el trabajo se vuelve aburrido y monótono, en la única persona en la que puedo pensar es en Isabella, aun no puedo creer el paso que acabamos de dar, quiero hacer que jamás se arrepienta a ver tomado esta decisión y alarga que este matrimonio hasta que ella este convencida de lo nuestro
- Me dijeron que me estabas buscando- alzo la mirada para ver entrar a Nicolás veo mi reloj y son casi las 3 dela tarde
- Hombre vaya hora de entrar al trabajo- el sube y bajo los hombros sin expresión alguna- por lo que veo la chica de anoche no lleno tus expectativas- me empiezo a reír pero el solo sonrió ligeramente, ok ahora si me estoy preocupando- ¿está todo bien? – el me mira fijamente como si pareciera estar luchando por decirme o no algo
- Me gusta luz- mis ojos se abren de golpe y juro que en ese momento todo dejo de girar – desde hace tiempo – soltó un suspiro – pensé que era algo pasajero o que podría olvidarme de ella con otras chicas – el baja la cabeza- pero el día de la boda me hizo darme cuenta que cada vez que la veo me enamoro más de ella pero no sé si deba decirle la verdad ya que sé que eso arruinaría todo lo que tenemos – fija su mirada en la mía- ¿crees que podría vivir con ese sentimiento?- suelto un suspiro
La verdad no me esperaba que Nicolás me confesara algo así y me encuentro en estado de show, me dirijo al mueble de mi oficina para sentarme en el
- Vaya bomba me lanzaste amigo – me rio sin gracia y el me sigue
- Supuse que ya era momento de decirte – se sienta en frente de mi – después de todo no todos los secretos son para siempre - asiento dándole la razón – sé que le he hecho mucho daño acostándome con otras personas para poder olvidarla aunque no sepa lo que ella siente por mi ¿crees que pueda perdóname por al verle hecho lo que le hice?- suelto un gran suspiro
- No te voy decir que lo que hiciste estuvo bien, debiste decirle lo que sentías desde un principio-paso mis manos por todo mi cabello- no puedo decir te ella alguna vez te perdonara porque no sabemos lo que ella siente por ti, y apenas que se lo preguntes nunca sabrás sus sentimientos por esa rayos perdónate por eres ajeno a sus sentimientos- el me mira sin expresión alguna
- ¿y qué pasa si ella siente lo que yo siento? – lo pienso un poco
- Igualmente no eres responsable ya que ninguno de los 2 tenía conocimiento de lo que sentía el uno por el otro- el asiente para después levantarse y empezar a irse- ¿le dirás la verdad ?- el voltea a verme con una sonrisa triste
- Tal vez algún día- y con esas palabras sale de mi oficina dejándome muy confundido