Eternos

Prefacio

Nikolai no deja de dar vueltas en el mismo lugar, lleva como media hora haciendo eso, ni siquiera yo entiendo lo que está pasando de repente me comenzar a sentirme muy enferma.

 

Hace unos días subimos de nivel en nuestra relación, fue totalmente mágico y hermoso tiempo después comencé a sentirme mal al principio no dije nada, pero leyendo un viejo libro de la madre de Nikolai me enteré que al ser híbrido sus órganos no están muertos, puede ser que los míos estén igual, le acabo de decir lo que descubrí y desde ese momento no ha dejado de dar vueltas.

 

—¿Crees que es posible? —mi voz sonaba quebrada, un sollozo escapo de mi garganta, me había hecho a la idea de nunca poder tener hijos, pero después de lo que descubrí no lo veo tan alocado, solo falta que todos los originales puedan hacerlo, podría realizar un hechizo para confirmarlo, siempre pensé que los vampiros no podían reproducirse.

 

—Leí el libro y según mi madre los Vampiros no pueden reproducirse con la misma especie, pero nosotros no somos del mismo tipo de híbridos — mi garganta se sentía muy seca, que le podía dar yo a un niño si resultaba embarazada...apenas estaba estudiando y no tenía ni idea cambiar un pañal.

 

Mis lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.

 

—Solecito no llores— se acerca rápidamente a mí

—No pensé que fuera posible...yo...lo siento.

—Si esto es posible...nos haremos responsables—me beso la frente

—Te amo.

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 “Siempre queremos lo que todos quieren”. Damon Salvatore.

 




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