Conocer a tu familia fue un reto al principio, nunca me habia enfrentado a la situacion de desear aceptacion por parte de una familia y el hecho de saber que fueran tal vez mi familia en un futuro me causaba ansiedad, así que pretendia no pensar en eso.
conocí a parte de tu familia una semana despues de que comenzaramos a ser novios, por la fiesta de cumpleaños de tu abuelo, yo acababa de salir de mi trabajo y no me avisaste con anticipacion asi que ni siquiera estaba maquillada o bien vestida, pero esto parecía no molestarle a nadie, me recibieron con sonrisas y con entusiasmo, me sentí extraña de tanta familiaridad pero era agradable saber que era bien recibida.
Tus hermanas son las hermanas que hubiese querido tener, tu familia es muy unida y eso siempre me hizo sentir cómoda con ellos, porque parecía que no había secretos entre ustedes, a tal punto que me gustaba más estar con tu familia que con la mía, no es para nada un secreto que mis tíos siempre discuten y el veneno se escurre por las lenguas de sus esposas, cosa que detesto…
No sé en realidad como fue para ti conocer a mi familia, ellos son burlescos igual que tú y eso parecía no molestarte, de cualquier forma, rara vez me acompañabas a cenar con ellos, siempre estabas trabajando, ocupado o demasiado cansado como para ir conmigo.
Recuerdo la primera vez que hablamos con profundidad de nuestras familias, recuerdo haber llorado con tu historia, sobre el como perdiste a tu padre, sobre como tu madre trabajaba día a día para darles bienestar y estudios a tus hermanas y a ti. Tu madre es la suegra que cualquiera desea tener, atenta, cariñosa, comprensiva… y amorosa con todos. Valoro el excelente ser humano que tu madre es para todos a su alrededor, al igual que tus hermanas, quienes cuidaron de ti y tu hermana menor mientras tu madre se ausentaba. Recuerdo tu mirada triste y vacía cuando hablabas de tu papá y esa sonrisa nostálgica cuando recordabas viejos tiempos.
Y como olvidar a tus sobrinos, mis sobrinos y hoy en día mis pequeños amigos y compañeros de juego, realmente llegué a querer esas sonrisas, esos abrazos y besos inesperados, esos chistes a tus costillas y compartir la comida chatarra siempre que se podía.
No olvidaré jamás el como siempre estuvieron dispuestos a ayudarme, definitivamente tu familia es una de las cosas que más extrañaré ahora que ya no estamos juntos…