03 de Octubre del 2019
Cuando las cosas terminan tal como lo nuestro terminó (sin problemas por terceros ni discusiones) lo que queda por decir es tal vez algo cruel "Terminamos, pero quiero que sigamos siendo amigos".
me dijeron que es imposible, que simplemente no va a funcionar, pero al principio lo consideré una buena idea porque pensé que eras demasiado importante en mi vida como para dejarte ir para siempre, además de que en el fondo de mi estupido corazon tenía la esperanza de que volvieras, de que de alguna manera te dieras cuenta de que seguias queriendome y que estabas solo confundido. Soy demasiado ilusa.
Pasaron los meses y me hablaste de manera ocasional, preguntando cómo me encontraba y por mi familia, eso me parecía amable pero traté con todas mis fuerzas no responderte de manera amigable, quería mantenerme distante para que echaras de menos mi calidez, pero conforme pasaba el tiempo comencé a pensar que era un recurso inutil. Tu vida, igual que la mia, seguia su curso sin importar qué.
Pasó de repente, de un dia para otro, lo que tanto anhelaba: Volviste por mí. Admitiste que me extrañabas, que querías regresar a ser lo que eramos antes de que lo arruinaras, dijiste que me querias aún... desearía poder decir que no lo hice o al menos que te costó mucho convencerme, pero la verdad es que en el instante en el que leí ese mensaje yo respondí con un "yo tambien".
Yo tambien te extraño.
Yo tambien pienso en ti.
Yo tambien te amo aún.
Y creo que lo más bajo que pudiste hacer fue decir que Evangeline todavía podia ser... escribo esto con manos temblorosas y creo que esto te explica muchas cosas.
Fuiste a mi casa y hablamos por un rato sobre como nos habia ido despues de terminar lo nuestro, hablamos sobre nuestras familias y cuando contamos todo lo que pudimos se produjo un silencio que no sabiamos como llenar porque solo quedaba hablar sobre el tema por el que nos habiamos encontrado ¿Qué pasaria con nosotros? Hiciste promesas de nuevo, promesas que creí ingenuamente y acepté retomar nuestra relación.
Lo primero que hice fue contarselo a mi familia, pero por otro lado tu preferiste mantenerlo en secreto, dijiste que era muy pronto, asi que me abstuve de publicar cosas que tuvieran que ver contigo o con lo nuestro, me engañe a mi misma pensando que era completamente normal que estuvieras distante ya que nuestro regreso coincidio con la muerte de tu abuelo. Fui comprensiva pero tras un par de semanas me percate de que era cada vez más dificil hablar contigo, eras frio y de repente un "Buenos dias" era sorprendente viniendo de ti.
Me dí cuenta de que estabas auscente, pero querias estar presente en mi vida, la costumbre te decia que tenias que seguir viendome, pero no era realmente lo que querias ya. La segunda ruptura fue menos dolorosa y me ayudo a darme cuenta de que entre nosotros ya no habia nada que salvar. Mientras miraba tu auto alejarse supe que esta vez era definitivo, al menos lo era para mí.