CAPÍTULO 16. LAS TABLAS DE LA HISTORIA.

16 de mayo de 1943.

Texto escrito en una vitrina polvorienta de una de las tiendas del gueto de Varsovia:

«A pesar de todo, no nos privarán de la vida, ¡viviremos! Sus secretos sobre nosotros son secretos a voces, porque demasiadas personas han manchado sus manos y almas con sangre obtenida a través de crímenes verdaderamente de lobo contra nuestra nación y nuestro pueblo. Buscan beneficios en cada asesinato. Incluso para un romano, la vida de un esclavo tenía un valor mucho mayor que nuestra vida para ustedes, que son iguales a nosotros. Al quitarle las pertenencias a cada persona asesinada, no solo se meten en el bolsillo partículas de sus almas, sino, lo que es mucho más importante, una maldición eterna, porque cada una de esas cosas está empapada de sufrimiento antes de la muerte. No nos harán callar. Cuanta más agua vierten sobre el fuego, más se enciende. ¡Se enfrentarán a la resistencia! No seremos menos crueles con ustedes de lo que ustedes son con nosotros. Pronto clamarán por nuestra misericordia, y se les mostrará en la misma medida en que ustedes nos la muestran a nosotros... La fuerza está con nosotros, y ni siquiera tienen la menor idea de cuál es. Tenemos los medios para defendernos. A pesar del antisemitismo, tenemos muchos aliados, porque su poder ya ha embriagado a todos con sangre. Muchos contribuyen a sus crímenes por su propia voluntad, pero, créanme, muchos más lo hacen solo para sobrevivir. Los criminales como ustedes deben mirar constantemente a su alrededor hasta el final de sus vidas y temer más que nada a la noche: un momento en el que los sentimientos duermen, ¡y las dagas y las cuerdas están despiertas! Y aunque todos los países permanezcan en silencio, y aunque todos los países permanezcan inactivos, obligaremos a todo el mundo a escuchar nuestras palabras, nuestros gritos y nuestra voluntad. La voz de Varsovia llegará a Londres, a Washington y a todas las demás capitales que se consideran aliados y, en consecuencia, a aquellos que están en contra del nazismo, el fascismo y otras corrientes radicales que derriban los principios humanos universalmente establecidos... A veces, la inacción durante la comisión de un crimen conlleva un peligro social mucho mayor que la acción ilegal...»

Texto escrito en una vitrina polvorienta de una de las tiendas del gueto de Varsovia:

«Se han cometido crímenes verdaderamente crueles contra nosotros. La mayoría de ustedes, los que apoyaron o no apoyaron estas atrocidades, observaron con indiferencia. Justo en el momento en que a nuestros hijos les quitaban la vida (¿quieren que les diga cómo?), sus hijos se entregaban a sueños dulces y tiernos en sus cunas. Pero no siempre será así. Dios en nuestro mundo lo ve todo, y Dios en nuestro mundo es justo. No solo sus soldados son culpables de nuestra tragedia. La misma culpa recae sobre ustedes, los residentes "pacíficos". Así que lean todos los días lo que está escrito aquí ahora, miren esta vitrina mientras pasan por aquí todos los días. Dense cuenta de que no hay nada humano en ustedes. Nos culpan a nosotros mismos por nuestra tragedia, pero ¿cuál es nuestra culpa? ¿El hecho de que nacimos en este mundo y se nos dio aliento? Nos están destruyendo con sus acciones, y el ejército y el liderazgo político de los aliados, a su vez, nos quitan la vida con su inacción. No somos bienvenidos en ninguna parte, y no hay lugar para nosotros en ninguna parte de la tierra. La personificación de nuestro pueblo es Ahasverus. Pero, ¿por qué ustedes y otras personas actúan así? El cielo lo recuerda todo, tanto que los nazis nos expulsaron como que ningún estado quiso aceptarnos durante el momento más difícil para nuestro pueblo. Nuestras acciones son desesperadas, y eso nos hace más peligrosos. En cualquier caso, nos traen la muerte, ¿y no es mejor obtenerla a través de la resistencia, que se basa en la defensa de nuestros propios derechos inalienables: el derecho a la vida, el derecho a la libertad, el derecho a la igualdad! Han creado cientos de campos de concentración infernales, pero no han logrado crear un estado próspero. Todo lo que han creado y están creando solo puede y trae la muerte. Miren las calles de las ciudades europeas, miren las caras de las personas que existen ahora. Todo esto es su nuevo orden mundial... ¡miedo, fuego, devastación y caos!»

Texto escrito en una vitrina polvorienta de una de las tiendas del gueto de Varsovia:

«Cientos de sus soldados murieron para recuperar unos pocos metros de nuestro gueto. Tienen fusiles automáticos, tanques y artillería. Nosotros solo tenemos pensamientos y sentimientos que están directamente relacionados con la libertad: una voluntad fuerte y un deseo de luchar. Al cometer sus crímenes, no solo se sienten seguros, sino, lo que hace que su pecado sea más grave, ¡convencidos! Gritos, alaridos, rugidos, ¡esto es lo que engendran! Al llamarse a sí mismos el Tercer Roma, olvidan que incluso Roma con sus "luminarias" de Nerón no era tan loca en su vicio como ustedes. No, no son el Tercer Roma, ¡son el primer infierno! La gente está ardiendo por todas partes: muertos en la carne, vivos en sus corazones. Su única religión es el nazismo: la caja de Pandora que abrió los instintos primarios en todos sus adeptos. Les ha permitido cometer lo que la ley racional en cierta medida no permitía. El nazismo los ha convertido en verdaderos demonios, y los límites de la tierra los ha convertido en un infierno. ¡Han devuelto a Europa a la Edad Media, donde la única medida de la verdad era la fuerza y el fuego! El nazismo ha incendiado Europa por todos lados, y en esta hoguera morirá. El Primer Roma cayó porque se volvió infinitamente multiétnico. El Tercer Roma caerá debido a su excepcional monoetnicidad. No importa cuánto lo deseen, el nazismo no sobrevivirá en este mundo. Nuestro gueto de Varsovia es un pequeño preludio de lo que les espera a sus religiones, al nazismo y al fascismo, en el futuro: suplicarán clemencia, pero no escucharán esas palabras, porque en su base, han renunciado a Dios.»