Excalibur.

Capítulo 2.

POV. Arturo.

—¿Quién era? — pregunto, perdiendo la concentración de la melodía que estaba tocando Erick en la guitarra.

Mis ojos siguen a Brenda, representante de la banda, bajar mi teléfono celular y mirarlo con incredulidad. Sacude la cabeza y voltea a verme con esa expresión de exasperación. La mujer ya merece unas buenas vacaciones.

—Alguna fanática obsesionada contigo que consiguió tu número. Otra vez. — dijo con voz irritada.

Reí. Esas chicas eran muy impresionantes, no tenía idea de cómo lo hacían. 

—Tengo que cambiarlo, ya son cuatro está semana.

—Hazlo.Cada vez están más locas.

—¿A qué te refieres?

—La chica que acaba de llamar, una tal Serena Castillo, acaba de decirme que está esperando un hijo tuyo. — dijo con burla.

—¿Qué?

—Como lo escuchas. Afirma estar embarazada de ti después de lo que pasó en una fiesta, la fiesta de un chico llamado Jorge. Como si eso fuera posible. De todos eres el que mejor se porta, por dios. De verdad, ten cuidado a quien le das tu número. Iré a preparar a los chicos, ¿vienes?

—En un momento.

¿Fiesta? ¿Jorge?

Fuera de lo que todos piensan sobre los artistas, no vivo la vida de un famoso que se la pasa de fiesta. Es demasiado complicado atrapar el éxito y sobrellevarlo estando ebrio y drogado todo el tiempo. Pero hace poco necesitaba descargar y finalmente fui de fiesta después de meses de trabajo duro en el estudio.

Terminé tan ebrio. Los recuerdos continuaban nublados. Pero si recuerdo muy bien a alguien. Una hermosa chica con la que pase unos escasos minutos. Todo fue tan frenético, estábamos tan borrachos que las cosas se movían y nosotros estuvimos a punto de caernos varias veces.

Mi memoria de ebrio no le hacía justicia, ella era caliente como el infierno y el sonido de sus gruñidos persiguió mis sueños por las últimas semanas. Me sentía como un adolescente otra vez, después de haber logrado un pase con una chica.

Lo último que recuerdo de ella fue que salí de la habitación para limpiar el desastre que hicimos, pero cuando regresé ella se había ido. Ni siquiera logré preguntarle su nombre, o algo. 

Pero ¿usamos protección?

No lo sé. Ahora hay una chica que dice estar embarazada de mí y por primera vez estoy dudando. Claro, no es la primera que reclama y dice que está esperando un hijo mío, pero yo sé siempre con seguridad que todas son mentiras. Esta vez, puede que sea verdad.

Mierda.

**

Sentir el peso de la duda en mis hombros sólo está matándome que me encuentro corriendo en dirección a Brenda unos minutos después. Ella está con los chicos de la banda discutiendo sobre qué decir y qué no en la entrevista de esta mañana. Bueno, creo que habrá más que solo chismes el día de hoy. 

—La chica que llamó. — dije, sin aliento, sobresaltando a Brenda, quien se encuentra dirigiendo a los chicos. —¿Guardaste su número?

No hay nada como una buena entrada que interrumpa la conversación y detenga todo lo que los demás están haciendo.

Brenda me mira con preocupación. Hace solo unos momentos todo estaba bien en el mundo y ahora está de cabeza.

—¿Qué? — pregunta.

—Que si aún tienes su número.

Parece no comprender y eso me enloquece. La situación puede llevar a cualquier hijo de puta a la desesperación por saber la verdad.

—La chica, Brenda, la chica que llamo hace unos minutos. Dime qué aún tienes su número.

—Eso creo, pero, por qué... — una expresión alarmada aparece en su rostro. Sus peores pesadillas como representante haciéndose realidad. — No, no, no, no. ¿Qué diablos hiciste?

Estático, así describiría el momento. Los chicos están inmóviles viendo todo pasar esperando que responda y les explique qué diablos está sucediendo a su alrededor. Pero no sé qué decir, no sé a dónde mirar, estoy frito hasta la médula.

Todo el maldito tiempo he sido un buen chico, siempre luchando duro por lograr algo en el mundo del entretenimiento. Intentando sobresalir cuando todos los demás solo podían hablar de la mierda del pasado como si eso definiera mi futuro.

Sin embargo, si tengo algo presente. Tengo la certeza de que sí es verdad, sí allá afuera está esa chica esperando un hijo mío, la encontraré.

**

—Arturo, ya nos has contado sobre el progreso del nuevo álbum de Excalibur, pero tus fans quieren más. Por esa razón nos hemos encargado de recolectar algunas preguntas que tus queridas admiradoras se mueren por hacer.

—Claro.

Me encuentro tan fuera de balance que ni siquiera alcanzo a reconocer la trampa en la que estoy a punto de meterme. Antes de la entrevista, después de mi interrupción frenética, Brenda no perdió el tiempo en comenzar a parlotear sobre los descuidos y los errores que los artistas cometemos. Solo guardó la postura y como si nada hubiera pasado siguió dando indicaciones a todo el equipo. Por supuesto que enloquecí, pero lo único que logré fue un <<después>>. Y ahora estoy aquí, en una estúpida entrevista donde no solo venimos a vender las ansias de un nuevo álbum, sino que también nos acercamos a perder el alma con preguntas incómodas y chismes de temporada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.