14/04/2020
Taehyung le aventó un pequeño papelito a Mina, su querida princesa, el cual decía: "Quédate hasta el final cuando las clases terminen, por favor. Necesito hablar contigo. Taehyung.". Ella lo miró extraña y volvió poner atención a la clase. Tae sintió con es mirada que ella había dicho que no, pero no se iba a rendir, esperaría al final de las clases.
Al cabo de unas cuantas horas, la jornada educativa había terminado. Todos los alumnos salieron dejando el salón vacío. Todos a excepción de Taehyung y de Mina.
El pelinegro agradeció internamente que ella se quedara. Sin rodeos se aproximó hacia ella.
-Hola- dijo una vez estando frente a ella-.
-¿Te has estado alimentando bien?- preguntó con cierta preocupación-.
Aquel chico que ella recordaba ahora se veía más delgado, con unas ojeras algo notorias. Había querido preguntarle hace ya algún tiempo, porque claro que lo veía de vez en cuando. Esperaba el momento para decirle cómo él la hizo sentir y decirle cuántas veces le deseo el mal, pero a la vez, pedirle una explicación de verdad.
-Ah, sí. Bueno, más o menos- respondió el chico-.
-¿Qué querías decirme?
-Yo... Sobre lo que pasó entre nosotros... Yo, tengo que decirte muchas cosas. Más bien, necesito que leas esto- sacó su libreta de su mochila, aquella en la que le había escrito todo su arrepentimiento y amor hacia la chica, y sin más se la entregó-.
La chica tomó la libreta extrañada. -¿Y esto cómo para qué?
-Tú solo leela, tal vez entiendas aunque sea un poco el porqué de mi estupidez. Cuando termines, buscame. Adiós.
Y sin más, Taehyung le sonrió y salió del salón, dejando a la chica sola y confusa.
Esa misma tarde, Taehyung estaba demasiado intranquilo, tanto que tomó cinco tazas de té y comió tres paquetes de galletas por la ansiedad, y tanto que en la noche no pudo dormir. Tenía miedo de que llegara el día de mañana y verla a ella, aunque en el fondo de su corazón confiaba en que tal vez, y solo tal vez, ella podía perdonarlo.
Es increíble hasta dónde nos lleva el amor, como nos hace sentir y algunas veces nos destruye. Es la enfermedad más hermosa y peligrosa del ser humano.