9| ¡lujuria!

Presos de amor y deseo, encadenados aun amor lleno de lujuria, quien lo diría y quien sabría, nadie mas que ellos.

Ciegos con lo que en el mundo pasaba, pero con los ojos bien  abiertos cuando de ellos se trataba.

Verle a los ojos era perderse en ellos, ver sus labios era querer derretirse en ellos, y ver su cuerpo era desear juntarlo al suyo, ese era el pensamiento que siempre rondaba sus cabezas.

Era una guerra de labios y un choque de cuerpos fundidos en deseó, anhelando que nunca terminara eso que estaban sintiendo.

Pero también estaba la satisfacción de tenerse, amaban ese momento en el que se vieron por vez primera sus cuerpos se reclamaron desde ese instante.

Sabían que se necesitaban, que vivían para complacer al otro, y esperaban nadie les arrebatara lo que ellos sentían tan suyo.

Era amor y deseo, mezclado con lujuria y pasión, un choque de sentimientos de deseos que no controlaban, solo se dedicaban a cumplir lo que sus cuerpos pedían y su corazón dictaba.

Se conformaban con saber que su amor no molestaba a nadie, ni afectaba al mundo, es mas sentían que su felicidad hacían los días mas  alegres.

No sabían si estaban cortados con la mis tijera o hechos con el mismo molde, porque eran tan iguales que bien y podrían haber sido almas gemelas.