Facciones

⊡PROLOGO⊡

Dos niños de apariencias distintas están sentados al filo de una banqueta frente a una panadería que desprendía dulces olores, se podía ver que estaba repleta de gente. Este lugar es famoso por sus deliciosos rollos de crema y conchas, esto ocasiona que ambos pequeños la vieran con lujuria mientras que imaginan el dulce sabor de aquellas delicias, solo se podía ver como sus ojos brillaban ante tal tentación ya que dos niños de pocos recursos no podrían darse un lujo tan apetitoso.
 


 

-Se ven tan deliciosos Young Soo. - suspira uno de ellos este de aspecto rebelde con ojos 
grandes, piel morena y cabello negro. 
 


 

- ¿Por qué no usas tu don "Alerce" y robas algunos Max? - pregunta el pequeño con rasgos asiáticos y cabello castaño sentado junto a él.
 


 

- ¡Estás loco Young Soo eso es ilegal! usarlo de esa forma me llevaría a la cárcel o a pagar una multa. 
 


 

- Pero somos niños no pue...- De pronto es interrumpido por una voz.
 


 

- ¡Ustedes escuincles que es lo que ven! - Dice una chiquilla con su cabello lleno de pequeñas trenzas y de tez negra sonriendo detrás de ellos. 
 


 

- ¡Lewa! creí que no jugarías hoy. - levantándose de su lugar el pequeño Young-Soo - se supone que estas castigada y no debes salir. 
 


 

- Se escapó de su casa por eso está aquí, nunca piensa en las consecuencias solo actúa - Responde Max en modo de burla. 
 


 

- No pasará nada a menos que me atrapen - encogiéndose de hombros y con un rostro de confianza que destacaba en ella - y bien ¿cuál es el plan para robar unas conchas? Los "spirea" somos buenos en el sigilo.
 


 

- Max dice que es ilegal y nos iremos a la cárcel- comenta Young Soo con una sonrisa burlona. 
 


 

- ¡Y tengo la razón! no robaré mucho menos usando mi don - Dando un pasó adelante e interviniendo entre ellos.
 


 

- Vamos dudo que nos atrapen, si trabajamos en equipo lo lograremos y nadie lo notara 
Max.
 


 

- Tal vez seamos pobres Lewa, pero no está bien robar. Nos meteremos en problemas y mamá me golpeará con la chancla.
 


 

- Bueno de todos modos esos chicos de ahí se adelantaron y lo están haciendo muy mal - comentá Young soo apuntando a tres niños intentando tomar una charola de rollos de las muestras gratis.
 


 

- ¡Carajo tenemos que hacer algo o golpearan a esos babosos! - Mientras Max sale corriendo hacia la panadería.
 


 

Los otros dos niños se miran entré si y lo siguen. Max corrió lo más rápido que pudo en dirección de los otros niños y al llegar les arrebato la charola y empujó a los niños mientras les grita - ¡Oigan estúpidos que hacen se meterán en problemas! - mirándolos 
con furia.
 


 

- ¡Max cuidado! - Chilla Lewa mientras corre.
 


 

En ese momento Max recibe un golpe en la cabeza con un rodillo de madera provocando una herida en la frente la cual no tardo en sangrar, todas las personas presentes solo observaban aquella escena con lastima esos pobres niños solo buscaban algo que comer en un mundo tan cruel donde los empleos eran escasos y muchas personas morían de hambre.
 


 

- Malditos mocosos robando lo que no es suyo - Empujando a Max al suelo mientras las golosinas caen al suelo - no me importa cómo, pero pagaran por eso - apuntando en el lugar donde cayeron aquellas delicias las cuales ya no se veían tan apetitosas. 
 


 

Aquel panadero era conocido por ser un arrogante. Un hombre que no se tomaba la molestia de mirar a un vagabundo. Los niños que intentaron robar la charola miraban con temor a aquel hombre mientras intentaban parar la sangre de la frente de Max, un pequeño de aspecto delicado se acerca para ayudarlo a levantar, pero el panadero al ver eso levanto el rodillo para golpearlo, es cuando lewa y Young Soo se pusieron en frente para empujarlo y este callera 
al suelo provocando más su enojo. Ahora se podían ver seis niños con su rostro lleno de terror esperando a ser golpeados querían correr, pero no podían Max se había desmayado por el golpe, tal vez estos niños eran muy ilusos, pero tenían bien plantada la regla principal de las calles "Nadie se queda atrás" El hombre estaba a punto de golpear a todos cuando se escuchó el sonido de un arma disparada hacia el cielo no muy lejos de ahí esto ocasiono un silencio en el lugar todas las personas del alrededor le abrieron el paso a un hombre de aspecto rudo y cabello largo atado en un moño, con una cicatriz en su labio inferior que destacaba, el panadero solo lo siguió con la mirada.
 


 

- ¿Golpeando niños? ¿Qué sigue después perritos? - dice aquel sujeto.
 


 

- ¡Robaron mi mercancía! - empujando a Young Soo de una forma brusca haciendo que cayera al suelo - Malditos 
extranjeros - mirándolo con desagrado y odió.
 


 

- Imbécil tanta mamada xenófoba me hará golpearte - comenta el hombre de la pistola de forma tranquila y con una sonrisa que conquistaría a cualquier dama del lugar -Me llevare a los niños a la estación de policía para llamar a sus padres y asunto terminado.
 


 

- ¿Y quién pagara por lo que está en el suelo? - apuntando al suelo- ¡Ustedes los policías solo hacen lo que quieren ratas asquerosas!
 


 

- Ya ganas suficiente como para reponer eso ¿No crees? - llevando el arma a la garganta del panadero. Solo se vio temor en todos los presentes en el lugar, pero los niños solo veían con 
asombro y admiración a aquel policía que se tomó la molestia de salvarlos.
 


 

-Bueno tomare tu silencio como un si - sonriendo mientras pone el arma en su cinturón camino en dirección a Max y lo cargo ya que aún estaba inconsciente y miro a los niños de forma seria - Tuvieron suerte, ahora háganme el favor de subir a mi patrulla - comenzando a caminar. 
 



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En el texto hay: juvenil, ciberpunk, lgbt+

Editado: 16.09.2022

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