¡¡¡Estoy harta de esto!!! No es la primera vez que mi padre me pide un favor, aunque sabe perfectamente que tengo las manos ocupadas, y no en vano me separé de él en cuanto a negocios y empecé a montar mi propia empresa. Pero somos familia, maldita sea, y se supone que la familia debe ayudarse mutuamente. Es porque quiero tener unas relaciones familiares adecuadas y normales, como es el caso de otras familias, por lo que acudo a su oficina para sustituir a la idiota que debía realizar la entrevista, y que decidió renunciar porque encontró mucho tiempo de papá. No pasa nada, esta gallina trabajará sus dos semanas, como exige el contrato, y ni siquiera ese pedo la ayudará, pero la entrevista era imposible de reprogramar. O tal vez mi padre decidió insistir en el hecho de que estábamos restableciendo los lazos familiares y me presionó para que sintiera lástima por él a fin de que cerrara la pregunta sobre su empleada. En un momento en el que se suponía que iba de camino a una reunión con un posible socio. ¡Joder!
- ¡Vamos a la oficina! Ahora! - Paso volando junto al sofá donde está sentado un posible candidato para esta empresa y ni siquiera giro la cabeza en esa dirección. ¿Por qué? Simplemente le haré un par de preguntas a esta persona, pondré cara de listo como si estuviera considerando los pros y los contras de esta persona para este puesto, y le despacharé con tres letras alegres. Vale, me guardaré el último punto para mí, después de todo, mi padre pidió esta entrevista con lágrimas en los ojos, así que no voy a herir el viejo corazón de mi padre y echar barro sobre su ocurrencia.
Pero tampoco prometí ser amable, así que no sólo yo estaré de mal humor, sino que esta persona también lo estará. ¿Por qué iba a ser yo el único de mal humor?
Me recuesto en la silla y abro la carpeta de información sobre la persona que se sienta frente a mí y me dice "buenos días". Hago caso omiso de estas simpáticas comadrejas pigmeas e intento leer lo que pone en el currículum. Violetta Anatoliivna Tkach. Veinticuatro años. No casada.
Bueno, todo está claro, mi padre había aprobado previamente esta candidatura por una razón, pero con ciertas intenciones. Intenciones que no están directamente relacionadas con el desempeño de sus funciones. Si a esta chica ni siquiera le interesan los asuntos relacionados con el trabajo... Después de divorciarse de mi madre, se sintió atraído por las jóvenes y bellas, y ésa fue otra de las razones por las que no me llevaba demasiado bien con él. Su madre vivió toda su vida para él, lo protegió y lo cuidó como a un bebé, y él no sólo no lo apreciaba, sino que además le decía a su familia que ella "come a su costa y no hace más que preparar sopa". Ni que decir tiene por qué no he hablado con él en tres años. Creo que todo está claro, y sólo fue mi propia madre quien me pidió que no renunciara a él y que reanudara una comunicación más o menos adecuada. Sólo por el bien de mi familia acepté esta reconciliación.
Contemplo esta desgracia, que se convertirá en el pasatiempo de mi padre durante un tiempo, y puedo entender su elección. La chica es guapa, incluso muy guapa, pero no es su belleza lo que me confunde tanto en este momento, sino el hecho de que me parece conocer esta cara... He visto esta cara en alguna parte. Es bastante familiar...
- ¿Nos conocemos? - Decido no irme por las ramas, sino ir directo al grano, porque tengo poco tiempo, pero mi curiosidad sigue haciendo mella.
- No, no, claro que no nos conocemos... - se extraña. Empezó a responder muy rápido, pero tartamudeaba como si tuviera miedo de algo. También bajó la mirada, como si yo fuera una especie de monstruo que pudiera devorarla al momento siguiente.
- ¿Estás seguro? - Ahora estoy casi seguro al cien por cien de que nos hemos conocido definitivamente. Sólo necesito recordar dónde... En qué circunstancias...
- Claro, claro, - dice, como si quisiera asegurarme su respuesta, pero sólo funciona al revés: echa más leña al fuego de mi curiosidad.
Bien, vayamos por el otro camino. Abro la segunda página del CV, donde hay enlaces y un apodo en las redes sociales de esta chica. Sí, existe esa cláusula en las condiciones de colaboración entre el padre y sus pupilos. Y es una mujer... Otra razón para tratar a los padres con cierta arrogancia, ¿no crees?
Yo sí, y no sólo encuentro un motivo para romper los lazos familiares con mi padre por completo y para siempre, sino que además encuentro a esta chica en las redes sociales y miro sus fotos.... Y en muchas de ellas veo a un niño.... Un niño. De unos dos años... Se parece remotamente a...
- Querida Viola, una última vez, ¿estás segura de que no recuerdas cuándo pudimos vernos? - pregunto, aunque en este momento mi memoria está lanzando flashback tras flashback y recreando todo lo que sucedió hace algo más de tres años
- Probablemente me vaya, no estoy segura de que este trabajo sea el adecuado para mí, - la chica se levanta de la silla y, sin mirarme, se dirige rápidamente hacia la puerta.
- ¡Alto! - ladré de tal manera que me sonó la cabeza, por no hablar de Violetta, que se quedó congelada como una estatua en un sitio pero no se arriesgó a girarse hacia mí y mirarme directamente a los ojos, - ¿de quién es esta niña que sale en la foto contigo?
- Si antes la niña se avergonzaba de cada una de mis palabras y se ruborizaba, ahora sufre una transformación radical, y veo una furia frente a mí, dispuesta a agarrarme del cuello y hacerme pedazos.
Pero esto no es nada comparado con el hecho de que de repente me doy cuenta de que me he convertido en padre en un instante... Como en un chasquido de dedos, tengo una familia de la nada... Y esta familia surgió de una discusión aparentemente inocente...
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¡Hola! Vamos a conocernos...) Soy Jarl Kong y este es mi primer libro) ¿Me apoyarás en el comienzo de este viaje? ¡Es muy, muy importante para mí! Muchas gracias. Les deseo a todos un buen día)