- ¿Estás compitiendo? ¿De qué estás hablando? ¿Te oyes a ti misma? - Yo estaba en la misma onda emocional que seguía llevándome hacia delante y no paré ni un segundo, - Stasia, entiendo que estás embarazada y puede que las hormonas o lo que sea te estén pasando por la cabeza, pero ¿hablar semejantes tonterías? ¿Estás cuerda?
- Por desgracia, sí, lo estoy, - mi amiga hizo una pausa, mientras yo recuperaba el aliento y resoplaba como un tren de vapor, incapaz de calmarme, - y por desgracia, te he dicho la verdad. Los dos discutieron de verdad sobre algo que pasaba entre tú y ese tal Dennis. ¿Qué sentido tenía que te mintiera?
En ese momento ya me había calmado y pude hacerme a la idea de que no tenía ningún sentido mentirle a una chica. Pero tampoco podía creer que fuera verdad. Cuando una persona oye algo que es extremadamente irreal para su cerebro, lo niega y lo aleja lo más posible, y probablemente eso fue lo que me pasó a mí en ese momento.
- ¿Así que Arthur, el que se quedó contigo en la discoteca, discutió con Dennis, con el que me fui de la discoteca, sobre si Dennis podía tratarme como a un adulto? ¿Lo he entendido bien? Y Arthur te habló de esta disputa, ¿verdad? - Decidí construir una cadena lógica, al final de la cual tenía que ver una respuesta lógica a la que yo no pudiera, con toda mi voluntad, ir en contra.
- Sí, así es, - la chica me confirmó una vez más que no se trataba de una alucinación y que lo había oído y entendido todo correctamente la primera vez, pero yo no quería creerlo. No quería que Dennis me hiciera eso... Que aquel hombre tan simpático y bonachón pudiera descender a tal nivel de cinismo y falsedad... Aunque... Ahora rechazo esa posibilidad cuando pienso en el Dennis que era así antes de que nos acercáramos, pero después... Después se produjo una transformación increíble, por lo que las palabras de Stasia describían con acierto este cambio en el comportamiento de mi marido y su actitud hacia mí después de todo...
- Pero, ¿por qué se escandalizó tanto? ¿Por qué has estado actuando todo este tiempo como si te hubieran traicionado y utilizado? - La última palabra me hizo retorcerme y revolverme por dentro y quise evitar utilizarla, pero al mismo tiempo transmitía la esencia de la mierda en la que me encontraba. Me utilizaron de verdad, me limpiaron y me tiraron a la basura, ¿qué más puedo decir?
- Bueno... - la chica obviamente vaciló y bajó la mirada, como si no quisiera continuar este diálogo.
- ¿Qué te pasa? Dime, si has empezado, - ¿qué sentido tiene esconder algo? Si hemos cavado un pozo negro y lo hemos encontrado lleno de porquería, ¿tal vez deberíamos profundizar más y tratar de encontrar algo que merezca la pena? ¿Y qué si en realidad estamos perdiendo algo? Tenemos tiempo de sobra, hemos terminado nuestros estudios, así que podemos buscar algún tesoro fantasma hasta que Stasia se ponga de parto.
- Para serte totalmente sincera, hice una apuesta con Arthur, - mi amiga me miró, como si esperara algún tipo de reacción por mi parte, pero decidí quedarme callada y escuchar lo que tenía que decir a continuación.
- Te pido sinceras disculpas por no haber estado a la altura de tus expectativas. Te devolveré el dinero que perdiste con ese tonto con mi primer sueldo... - ¿Qué demonios está pasando? ¿Qué soy, una especie de corredor de apuestas o algo así? ¿Por qué demonios todo el mundo ha decidido apostar por mí? ¿Qué demonios es esto?
- No, no necesito nada, y no se trata de perder, - empezó a argumentar la chica, y sentí que empezaba un segundo baño, porque podía sentir cómo mis emociones volvían a apoderarse de mí y se apoderaban de mi sentido común.
- ¿Qué pasa, mi querida amiga? - Me sentía tan mal que no me importaba a quién estaba insultando, así que mi amiga acudió a mi atención en el momento menos oportuno, o mejor dicho, su personalidad acudió a mis afiladas palabras.
- El caso es que nunca hubiera pensado que se pudiera tener algo más que un abrazo el primer día de conocer a algún desconocido. Siempre fuiste recelosa de esos conocidos espontáneos, siempre te mantuviste al margen de esa excitación en busca de hombres, y debo admitir que de vez en cuando me sorprendía a mí misma pensando que te envidiaba. Nunca te has dejado llevar por las emociones, y por eso vas mejor al colegio que yo, tienes trabajo y no estás embarazada de un hombre que no quiere conocerte ni a ti ni a tu hijo, que es hijo de este hombre. Tenía más confianza en ti que en mí mismo, así que decidí ganar algo de dinero con estas carreras. Ni tú ni yo lo necesitaremos...
Después de este monólogo, andaré por ahí sumido en un estupor salvaje durante un par de días, porque todo lo que dijo Stasia era la verdad. No sólo me reveló su secreto más íntimo, sino que también me abrió los ojos de par en par sobre el asunto de hoy con ese idiota...