Realidad fantástica, no puedo llamarlo de otra manera.
- Sinceramente, no sé... es tan inesperado... - inesperado, por decirlo suavemente, y de hecho estoy en tal estado de shock que sólo se puede describir con una palabrota. Sería la que mejor describiría lo absurdo de lo que está sucediendo ahora. Lo que siento.
- ¿Estás preparada para interpretar el papel de mi futura esposa delante de mis parientes? - A David no pareció molestarle demasiado que no aceptara ser su esposa en ese mismo momento, pero me hizo otra pregunta. ¿O tal vez lo hacía desde otro punto de vista? ¿Y desde este lado respondería el preciado "sí"?
- Lo siento, pero no entiendo nada de nada...
Vale, bueno, la oferta de ser su novia sigue siendo comprensible. El hombre me ayudó un par de veces, parece que lo hizo por alguna razón, después de aquel beso delante de su propio abuelo, y luego la invitación a convertirme en su alma gemela. Todo encaja de alguna manera, y aún puedes tirártelo todo a la cabeza. Pero ser una esposa, hacer el papel de esposa delante de sus parientes... ¿Qué es todo esto? ¿A dónde quiere llegar David? Estoy completamente confundida. No entiendo nada.
- Lo siento, empecé por detrás, - mis oídos se enrojecieron ante esta frase, porque sonaba en cierto modo provocativa, e incluso de labios de un hombre, - la última vez que vi a mi madre fue hace unos diez años.
- ¿Diez años? - Pude comprobar por mí misma que la comunicación entre David y su madre no era ejemplar, pero no esperaba que llevaran tanto tiempo sin cruzarse. Si no hubiera visto a mi madre en diez años, habrían sido abrazos, besos, decenas de horas de comunicación. Y aquí es agresión, lanzarse frases desagradables, desprecio total.
- Sí, cuando tenía dieciséis años.
Dieciséis... Pero eso sigue siendo un niño de hecho. Pronto cumpliré diecinueve, y aún vivo con mi madre, y no lo considero algo tan inadecuado. A los diecinueve años, una persona sólo se embarca plenamente en los raíles de la edad adulta y en la resolución de los problemas de los adultos, como la vida cotidiana, ganar dinero y otros matices relacionados con el mundo de los adultos. Y aquí, a los dieciséis, se queda sin su madre y sin su padre, que fue asesinado cuando él tenía doce años. Es asombroso cómo David consigue seguir siendo una persona tan bondadosa que no odia este mundo y todo lo que representa. A menudo, la psique de los niños de esta edad no puede soportarlo, se involucran con empresas desagradables y todo acaba en una colonia y luego en la cárcel. Porque normalmente nadie les necesita. Ni sus parientes, que o bien no existen, como David, o bien sus padres le ponen a su hijo un cerrojo en la cabeza. Y entonces tal niño se queda solo con este mundo y en noventa casos pierde esta batalla. Después de todo, el mundo simplemente los aplasta con su rodillo despiadado.
- ¿Te abandonó y te envió a un orfanato? - ¿Es por eso que David tiene tanta agresividad hacia su madre? Podría entenderlo, podría comprenderlo, porque uno no espera una puñalada trapera de un ser querido, por muy vil que sea en esencia.
- No, a mí me criaron mis abuelos. Más concretamente, mi abuela, porque para mi abuelo yo no era más que un animal no deseado que de repente entraba en su casa y al que había que alimentar. A su costa. Incluso entonces, el viejo ya estaba volcado en el dinero y su multiplicación, y yo no traía nada conmigo, salvo para los gastos.
- María Ivanovna es tu abuela, ¿me equivoco? - Todo era evidente con Renán Arkadievich. No se podía esperar nada bueno de él, ni ahora, ni hace diez años. ¿Así que resulta que David fue criado por esa amable mujer? Si es así, ahora está claro por qué creció hasta convertirse en un hombre tan adecuado. Un par de minutos de comunicación con ella bastaron para darse cuenta de que es una persona brillante y que sólo da luz a los demás. La que ella parece haberle dado a su nieto.
- No, mi abuela ha muerto, pero era tan amable y agradable como Maria Ivanovna. Entiendo lo que quiere decir. Son muy parecidas entre sí. Me pregunto cómo aguanta María Ivanovna a este gruñón. Le he sugerido en repetidas ocasiones que se busque otro trabajo para que no se vuelva loca estando cerca de mi abuelo, pero ella se ha negado, diciendo que le daba pena dejar a mi viejo y que estaba acostumbrada a él. No sé cómo se las arregló mi abuelo para encontrar gente tan leal y amable en su camino, pero mi abuela estuvo con él hasta el final de su vida, y Maria Ivanovna se negó a abandonarlo a su suerte. Un viejo tronco con suerte.
- Sí, Maria Ivanovna es una mujer encantadora, y además tiene unos nervios de hierro, una combinación increíble, - yo habría corrido pisándome los talones si me hubieran ofrecido otro trabajo, lo más lejos posible de Renan Arkadyevich. Con semejante carácter, uno puede encanecer en un par de semanas. David debería erigir un monumento a esta mujer en vida, para plasmar de algún modo su valor y resistencia en la lucha contra su abuelo durante el resto de su vida. Esto es caro. Me refiero a tener ese tipo de carácter.
- Así que estoy completamente de acuerdo contigo, - David era muy consciente de lo que yo pensaba, incluso me dio la impresión de que podía leer cada uno de mis pensamientos-, pero resulta que María Ivanovna no es la única que tiene unas habilidades tan extraordinarias.
- ¿Ah, sí? ¿Quién más? ¿Me presentas a esa persona? Quiero conocer a mis héroes de vista, - si llenas tu vida de gente como Maria Ivanovna, todos los problemas se volverán tan pequeños y sin importancia que tendrás mucho más tiempo para las sonrisas y las emociones positivas. Tales personas pueden ver algo bueno incluso en lo malo. Y algo extraordinario en lo ordinario. Quieres aprender y aprender de esas personas.
- Ya conoces a esta persona, muy bien, - el hombre levantó su mano a mi cara, acarició mi barbilla con su pulgar, luego se movió a mis labios, causando una porción de sensaciones incomprensibles por todo mi cuerpo, - y estoy muy bien con esta persona y quiero conocerla aún más...