- Mucho más de lo que me gustaría, - Maria Ivanovna se preparó un té y se sentó frente a mí, - conozco a esta loca... Desde hace unos veintiséis años. Si no más. Probablemente más.
- ¿Veintiséis años? - Eso es toda la vida de David. Si mal no recuerdo, el tipo tiene veintiséis ahora.
- Sí, más o menos esa edad, cuando Lizka estaba embarazada de David. Yana siempre le dijo a Dima que era una idea estúpida involucrarse con esa chica, pero qué demonios... Yo quiero y punto, no me interesa nada. El chico ha crecido, el chico ha decidido dirigir su propia vida.
- Espera, espera, espera, - había demasiada información nueva en estas dos frases, así que le pedí a la mujer que se sostuviera un poco, - ¿quién es Yana? ¿Quién es Dima?
- Yana, o para ser más precisos, Yana Vasylivna, es la abuela de David, la mujer de Renan Arkadiyovych. Y mi muy, muy buena amiga. Es porque Yana y yo éramos muy buenos amigos que ahora estoy cuidando de Renan. ¿Qué persona en su sano juicio aceptaría tener algo que ver con este gruñón, verdad? - María Ivanovna me guiñó un ojo como si no fuera una anciana, sino de mi edad, con la que estábamos sentados compartiendo secretos. Por eso me sentía tan a gusto con ella.
- Je, bueno, sí, Renán Arkadievich es un hombre muy especial, aunque sigo pensando que a esta mujer que tengo enfrente deberían erigirle un monumento en vida. Por sus nervios de acero. Sólo una persona con nervios de acero puede enfrentarse al abuelo David.
- Por decirlo suavemente, es una persona peculiar. Pero al mismo tiempo, Renan es un hombre muy amable. No quiere demostrarlo, se encierra en su capullo y no quiere mostrarlo, pero en realidad es un buen hombre. De lo contrario, Yana no habría vivido a su lado durante tantos años.
Bueno, quién sabe... De momento, tras la gruesa capa de bromas y chistes, no se ve la bondad del viejo, así que me callaré y no haré comentarios al respecto. Dejémoslo en manos de Maria Ivanovna, que lo conoce desde hace tantos años.
- No puedo decir lo mismo de Lizka. No sé cómo se las arregló Dima para ponerse en contacto con ella, - obviamente, la mujer sintió mi mirada interrogante, así que interrumpió su relato para aclarar ciertos detallesю - Ah, sí, Dima es el padre de David. Que murió cuando su hijo tenía doce años. Y que era el marido de esta mujer inadecuada.
- David me contó que su madre le abandonó cuando sólo tenía dieciséis años...
- Sí, cuando David tenía dieciséis años, ella desapareció de su vida, pero no había tomado parte en su educación antes de eso, mucho antes. De hecho, Jana y Renan criaron a David y le dieron un camino hacia el futuro. Todo recayó sobre los hombros de los abuelos del chico.
- Dices que Yana Vasílievna le dijo al padre de David que era mala idea liarse con Elizaveta Alexándrovna... pero ¿por qué? ¿Sabía algo o qué? - A menudo oigo que mi suegra y mi nuera no se llevan bien. Hay conflictos entre ellas. E incluso hoy, sólo durante quince minutos, tuve una disputa con la madre de David. Y sólo estuvimos un rato cara a cara. Y ni siquiera somos parientes. Y sin embargo... ¿Por qué se oponía tanto la abuela de David a que su hijo se casara con Elizaveta Alexandrovna? ¿Habría conseguido esta loca hacer algo por aquel entonces para que la abuela de David se mostrara tan escéptica con su nuera?
- Yana sentía que Lizka estaba podrida. Jana tenía una capacidad increíble para distinguir entre la gente buena y la mala, así que aunque Renan parecía estar todo enfadado y sombrío, su amiga podía ver lo bueno en aquel hombre malvado. Y tenía razón sobre Liza. En absoluto. El hecho de que esta loca abandonara a su propio hijo a su suerte, lo dejara tirado con sus abuelos y huyera para construir su propia vida personal no es lo más vergonzoso que hizo esta escoria. En absoluto.
- Bueno... ¿qué? - Debía de haber algo que iba más allá de una percepción adecuada, porque María Ivanovna apretó la taza entre sus dedos con tanta fuerza que sus nudillos se volvieron blancos y sus venas se extendieron como enormes lianas sobre los brazos de la mujer.
- Sólo esto debe quedar entre nosotros, ¿de acuerdo? ¿Puedo confiar en ti, Diana? Al fin y al cabo, sólo lo saben cuatro personas, dos de las cuales ya no están en este mundo...