Al par de días Pablo Méndez se mudó a la casa del Gitano ya que estaba prácticamente sin dinero. Al Gitano le pareció extraño, pero no quería lidiar con el asunto. Al Azucena le pareció más extraño aun pero no quería molestar al Gitano con sus pensamientos.
Cuando Perla y David se enteraron, también pensaron que esto era extraño, pero tal como Azucena no querían molestar al Gitano con sus pensamientos.
Una vez Pablo llegó a la casa fue como si ya el Gitano y Azucena fueran la visita y ellos los dueños. Ocupaban los empleados, demandaban cosas, y como el Gitano estaba muy encerrado en su mundo no se daba cuenta de lo que ocurría. Azucena se estaba dando cuenta de sus aires de dueños y cuando alguno de ellos incluyendo a Joaquín le pedía algo a Azucena, ella simplemente no lo hacía.
Una tarde en la habitación de Pablo estaban Asturia, Pablo y Joaquín conversando para evitar que Azucena estuviera escuchando.
Dos días después David salió con unos hombres a comprar un ganado. Estaría un par de semanas fuera. Trato de posponer el viaje, pero no pudo. No quería dejar al Gitano tanto tiempo solo, pero estaba seguro que Juan se iba a seguir encargando de todo como hasta ahora. Además, sabía que Perla también estaba al pendiente de todo.
Una vez David partió, Joaquín echó a andar su descabellado plan. A través de un abogado tenía unos papeles que lo ponían a cargo de todo. La razón que utilizó Joaquín fue inestabilidad mental y descuido desde la muerte de Esmeralda. El abogado que le trabajó el caso era de la capital y sabía cómo trabajar asuntos de ese tipo. Joaquín era hijo varón por lo tanto tenía derechos.
La misma tarde del día que David se había ido le presentó los papeles al Gitano. Cuando el Gitano tomó los documentos fue como si le hubiesen golpeado justo en el estómago. Miró a Joaquín con coraje, pero a su vez en su mirada había decepción.
El Gitano le entrega el documento a Azucena para que pueda leerlo. En cuanto ella lee el papel se puso jincha de la impresión e inmediatamente se lo devolvió al Gitano.
El Gitano y Azucena recogieron varias cosas. Joaquín intento detener a su padre, pero fue en vano. El Gitano se fue directo a la casa de Perla. Cuando Perla los vio le intrigo muchísimo. Quien dio explicaciones fue Azucena.
Azucena le entregó el documento a Perla y cuando Perla lo leyó por poco le da un vahído. No podía entender como su hermano había llegado tan lejos.
Perla mando a llamar a Tomasa (su sirvienta) para que preparara dos habitaciones.