Fire Island 2 ( 2° libro No soy nada sin ti)

Capítulo 9º La sombra persistente.

Brenda sintió la tensión en cada músculo de su cuerpo mientras leía la carta anónima. Sabía que Lucas estaba detrás de esto, pero no tenía pruebas concretas. Llamó a Elena para informarle de la situación, y su abogada le aconsejó mantener la calma y documentar todo.

Esa misma noche, Brenda revisó las cámaras de seguridad. Para su sorpresa, una de las cámaras había sido desconectada temporalmente, justo la que cubría la entrada principal. Lucas había sido lo suficientemente astuto como para evitar ser grabado. Brenda reforzó su sistema de seguridad, añadiendo más cámaras y asegurándose de que todas estuvieran en perfecto funcionamiento.

En los días siguientes, Brenda sintió que la presión aumentaba. Cada vez que salía de casa, miraba a su alrededor, buscando cualquier señal de Lucas. A pesar de la orden de restricción, no podía quitarse la sensación de que él estaba siempre cerca, observando y esperando el momento adecuado para atacar.

Una tarde, mientras Brigitte jugaba en el jardín bajo la atenta mirada de Margaret, Brenda recibió una llamada de un número desconocido. Al contestar, una voz distorsionada le dijo: "Te dije que no te confíes. Esto apenas comienza." Brenda colgó inmediatamente y llamó a la policía, pero sin pruebas sólidas, poco podían hacer.

Brenda decidió tomar cartas en el asunto. Contrató a un investigador privado, un hombre llamado Mark, con una sólida reputación por resolver casos difíciles. Le dio todos los detalles de su situación, incluyendo las amenazas de Lucas y las cartas anónimas. Mark prometió investigar y mantenerla informada.

Esa misma noche, mientras Brenda intentaba dormir, escuchó un crujido en la planta baja. Su corazón se aceleró y agarró un bate de béisbol que guardaba debajo de su cama. Bajó las escaleras en silencio, y al llegar al salón, vio una sombra moverse rápidamente hacia la cocina. Prendió la luz y, para su sorpresa, no encontró a nadie. Las puertas y ventanas estaban cerradas. ¿Había sido su imaginación? O peor aún, ¿Lucas había encontrado una manera de entrar y salir sin dejar rastro?

Al día siguiente, Mark la llamó con noticias. Había descubierto que Lucas había contactado a antiguos amigos en busca de ayuda. Entre ellos, un hombre con antecedentes penales por acoso y allanamiento. Mark decidió seguir a este hombre para ver si lo llevaba a Lucas.

Brenda decidió no decirle nada a Margaret para no preocuparla más, pero mantuvo a Brigitte siempre cerca y bajo vigilancia constante. Una noche, mientras cenaban, Mark la llamó.

—Brenda, creo que hemos encontrado algo. Lucas se ha reunido con este hombre varias veces en un almacén abandonado en las afueras de la ciudad— Creo que están planeando algo grande.

El miedo volvió a apoderarse de Brenda.

—¿Qué sugieres que haga, Mark?—, preguntó con voz temblorosa.

—Voy a vigilar el almacén y ver si puedo obtener más información. Mientras tanto, mantén a Brigitte a salvo y no salgas de casa sola—. Avisaré a la policía, pero tenemos que ser cuidadosos.

Esa noche, Brenda apenas durmió. Estaba constantemente en alerta, escuchando cualquier ruido extraño. A la mañana siguiente, recibió una llamada de Elena.

—Brenda, ¿estás bien? He oído que Lucas está tramando algo—. Debes tener mucho cuidado.

—Lo sé, Elena. Tengo a Mark investigando y hemos encontrado algo—. Lucas no se detendrá hasta conseguir lo que quiere, pero no pienso rendirme.

Los días siguientes fueron de vigilancia constante y un temor creciente. Mark le enviaba informes diarios, pero hasta ahora no había podido descubrir los detalles del plan de Lucas. Brenda sabía que el tiempo se agotaba y que debía estar preparada para lo peor.

Una noche, mientras Brigitte dormía y Margaret preparaba la cena, Brenda revisaba las grabaciones de seguridad. De repente, vio algo que la hizo detenerse. Una persona encapuchada se movía sigilosamente por el portal, acercándose a la entrada de su apartamento. Brenda llamó a la policía y a Mark de inmediato.

En cuestión de minutos, Mark llegó a la casa y se escondió en el ascensor, esperando que la persona apareciera de nuevo. La policía llegó poco después y comenzó a patrullar la zona. De repente, un grito desgarrador se oyó desde el fondo de las escaleras, Mark había atrapado al intruso.

Lucas estaba allí, luchando por escapar, pero Mark lo mantenía firmemente sujeto. La policía lo arrestó de inmediato. Brenda sintió alivio y las lágrimas corrieron por sus mejillas. Lucas había sido detenido,pero sabía que debía mantenerse alerta. Este era solo un capítulo más en una larga batalla por la seguridad de Brigitte.

Al día siguiente, Brenda reforzó aún más su sistema de seguridad y agradeció a Mark por su valentía y audacía. Aunque Lucas estaba tras las rejas, Brenda sabía que siempre habría nuevos problemas y duros momentos, pero estaba preparada para enfrentarse, con la fuerza del amor por su hija.




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